Capítulo 19.-

Namjoon.

La búsqueda de Larisa comenzó, Jimin, mis padres, yo, Seokjin y hasta Hoseok comenzamos a buscar por todas partes, Luciel debía guardar reposo, no podía exponer más al pequeño monstruito. Después de dejarla en casa todos nos dividimos, me dolía y me partía el corazón verla de esa manera, pero sabía que estando junto a mi madre, Lucí estaría más que bien cuidada. Finalmente la noche cayó por completo, era poco más de media noche y Larisa aún no aparecía. Regresamos al departamento y nos encontramos todos antes de subir con Luciel. 

-¿Saben algo de ella?- Pregunté asustado, pues temía que al subir y no llegar con ella, Luciel se desmoronara de nuevo

-Nada, es como si la tierra se la hubiera tragado- Respondió Seokjin mirando al suelo

-Fuimos hasta el campo de oro y ni rastro de ella, tampoco en las heladerías, restaurantes, parques ¡No hay nada de ella! ¿Y si volvió a…?- se detuvo un instante y negó con su cabeza.

-¿Si volvió a donde?- Preguntó mi padre con un poco de esperanza

-A Boston… Junto a sus padres- tragó grueso -pero ella no se iría así y sin despedirse- lanzó un fatigoso suspiro.

-Además, todo su dinero estaba en la funda de su celular, no se pudo haber ido sin dinero- Suspire un poco aliviado por descartar esa posibilidad -Hay que subir, Luci está esperando por nosotros- Todos asintieron y caminaron detrás de mí 

-Yo… Creo que debería irme, no quiero incomodar- No entró ni siquiera al ascensor, Hoseok se notaba apenado 

Luciel.

Ha pasado bastante desde que todos llegaron, e incluso desde que la mayoría se fue a sus casas, pero Lara… Ella aun no vuelve a casa, algo en mi interior me dice que estaba bien, pero una parte aún mucho más grande me hace sentir que algo horrible pudo haberle pasado -Deberías dejar de caminar de un lado a otro- La mirada preocupada de Namjoon se posó en mí -No puedo guardar la calma, es mi pequeña, es incluso tan importante de lo que bebé es, necesito verla entrar por esa puerta- Y yo seguía caminando de un lado a otro -Y al verla entrar por ahí, se arrepentirá de haber huido- Corrí a la cocina, ya tenía un plan en mente -¡¿Ahora esa loca que hará?! ¡Esa mirada no me delata! Hará algo grave- Corrió tras mí intentando calmarme.

Un rato después, Larisa cruzó la puerta, mi alegría de tenerlo en casa era mucha, pero mi enfado hacia ella también era suficiente como para castigarla y tal a como recordaba de su madre, un sartenazo terminó en su cabezota de niña berrinchuda. Inmediatamente, Lara cayó al piso

-¡Tonta la mataste!- gritó mientras corría para levantarla.

-¡¿Estás loca?!- Corrió Namjoon junto a Jimin para llevarla al sofá 

-¡¿La maté?!- Comencé a llorar desesperada -¡Diganme que está bien!- Intentaba esconder la sartén detrás de los cojines del sofá.

-Ella sigue respirando, pero seguro la golpeaste tan duro que revolviste todas sus ideas- Sabía que no debía reír, pero ella lo merecía, aún así, me arrepentía de haberle dado tan fuerte. 

-¡No quiero alarmarlos! ¡no se alarmen!- gritó alarmado -el cojín está con manchas rojas.

-¡¿Manchas rojas?! ¿A qué te refieres con manchas rojas? ¿La maté?- Comencé a llorar con bastante desespero, esas manchas rojas podrían ser cualquier cosa, pero por la situación el sentir que podría ser sangre me aterraba. 

-¡Me quedaré con sus frutas de estrella!- pidió entre lágrimas.

Namjoon se acercó al cojín en el que Jimin miró las manchas rojas, en una tonalidad tintoza muy parecida a la tonalidad de la sangre, pasó su dedo, pero la mancha se encontraba seca, buscó de inmediato los demás cojines y habían las mismas manchas en otros dos, frotó un poco la mancha y pasó su dedo por la lengua.

-¡¿Qué estás haciendo?!- Grité asustada, se estaba comiendo la sangre de Larita, pero… ¿Cómo llegó a los otros dos cojines? 

-No se alteren, solo son manchas de jugo de arándano, no es sangre- Respondió aliviado 

-¡Por un momento pensé que eras un vampiro!- llevó sus manos al pecho exhalando con descanso.

-Me iré a prisión, he sido una mala hermana ¡¿La maté?! ¿Por qué no despierta? Larita bebé- Mis lágrimas corrían como ríos

-¡No seas exagerada! No creo que la hayas asesinado- decía Jimin mientras intentaba hacerme sentir mejor .

-Pero te pasaste de brusca Luciel- sentenciaba Namjoon enojado conmigo, sus ojos se notaban molestos 

- ¡¿Yo?! Ella fue quien salió huyendo y me hizo correr mucho sabiendo que no debo hacerlo- Un puchero se forma en mi rostro intentando salvarme con mi ternura 

.

-Bueno, en parte tienes razón, pero ¡No para darle en la cabeza con una sartén!- gritó Jimin un poco horrorizado, pero él ya me conoce a la perfección, no se porque en vez de detenerme me regaña después de hacerlo 

-Definitivamente este fue un mal día para vivir- se quejó sobando su cabeza, con los ojos cerrados

-¿Estás bien?- preguntó Namjoon aún preocupado.

-¿Así te sentiste cuando nos vimos por primera vez?- Preguntó con un bonito puchero.

-En mi caso fueron dos pequeñas con la fuerza de un luchador que me atacaron repetidas veces- respondió con una risita 

Después de saber dónde es que la pequeña loca se encontraba y un regaño por salir con desconocidos fue su recompensa,  una larga plática y un interrogatorio exhaustivo con Hoseok, ya tenía su castigo por no ser honesta cooho, el día siguiente estaría conmigo todo el día, Larisa seria mi sombra la llevaría a la empresa a que me acompañase a trabajar, me acompañaría a hacer unas compras y a todo lo que yo necesitara hacer ese dia. Lo peor para Lara era estar sin hacer nada y eso es lo que yo necesitaba, que no hiciera nada solo que me diera su compañía, pero no sería tan mala, le daría mucha comida para evitar que se ponga loca.