Capítulo 25.-

Finalmente el cumpleaños de Larita pasó con tranquilidad lo que restaba del día, era complicado separarme de mi hermanita de nuevo, pero solo quedaban dos destinos más, Japón  y Corea del sur, si el último destino sería justo donde vivimos.  El avión había aterrizado finalmente, el ser fotografiada en cada movimiento se estaba haciendo algo muy normal en ese momento de la gira, sin embargo en esta ocasión se me veía cabizbaja, preocupada, y yo bien sabia el por que de ese sentimiento. 

-¿Te sucede algo?- Preguntó Jimin mientras entrabamos a la habitación del hotel en el que nos hospedaríamos esa semana -Te noto un poco triste- Tomo mis manos con una pequeña sonrisa en su rostro 

-¿Crees que hice bien en no querer toparme con él el día de ayer?- mi corazón realmente me pedía dejar todo ese orgullo de lado y llamarle 

-Luci, hiciste lo que mejor sentiste en el momento, siempre puedes volver a él- se detuvo -No digo que me dejes abandonado en la gira, sino que le escribas o lo llames si lo deseas- me miró atento esperando una acción o respuesta de mi parte 

-Pero ¿qué pasa si está ocupado en este momento?- Mire al piso intentando buscar respuesta -¿Y si no tiene tiempo para responderle a esta tonta orgullosa que no lo dejó hablar?- Suspire profundo soltando sus manos para abrazarlo

-Los dos son tontos orgullosos, y quizá, corra a responderte, o no, solo lo sabrás si lo intentas- acaricio mi cabello intentando darme el valor suficiente -Pero debes apurarte, estamos por ir a otra entrevista y quieren que salgas en televisión de nuevo- Sonrió dándome el celular 

Definitivamente mi corazón me pedía hacer esa llamada, saber de él, de cómo se encuentra, si está bien, y si él también me ama como yo lo amo a el.

EN LA LLAMADA:

Luci: Ho -Suspira- Hola

Nam: Ho-hola -dijo en un tono alegre y nervioso-

Luci: ¿Interrumpo algo? ¿Puedes hablar un momento? -Su voz se escuchaba temblorosa y un poco asustada-

Nam: No, no interrumpes, Lara está devorando su desayuno de cumpleaños -soltó una risita-

Luci: Ella siempre devora todo menos las lentejas -Suspiro intentando dar paso a lo que quería decir- Hablaba para decirte que siento tanto el haber huido de esa manera, lamento no haberte escuchado, se que fui una tonta, pero tenía miedo de que mi corazón sufriera -Hablaba sin parar, así como suele hacerlo cuando está nerviosa- Bebé ha crecido mucho, la última ecografía fue en Boston, ya se mueve muchísimo y Larita y Jimin lo han podido sentir, lo siento por que no lo hayas sentido aún -una lágrima corrió por su mejilla y un nudo en su garganta apareció -En estos días, me he dado cuenta de que te amo

Nam:¿Me...me amas? -preguntó con una sonrisa de tonto- La distancia ha hecho que te quiera aún más cerca de mi, Luciel. Aunque no haya sentido aún a nuestro hijo, puedo sentir la emoción en tu voz -sonrió- cuando regreses tenemos una conversación pendiente, me alegra escuchar tu voz y... Yo... Yo te lo he dicho antes, pero también te amo, los, los amo

Luci: Te amo y sé que podremos ser esa hermosa familia que ambos tanto deseamos, y fui una tonta al preocuparme así cuando aun no eramos pareja, al actuar de esa manera, pero -Las lágrimas comenzaron a caer de poco a poco por sus mejillas- Lara me explico lo que sucedió y me arrepiento de no haberme quedado a escucharlo de ti -Una sonrisa se podía ver en su rostro a pesar de las lágrimas- Cuando vuelva a casa, me gustaría que fuéramos esa familia que tanto deseamos ser

Nam: ¿Ser la familia que ambos deseamos? 

FIN DE LA LLAMADA

Un llamado interrumpió esa llamada, me tenían que maquillar y vestir para poder entrar a la primer entrevista de la agenda de Mimi, curiosamente, me sentía toda una celebridad, una muy gordita  y embarazada celebridad, llegué al camerino y me senté junto a Mimi mientras me maquillaban y me mostraban lo que usaría en ese momento.

-¿Hablaste con Namjoon?- se sentó delante de mí mientras organizaba el cuello de su camisa.

-Si, hable con él- Sonreí recordando aquellas palabras -Dijo que me ama, que nos ama- Lo miré atenta

-¡Uyyyyy!- llevó sus manos cubriendo su rostro -¡Se lo dije a la cara de estrella! con tanta distancia terminarán más unidos- sus ojos se hicieron líneas.

No pude terminar de hablar con él, la entrevista estaba a punto de empezar y la prisa comenzó a consumirnos, al igual que ese pensamiento de querer volver con mi familia me perseguía, solo sería una semana, la última semana antes de volver a la nueva normalidad.

-¡Hola a todos! Estamos en un nuevo episodio de “Exponiendo estrellas” mi nombre es Misaki  y le damos la bienvenida al guapo y talentoso cantante surcoreano Park Jimin y a su preciosa hermana Park Luciel ¡Un aplauso por favor!- el público comenzó a aplaudir -bienvenidos- sonrió amablemente.

-Muchas gracias por invitarnos, es un placer para mi hermanita y para mí estar en este hermoso país- la sonrisa coqueta de Jimin no se hizo esperar y eso me hacía sentir menos nerviosa.

-Vemos que están llegando al final de su recorrido, así que mi primer pregunta como madre es para la señorita Luciel ¿Cómo ha logrado sobrellevar tan enorme carga en los viajes en su estado? Recuerdo que yo no podía viajar en largos trayectos sin cansarme.