Capítulo 24.-

Abrí poco a poco la puerta de la habitación, con la esperanza de que la llamada hubiera terminado -¿Sigues hablando con Lara?- Pregunté en voz baja entrando muy despacio -No, terminó la llamada hace ya un momento- Di un suspiro de alivio, me quite el abrigo y las pantuflas para acostarme en la cama junto a él y darle su celular -El cumple de Lara es este viernes, y tenemos que estar ahí- Guardé silencio un momento, quería ver su reacción, ya tenía todo planeado, el me miro asustado -No te preocupes, hable hace un momento con tu mánager, de aquí, vamos a Japón, Corea nos queda de paso… Tu itinerario termina este jueves en la mañana, por lo que podremos tomar el avión en la medio día, llegando a medianoche, justo para el cumple de Larisa, podremos estar todo el viernes y ese sábado abordar de nuevo en avión ahora con rumbo a Japón- El me miro bastante sorprendido, cuando se trata de mi hermana, suelo hacer los ajustes necesarios para hacerla feliz.

-Yo… Estoy bastante sorprendido, jamás me hubiera imaginado arreglar tan rápido las cosas- Soltó una risita nerviosa, pero su rostro se entristeció un poco -Me preocupa volver y que ya no quieras terminar la gira, estos días contigo han sido menos pesados, no me siento solo al volver a la habitación después de tantas entrevistas- Se acurrucó lentamente en mi vientre

-Prometí ir a la gira contigo y lo cumpliré- Sonreí mientras acariciaba su cabellera 

-¡Oh, se movió!- Me miró con los ojos enternecidos y al borde de las lágrimas 

-Eres la primera persona que lo siente, aparte de mi… serás el tío favorito Mimi- Sonreí a la par de él mientras comenzaba a hablarle a bebé 

-Y tú serás el o la pequeña más amada por todos nosotros, y cada que vaya de gira traeré sorpresas para ti- Sonrió al dejar un beso en mi pequeña y abultada pancita

Los últimos días de entrevistas pasaron, justo el jueves la última parte de su agenda en América fue cancelada y  podríamos volar antes a Corea del sur, el vuelo era bastante pesado y más con ya 4 meses de embarazo. El avión finalmente había aterrizado, estaba de nuevo en mi hogar, a casi nada de ver a mi hermanita a pesar de ya ser de noche y estar a casi nada de la madrugada

-¿Iremos directo a con Lara?- Pregunto Jimin atento a mis indicaciones

-No quiero encontrarme con ella, ¿la llamas? Pero has como si siguiéramos en la gira- Suplique atenta y Mimi solo asintió

Después de una divertida llamada y de saber que estaba completamente sola en casa, el plan iba tal a como lo había pensado, tomamos un taxi y nos dirigimos de inmediato al departamento, mientras Jimin se burlaba de la vocesita que hacía cada que quería algo.  La muy familiar puerta ya se encontraba justo frente a nosotros, solo esperaba ella no hubiese cambiado la contraseña o estaríamos en problemas 

-No recuerdo cual era mi contraseña- Lo mire nerviosa, esperando que él la recordara, ya que Lara, Jimin y Hoseok siempre sabían todas mis contraseñas 

- Eres la persona más descuidada del planeta Marte- respondió colocando la contraseña del departamento.

-Y tu eres mi salvación- Le di un abrazo para entrar en silencio -El departamento controla sus luces y cortinas con aquel control- Lo mire a los ojos por un momento, en definitiva, ya conocíamos ambos el nuevo plan 

Y los pequeños traviesos que solíamos ser con Hoseok, regresaron, pero ahora contrataron Larisa, yo tome el control y comencé a apagar y prender todas las luces, las persianas subían y bajaban mientras tanto, Jimin hacía ruido en la cocina con diferentes cosas, los sonidos eran tan fuertes que cualquier oso que estuviera hibernando sería capaz de despertarse, al igual que Lara que es como un pequeño cachorro de oso dormilón. La voz temblorosa de Lara se escuchó un momento, pero el juego apenas comenzaba de pronto todo quedó en silencio total y las luces apagadas por unos cuantos segundos, sus pasos se escuchaban por el silencio tan profundo que había quedado en el lugar, pero tan pronto como termino de bajar las escaleras, el ruido de sus pasos había desaparecido por completo, lo cual nos dejaba a Jimin y a mi en problemas, corrí lentamente y con bastante cuidado hasta la cocina y arrastre a Jimin a la alacena que para nuestra suerte se encontraba un poco vacía y nos mantuvimos ahí en sigilo mientras se encendía la luz y mirabamos los pies de Lara por el único claro de luz que se encontraba en aquella no tan grande pero espaciosa alacena, la luz nuevamente se apago, iría a buscar en cualquier otro lugar

-Dejé el control en la mesita de la sala- Susurré mientras tapaba la boca de Jimin con una mano -No te muevas, iré por él- El solo asintió, abrí con cuidado la puertecilla y de puntillas tomé el control, pero los platos que se encontraban a su costado cayeron al suelo, haciendo un enorme ruido que nos delataría, lo más cercano a mí para ocultarme sería el baño de visitas, así que entré y puse el pasador para no ser descubierta, posicione mi oído en la puerta para poder escuchar todo, de la nada un enorme golpe se escuchó

- ¡Ayuda! ¡Me va a matar!- Oh por Dios, Jimin

-¡Bebito, ya voy a tu rescate!- Grite para encender todas las luces con el control y llegar a la cocina 

La loca de Larisa tenía a Jimin como si fuera un ladrón el que había entrado a casa, y la carita de terror del pequeño Mimi me suplicaba le ayudara a salir de aquella llave que lo estaba haciendo sufrir 

-¡¿Namjoon?!- Pregunto enceguecida por las luces -¡¿Jimin?!- Preguntó confundida al verlo, me puse a la altura de Mimi para ayudarlo a levantarse, revise que estuviera bien mientras Lara aún seguía en shock