8 Días

Noche 1

Llegó la noche y no podía dormir, tenía miedo de que el volviera, me senté en un sofá de la sala y prendí la televisión para entretenerme un poco, eran las nueve de la noche cuando empezó a sonar mi teléfono, lo tome y vi la pantalla era mi mamá, no quería contestar, pero sabía que si no lo hacía me iba a regañar, así que le conteste

-Ya llegamos, cómo estás?, No marcaste en toda la tarde me tenías preocupada - dijo ella en un tono preocupado, seguro piensa que voy a quemar la casa y ganas no me faltan para quemarla

-Estoy bien mamá, no te preocupes - le conteste, tratando de sonar relajada -Y Mar? - dije, tratando de cambiar de tema

-Ya se durmió, bueno, cena y a dormir, está bien?, Nada de fiestas señorita, que pases buenas noches, te quiero - y diciendo eso colgó, me volví a sentir sola cuando me colgó, la tele aún seguía prendida, fui a la cocina por cereal, probablemente pase la noche en la sala viendo películas así que me voy a llevar la caja del cereal para tener que comer.

 

Un fuerte ruido me hizo despertar, al parecer me había quedado dormida, cheque el reloj que colgaba encima de la televisión y vi que eran las dos de la mañana, otro ruido me hizo saltar y seguido de eso escuché a alguien murmurar en la cocina, quería ir a ver pero el miedo era superior y no me dejaba, algo estaba muy raro por qué había dejado la televisión prendida y ahora estaba apagada, había una cobija de mi cuarto en la sala y no recuerdo haberla bajado además ya no estaba mi caja de cereal, 

-Tus ronquidos son horrendos - dijo alguien saliendo de la cocina, me hizo gritar un poco pero cuando vi que era la misma persona de la tarde me enoje, quién era este y que hacía en mi casa? Que quería? Acaso no tiene casa? Millones de preguntas atravesaron mi mente

-¿Cómo te llamas? - fue la única pregunta que pudo salir de mi boca, el se acercó más y se sentó alado de mi en el sillón agarro el control y prendió la televisión, 

-Samael - contesto relajado mientras cambiaba de canal, me pare de golpe el me miró confundido

-Y que se te ofrece en mi casa Samael? - dije con un poco de miedo y enojo a la vez, pero el volvió de nuevo a ver la televisión como si no le importará que yo estuviera ahí, así que me enoje más camine hacia la tele y la desconecte después me puse enfrente con lo brazos cruzados y casi gritando le dije - Vete o llamo a la policía - terminando de decir eso tome mi teléfono, a decir verdad los nervios me comían por dentro,que tipo de ladrón es este?, El seguía sin contestar así que decidida empezar a marcar, fue ahí cuando en un abrir y cerrar de ojos el me quitó el teléfono de la mano y me dijo al oído - tu no vas a marcarle a nadie - un escalofrío recorrió mi cuerpo, como fue posible de que pudiera moverse tan rápido, el miedo volvió a apoderarse de mi, me quedé callada un rato no sabía que hacer ni como actuar

-Sientate - dijo el volviendo a su lugar pero con mi teléfono en mano, me senté en un sillón pequeño que se encontraba a la izquierda de mi, sentí una pequeña lágrima salir de mis ojos, quizás era impotencia, quizás debí irme con mamá o quizás ella tenía razón no soy tan lista como para saber que hacer en estos casos, no pude más y me solté en llanto.

 

 



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En el texto hay: secretos familares, humor y chistes malos

Editado: 12.10.2020

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