El gran problema de recuperar el anillo se asemejaba a un enorme tesoro en un banco que debía ser atracado y tenía a mi mando un gran equipo de mafiosos interesados en ello. El primero en responder fue Jimin, que se encontraba ya muy cerca de nosotros, y por alguna razón a falta de radios de mano, llamé a todos en una conferencia grupal, cada uno con su auricular puesto y la misión comenzaba.
-El anillo está con Larisa, debes acercarte lo más que puedas a ellas sin que te vean- indiqué mientras lo veía cruzar la calle con su cubrebocas, gafas y gorra puestas.
-¡Entendido jefe! Salvaré a la damisela y recuperaré el anillo mágico- exclamó con un acento de los príncipes de las historias que tanto le gustaban a mi madre.
Jimin llegó a la escena y se ocultó detrás de los escaparates, Lara elevó la mirada y con discretos gestos le preguntó por los demás chicos o algo así alcancé a comprender, se miraron fijamente unos segundos y asintieron, Lara le estaba mostrando unos anillos a Luci, mientras aprovechaba la distracción llevó sus manos a los bolsillos sacando el anillo y mi tarjeta.
-¡Ash estos zapatos!- se quejó simulando atarlos, Jimin estaba mucho más cerca a ella, con un movimiento de su pie los acercó al rescatista de “anillos mágicos” -¡Ya está!- celebró felíz ganando la mirada confusa de Luciel -¿Podemos irnos? Nos falta mucho que hacer hoy- sonrió y la arrastró a la salida.
Jimin intentó regresar a donde me encontraba escondido, pero la misma Luciel no se lo permitió, de la nada cambió su rumbo en la dirección de Jimin ocasionando que este se volviera a ocultar. El ahora más cercano era Beomgyu que se acercó cuidadosamente a él para tomar el anillo e intentar desaparecer un momento para entregarlo. Y nuestro nuevo héroe al parecer, sería Seokjin, el cual no sabia ni que rayos tenía en mente. Se acercó a ellos de manera muy notoria, incluso hasta saludo a todos.
-¡Qué coincidencia encontrarlos aquí! ¿Cómo estás Lucielcita?- sonrió haciéndome sentir que todo había sido descubierto.
-¡Jinnie!- corrió a abrazarlo -¿Qué haces aquí? -sonrió con delicadeza.
-Jinnie- saludó Lara con suma formalidad, a pesar de imitar a su hermana.
-Larita- sonrió con normalidad, escondiendo el terror que recorría por sus venas -que gusto verte- la abrazó como lo hace con regularidad.
-Igual, aunque tu presencia no puede pasar desapercibida ni un momento ¿No es así?- sonrió apretando más el abrazo.
-¡Ah!- se quejó un poco tallando su brazo -antes de venir aquí me lastime- se excuso causando la risa de todos -y mi presencia es definitivamente muy notoria- apretó la mano de Lara, a pesar de en ocasiones aterrarle, Seokjin era el único que no le tenía miedo la mayoría del tiempo.
-Espero te recuperes- elevó una ceja, eso es señal de “ese compa está muerto nada más no le avisaron” -deberíamos salir a comer algún día- susurró a su oído
-Oh, claro- sonrió mirando a Beom -Beomgyu, mi madre me dijo que la señora Choi le mandaría algo contigo, ¿Lo trajiste?- lo miró sonriente, viendo que Jimin le había entregado el anillo dentro de una bolsa de una tienda de ropa
-Si, dijo que si no le quedaba se lo enviara de regreso- sonrió asustado y muy nervioso.
-Eres menos tonto de lo que pensé- susurró Larisa refiriéndose al mayor y dando golpecitos en su hombro -Olvidaste mi encargo- arrugó el ceño -cómo sea, lo buscaré con Luci ¡Andando que muero de hambre!
Luci y todos los demás se fueron del lugar, dejando a Jin muy confundido por lo que Lara había dicho, se acercó a mí con el ceño fruncido y me entregó la bolsa donde se encontraba el anillo
-¿Lara me encargó algo? ¿Qué olvidé?- preguntó con un tono de inocencia
-En la lista estaba que les entregarias pollo frito y jugos de arándanos- saque la lista y encontré el punto -Si, justo aquí. “Seokjin se encontrará con nosotras justo después de ayudar a Namjoon con los anillos. Nos entregará veinte piezas de pollo frito y cuatro juguitos de arándanos” ese fue el encargo que olvidaste- solté la risa que había aguantado ya por mucho tiempo.
Luciel.
Se ha vuelto casi una costumbre mía caminar por el vecindario buscando comidas deliciosas que degustar, bebé tiene muchos antojos y con ya cinco mesesitos. Hace cuatro días encontré el vestido perfecto, espero que no deje de quedarme. Aunque no lo crean, he subido alrededor de cinco kilos hasta ahorita y bebé pesa un poco más de 120 gramos. Si, fue a con Hoseok por que no aguantaba la espera de saber cómo se encuentra el monstruito. Hoy es la fiesta del señor Kim, y voy tarde a casa para alistarme.
-Hola, Yoon Ah- sonreí con timidez abriendo la puerta del departamento con dos bolsas de comida en manos -siento haber llegado tarde, no sabes todo lo que tuve que pasar hoy- la miré y sonrió incitando a contarle -Namjoon ya no me deja manejar, así que ya no puedo ir al hospital en auto, tome el metro, pero me dormí y me baje dos estaciones después a la que debía bajarme, ¡Tuve que caminar! ¡Mucho! Bueno, solo dos calles hasta la parada del autobús y cuando llegue, Hobi me regaño por no avisarle para que el viniera personalmente por mi- deje las bolsas en la cocina y me dirigí al sillón para quitarme los zapatos y sobar mis pies adoloridos -Bebé ya pesa 120 gramos y mide como 11 centímetros pero para el sexto mes ya estará midiendo como el doble- sonreí sin cortar el hilo de mi historia -Justo después de la revisión, Hobi iba a traerme, pero llegó otra paciente y tuve que tomar autobús de nuevo, y me equivoque de numero, asi que en lugar de dejarme a una calle, termine a cinco, aproveche y compre algo de comida- sonreí haciendo un puchero -y esa fue la historia de hoy- dos risas se escucharon, pensé que únicamente estaba Yoon Ah en la cocina, pero eran ella y Larisa