Historia 4.

Capítulo 1.

Los golpes a mis costados demuestran mi dia dia, el doctor los toca con las yemas de sus dedos y me quejo.

-¿Cómo se hizo esto?

-Me caí - miento, las mismas frases que le he dicho a un montón de personas, todos me miran con la cara que tiene el doctor ahora.

Es un hombre guapo, pero sé que si mi esposo me ve que lo estoy observando mucho tiempo, luego traerá consecuencias.

-Ya deje de tocarla - su mano apretando en mi brazo, duele mucho, me aguanto. - Solo la traje para que viera si puede tener hijos, no para que la toque, yo le hago eso.

Mi cabeza está gacha escuchando la profunda voz de mi esposo, sus palabras me hacen tiritar, tiene toda la razón, es el único que me ha tocado, pero desde la primera vez fue por obligación.

Un matrimonio arreglado por mis padres y los suyos, ahora yo soy la que vive con este tormento.

-Su esposa si puede tener hijos, pero creo que las caídas - hace énfasis en caídas - le han hecho tener un problema con su forma ósea, quiere decir que al quedar embarazada el bebé peligra. No debería caerse tanto - levanto mi vista al doctor, me encuentro con su mirada fija en mí.

La mano puesta en mi brazo me tira a su lado, mi vista al instante vuelve al suelo.

-Ponte tu polera - murmura Henry, mi esposo.

Le hago caso y me alivio al no sentir la presión en mi brazo, ya lista vuelvo a su lado.

-Gracias doctor, iremos a coger para que vea si quedó embarazada - su risa me tensa, me hubiera gustado que alguien me hiciera el amor, mi virginidad entregarla a alguien que hubiera amado, pero él me quitó todo y ni siquiera me ama, solo me utiliza.

-Claro - le responde con sarcasmo el doctor.

El cuerpo de Henry se tensa de inmediato, me agarra la mano y salimos de ahí a paso rápido, él no se despide de nadie, simplemente me saca a rastras para llegar a su auto.

Me subo cuando me suelta sin esperar que me diga, ya es una costumbre, quedo del lado del copiloto, mi esposo conduce rápido, más de cómo debería, veo por la ventana que nos estamos acercando a la casa y me entra el miedo, quiero llorar, pero él es más bruto conmigo cuando me ve llorando.

-Vamos amor - habla con cinismo mientras acaricia mi mejilla con sus dedos.

Me bajo del auto y él me empuja para entrar a la casa, estoy de espaldas a Henry, mi respiración se acelera cuando el sonido de la puerta cerrando hace eco por la casa, siento sus manos en mi cintura, hace un recorrido de besos desde mi oreja hasta el final de mi cuello, cierro los ojos, pero no por placer, estoy aterrada, pero no debo llorar.

-Vamos a la cama, estoy que reviento.

Me toma la mano y nos vamos a nuestra habitación, me tira a la cama y comienza a sacarse la ropa, estoy tiritando pero no puede darse cuenta de eso. Se acerca y me desnuda quedando debajo de él.

-Tan deliciosa - susurra besando mis pechos y chupandolos - Quiero que lo hagamos toda la noche amor.

Suelto un gemido para esconder el sollozo que quería soltar. Toca mi entrada con sus dedos, bruscamente mete dos dedos y los mueve dentro mio, pero lo hace tan brusco que me duele, siento líquido bajar por ahí, claramente no es mi humedad de excitación, es lo que boto por sus dedos a la fuerza.

-Mmm… amor te quiero coger - pone la punta de miembro y la pasa por mis pliegues, aferro mis manos a la sabana, suelto un grito cuando empuja salvajemente para entrar en mí - ¡Joder! ¡Nena esto es tan rico! - se mueve rápido y con fuerza haciéndome soltar varios gritos, me duele y las lágrimas no tardan en salir.

Luego de mucho tiempo dejándolo abusar de mi cuerpo, se acuesta y me abraza.

-No te quiero ver coqueteando con el doctor, eres mi perra no más - lloro en silencio, su mano aprieta mi piel, siento dolor por todas partes, en especial en mi intimidad y en mis pechos, mis pechos los aprieta muy fuerte.

-Levántate - lo veo vestido y con una sonrisa hablando por su celular, debe ser una con las que se acuesta, no tiene ni la decencia de hacerlo en otra parte, pero no, las trae a la casa y en esta misma cama se los hace.

Me levanto rápidamente, me ducho y me visto con ropa holgada como me pide siempre Henry.

-Adiós preciosa - salgo del baño y él me mira de pies a cabeza - ¿Estás lista? - asiento, se guarda su celular y se acerca, me besa en los labios, debo corresponderle o sino se enoja. - Espero que tengas un hijo para mí.

Bajo la cabeza.

Luego de unos exámenes y unas cuantas horas en el hospital, nos dirigimos donde el doctor, Henry no ha soltado mi mano y ahora la aprieta más fuerte que antes.

Entramos a su oficina sin tocar ni nada, solo entramos y el doctor se levanta extrañado, nos ve con el ceño fruncido, se saca sus lentes dejándolos en su escritorio.

-Buenas tardes, tomen asiento. - Henry nos sienta y ni aun asi suelta mi mano - Los resultado están listos, estos se lleva… 

-Ya diganos. - le interrumpe Henry.

Escucho el suspiro pesado del doctor.

-La señorita está embarazada, felici… 

-¡Amor! - mi esposo me tira abrazándome, me dice cosas sobre que él tendrá un hijo y cosas que no escucho.

Solo puedo pensar en que mi bebé sufrirá si está con él, debo deshacerme de él, y no hablo de Henry.

-Tendremos una linda familia amor - me da besos en los labios. - Te dije que solo eras mía - susurra mirándome fijamente.

-Tremos un bebé - digo al fin, él me da una gran sonrisa y me abraza fuertemente, hago una mueca de dolor, todavía me duelen los pechos.

Sobre el hombro de Henry puedo observar al doctor, tiene una mirada seria, desvío mi mirada al suelo.

Si necesita ayuda, contacteme.

-Eres una gran hija de perra - otra vez su mano aterrizó en mi mejilla, caigo en el sofá tapandome la cara, ya no puedo esconder el llanto y lo suelto, aún con todo el griterío que me está dando Henry, me acuerdo de las palabras del doctor cuando me abrazó para felicitarme, Henry se enfureció y lo empujó, ahora me está golpeando como siempre lo hace.