Estamos llegando al final del libro y quería dejar algunas reflexiones.
Como habrán visto, a lo largo de todo el libro hablamos mucho de dinero, pero también de gustos, objetivos, de disfrutar.
Es que el dinero no sirve para otra cosa: tiene que ser una herramienta y un camino para ser felices. Nunca la felicidad va a estar en el dinero.
Y vinculado con eso, quería dejarles una recomendación: hace poco, leyendo el libro de Andrés Oppenheimer “como salir del pozo”, leí que él escribía “el premio nobel de economía Daniel Kahneman estudió como pocos la relación entre el dinero y la felicidad y comprobó que el dinero produce felicidad hasta que la gente alcanza un nivel mínimo de ingresos para tener una vida digna.
En otras palabras, una vez satisfechas las necesidades básicas, el aumento de los ingresos no produce un alza proporcional de la felicidad”.
Piensen en los momentos más felices de sus vidas y probablemente no tengan que ver con el dinero si no con momentos. Tiempo en familia, viajes, salidas, descansos.
Ahí está la felicidad.