-9 Meses Para Enamorarte-//kim Namjoon

Capítulo 27.-

Namjoon.

Separarme de Luciel y del bebé, a pesar de que aun no nace, fue una de las situaciones más difíciles que tuve que atravesar, pero el transcurso no fue completamente horroroso, tengo una nueva hermana, la hermana que jamás imagine tener. Este tiempo me sirvió para entender lo tanto que deseo tener una familia con ella y hacerla la mujer más feliz del mundo. A nadie le gusta sufrir, pero es que sufrir permite crecer, madurar y aprender. Sin lo negativo, jamás valoraríamos lo positivo; sin lo malo, no sabríamos dirigirnos hacia lo que más nos conviene. Es por eso que no reprocho que se haya alejado para poder poner en orden sus ideas, para poder aclarar su corazón, creo que si yo hubiese estado en su lugar, hubiera hecho lo mismo. Alejarse no es malo, ya que hay situaciones que para comprenderlas o para asimilarlas se necesita tiempo, más allá de ese enfado, si la ilusión es real, surge de nuevo la esperanza; la verdad está en tu corazón, el miedo es uno de los mayores enemigos a la hora de descubrir la verdad interior, y es que a veces, hay que tomar decisiones, asumir riesgos y afrontar cambios que producen vértigo; en la vida, es clave encontrar el equilibrio entre el corazón y la razón para poder vivir con esperanza y para poder ser feliz. Y ese tiempo quizá fue lo mejor que nos pudo haber pasado para que todo funcione adecuadamente.

 

Luciel.

Al menos una semana había pasado desde mi regreso, y todo era como antes, mas bien, mucho mejor que antes, Lara seguía con su apretada rutina de un lado a otro, no era extraño que me quedara sola en casa por las tardes después de salir de la empresa o cuando realmente no iba. Cerca del departamento había un muy lindo restaurante al que me encantaba ir cuando tenía un antojo, esta vez, las papas fritas eran algo que ansiaba comer. Desde que había vuelto, la vida se veía tan brillante, tan distinta a lo que era antes, salí del elevador en mi piso y me encamine al departamento. La madre de Namjoon estaba parada justo en la puerta con una gran sonrisa.

 

-Oh, señora Kim- Sonreí al verla, mientras me apenaba por la cantidad de papas fritas que traía conmigo.

 

-Mi pequeña niña, no había podido venir antes, pero me alegro de que estés de vuelta en casa- Sus abrazos eran lindos, muy cálidos -Pero que hermosa te ves, y esa barriguita- Se puso en cuclillas tocando mi pancita y dejando muchos besos en ella.

 

-A mi también me alegra volver a verla, señora Kim- Sonreí mientras ella se incorporaba -Entremos, puedo prepararle un café- Sonreí poniendo la clave a la puerta y entrando a casa seguida de ella.

 

-Siempre te he dicho que no es necesario que seas tan formal, que puedes decirme Yoon Ah -Me siguio hasta la cocina con una sonrisa enorme en su rostro 

 

-Lo siento, Yoon Ah, también hay un poco de papas fritas- Señale la bolsa mientras las dos reíamos un poco -¿Que la trae por aquí?- Era extraño que ella llegara a algún lugar sin avisar, y era lo que más me sorprendió en ese momento.

 

-Como sabes, en unos dias sera el cumpleaños de Daehyun, y siempre lo celebra a lo grande, no me gusta ir sola a elegir vestidos para ese dia, y queria que Larita y tu me acompañen mañana- Me tomo de la mano -Ahora tengo dos pequeñas princesas que me harán un poco más agradable la búsqueda- Sus ojos llenos de ternura me hacían imposible negarme a ello, un corto silencio se sintió -Además, ese día, presentaremos a Lara oficialmente como una Kim y puede que haya sorpresas para ti- Su sonrisa era sospechosa, demasiado. 

 

-Yoon Ah, sabe que no puedo negarme nunca a sus peticiones, mucho menos cuando me ve con esos ojos- Rodee la barra que nos separaba y le di un abrazo 

 

Namjoon.

A pesar de saber lo mucho que ambos nos amamos, me da bastante miedo ser rechazado, quizás solo sea vergüenza, el miedo o toda esa mezcla de sentimientos que hay en mi. Pero, si lo pienso, ¿qué es lo peor que puede pasar? 

 

-Necesito su ayuda- sorprendí a los tres chicos que había citado en mi restaurante favorito.

 

-Solo nos llamas por que quieres algo- preguntó Jimin con una sonrisa de lado.

 

-¿Por qué me llamaste? no nos llevamos tan bien qué digamos- intervinó Hoseok que se veía algo malgeniado.

 

-Cuando necesitas ayuda es el único momento en el que nos reúnes- se unió Seokjin a los otros dos revoltosos.

 

-Chicos, eso es una total mentira, quería pasar un rato agradable con mis amigos- sonreí al mirarlos, pero ellos ya conocían mis intenciones -Está bien, quiero pedirle a Luciel que sea mi novia en la fiesta de mi padre, Lara hizo el plan- solté sin preocupación alguna esperando sus respuestas.

-¿Lara hizo el plan?- preguntó Hoseok soltando una carcajada seguido de Seokjin.

-Así que… Por eso es que te decidiste a confesarte ¿Lara te amenazó?- cuestionó Jimin.

-No, yo le pedí ayuda para finalmente pedirle a Luci que sea mi novia, ella solo lo anotó todo de forma muy específica en este papel- dejé sobre la mesa una gran lista de cosas por hacer y por comprar.

-Larisa y Luciel son siempre muy… obsesivas con la perfección- río Seokjin al tomar la lista y leerla.

-Dijo que no podía saltar ni un solo punto- mientras Jin leía la lista, se desdoblaba más y más, hasta llegar a medir un metro. 

-¿Podríamos saltar algo de eso?- preguntó Jimin ya muy agotado con solo verla.

-A menos de que quieras morir, creo que no- yo también pensaba en saltar un poco algo de eso, pero sus palabras resonaban cada vez que lo pensaba “Si saltas algo de lo que escribí, estarás oliendo incienso en tu funeral” con tan solo pensarlo, me daban escalofríos. 



#4154 en Fanfic
#24592 en Novela romántica

En el texto hay: namjoon, kimseokjin

Editado: 17.12.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.