9 meses después...

Historia 5.

Capítulo 1.

Avergonzada es poco, pero tengo serios problemas describiendo lo que siento así que no sé cómo decirlo, pero ¡ni siquiera puedo mirar a la cara a mi novio! ¡ah! ¡también estoy neurótica! 

¡Esto es horrible!

¡Estoy metida en un gran problema!

¡Gran problema!

Me acosté con el mejor amigo de mi novio, James, él es el popular junto con Erick, mi novio, James es más guapo que Erick, pero mi novio es más tierno y eso me gustó tanto, y ahora soy una infiel.

James cínicamente está a lado de mi novio hablando con su típica sonrisa como si nada hubiera pasado y yo ni siquiera pude darle un beso en la mañana, ahora estamos en nuestra sala de último año del colegio, Erick y James están juntos conversando y yo estoy enfrente a lado de Josefa, mi mejor amiga con un enamoramiento platónico por James, agreguenle otro problema a mi gran problema.

Intento con todas las fuerzas del universo concentrarme en mi amiga que habla animadamente de JM que es James, pero ese es su nombre camuflado para que no sepa que mi amiga habla de él las 24 horas del día.

-Así que luego de la fiesta tuve que irme sola, ¿dónde te metiste Roma?

La miro y asiento, me ve frunciendo el ceño.

-¿Qué pasa?

-Te pregunté qué a dónde te fuiste después de la fiesta.

Trago saliva.

¡Esto es horrible!

Balbuceo un poco viendo a mi amiga entrecerrando los ojos.

Respiro bien antes de soltarlo… 

-Debo ir al baño, bye - me despido con la mano para salir volando - casi - de la sala donde estábamos, y sin querer mentirle a mi amiga voy al baño, me encierro y suspiro un poco en paz.

Me siento extraña, o sea debe ser normal, perdí mi virginidad con James, uno debe sentirse diferente, tal vez, puede ser ¡no lo sé! ¡Se supone que la perdería con mi novio! ¡Con el que se supone amo!

Me doy una palmada en la frente, soy una estúpida, a James no le intereso,  y él tampoco me interesa a mí, no siento nada por él, ¿por qué me acosté con él entonces? ¡Por calentura!

Suspiro pesado saliendo del baño, afuera encuentro a Erick, me da una tierna sonrisa y toma mi cara con sus manos.

-¿Pasa algo amor? - su voz no es tan gruesa como la de James, pero es tierna.

¡¿Y qué hago comparándolos?!

¡¡¡Ahhh!!!

Suspiro de nuevo. Pongo mis manos sobre las suyas.

-Quiero estar contigo - se sonroja de inmediato cuando digo eso, él sabe a lo que me refiero

-Quiero que sea especial para ambos - susurra dándome un beso en la boca, cierro los ojos.

La culpa y la consciencia me invaden el cuerpo.

Me separo al escuchar un carraspeo, mis ojos se conectan con los de James, veo la sonrisa ladina asomándose en su rostro, se está burlando el ¡desgraciado!

-Si ya dejaron sus cursilerias, Erick vamos al entrenamiento - mi vista vuelve a Erick que me está sonriendo, ¡él es tan bueno! ¡Y yo engañándolo!

-Nos vemos después amor - me da un beso rápido y se va con James que no duda en guiñarme el ojo antes de seguir a Erick.

Quiero hacer una rabieta por las idioteces que hago bajo el consumo del alcohol.

-Eres una idiota - me susurro a mi misma.

James:

Perfecto.

Exacto.

Y preciso.

Noche de la meteción…

Mi víctima tomaba y tomaba como si no hubiera mañana, suspiro placentero, Roma se veía hermosa en ese pequeño vestido, Erick, la persona menos celosa del mundo, mira a Roma, su novia, con sus mejillas sonrojadas, creo que ni siquiera se ha dado cuenta la mirada de muchos tipos sobre ella, incluyendo la mía.

Sé que Roma me encuentra guapo, la escuché una vez antes que se hiciera novia de mi mejor amigo, lo encontré extraño en el momento, pero ahora ya lo acepto, a medias.

-¿Se han acostado? - le pregunta Ian a Erick.

Erick tímidamente niega, sonríe hacia Ian.

Tomo un sorbo de mi cerveza, eso es patético, a las chicas hay que darle lo que quiere, el placer no es solo para los hombres, no es como si nosotros no más necesitaramos sexo, todos los seres humanos somos seres sexosos, y Roma necesita una sesión de placer.

-¿Es virgen? - Erick se tensa un poco, ni yo le pregunto tanto por su novia, es de él.

-No te metas - le respondo a Ian, se tira hacia atrás en su silla y asiente con una sonrisa burlona.

-Quiero que sea especial para ella - me dijo cuando quedamos solos.

-Le dolerá mucho, la primera vez siempre duele - me reí - No lo disfrutaras - me llevo la cerveza a la boca.

-También sería mi primera vez - comenta bajando la cabeza - Supongo que nos descubriremos juntos, no importa si no disfruto - me mira sonriendo - La amo más que hacerme sentir a mí.

No entendí a qué se refería, mi pensamiento siempre ha sido hacer sentir bien a la chica y por supuesto sentirme bien yo.

Sin querer mi vista cayó de nuevo en Roma, se reía junto a su amiga, fue el alcohol, o no sé, pero se veía hermosa, sus mejillas sonrojadas, su sonrisa, su cuerpo en ese vestido marcando sus curvas, sus ojos brillantes en los míos, y ahí me perdí.

Como todo un idiota cursi me perdí en sus ojos, fijos en los míos, mojé mis labios al sentirlos secos y de repente ya iba a ella, hipnotizado, arrastrado a ella.

-Roma no sigas con esa mirada o terminaremos mal, o mejor dicho terminaremos demasiado bien - susurré en su oído, sus amigas bailaban y ella estaba sola.

Erick tomaba hablando con nuestros amigos, no se dio cuenta que había directo a su novia.

Me encantó sentir su cuerpo calentándose a mi lado, le susurré un par de cosas más y ella me siguió.

Subimos sin que ningún conocido nos viera, tome su mano metiéndola en una habitación vacía, la cerré con llave antes de empujarla a una pared y mirarla a los ojos.

-¿Quieres volver abajo? - Roma tragó saliva y negó con la cabeza, se veía nerviosa.



#19321 en Otros
#5657 en Relatos cortos

En el texto hay: amor, relatoscortos, embarazos

Editado: 26.12.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.