-9 Meses Para Enamorarte-//kim Namjoon

Capítulo 37.-

El trayecto a casa fue bastante ruidoso con muchas risas y murmullos. Más con Jimin a mi lado sobando mi pancita e intentando sobornar al pequeño monstruito de ser el tío favorito.

 

-Cómo veníamos hablando- susurró para no despertar a Lara que dormía en la parte de atrás -te doy una tonelada de dulces a escondidas de mamá y tú me llamarás “Tío favorito” delante de la pequeña Larisa ¿Entendido? también te comparé un castillo si eres niña o un auto de carreras si eres niño, o lo que quieras, mejor será, lo que quieras, hasta un pequeño pony.

 

-¿Sabes que él o ella lo decidirá con el cariño y la atención que le des y no por los regalos?- pregunté al escuchar su historia de los muchos castillos y juguetes que le compraría.

 

-Lo sé, pero dar amor no es lo único, el amor sin comida se muere- respondió.

 

-Y Namjoon te matará si haces a monstruito interesado y caprichoso- reí mirando su cara de miedo ver a Namjoon que conducía

 

-Dije que no es lo único, es importante, pero no lo único- su mirada aterrada por no querer volver a perder el cabello me hacía morir de la risa.

 

-Está bien, les pondremos rastreador la próxima vez- murmuró Larisa detrás de nosotros, mientras ella y Hoseok hablaban de algo. 

 

-¿Con ellos, quienes? No entiendo ¿Pondrás un rastreador al Troll y a los chicos?- pregunté recordando su amenaza de muerte a Soobin por haberla cambiado por otra extranjera.

 

-¡Bingo!- dio un pequeño salto en su asiento -Además debo saber quién es la chica misteriosa que se robó el corazón de mi hombre- su dramatismo me hacía dudar de la seguridad de mi pequeño asistente Troll.

 

-Querrás decir, de tu niño con complejo de adolescente- reí recordando a nuestro pequeño Soobin y sus travesuras con los demás chicos.

 

Justo después de eso me concentré en mi padre, que iba junto a Namjoon en el asiento de copiloto, riendo por cada una de las ocurrencias de los chicos y Larisa, fue una excelente idea que mi pequeño auto fuera cambiado por una camioneta de tres secciones de asientos. Es difícil dar segundas oportunidades, aún más difícil pedirlas. Una oportunidad de hacer las cosas de nuevo, pero con la oportunidad de intentar curar el daño que le hemos provocado a alguien con nuestros errores. Es difícil recuperar la confianza de alguien pero más difícil que esa persona te permita recuperarla. El viajó bastantes horas, a un país desconocido, confiando en personas que ni siquiera conocía su existencia, solo por la necesidad de estar en este momento conmigo y Larisa, quizá, el darle una segunda oportunidad no sea tan malo, aunque aun tengo ese miedo que despues de el dia de hoy, o de que su estadía en Seúl termine, desaparezca de nuevo de mi vida.

 

El auto se estacionó en el edificio de nuestro departamento, y mi vejiga estaba a punto de explotar, más cuando alguien la estaba aplastando como si de una acolchonada cama se tratara, fui la primera en bajar y en salir corriendo al ascensor para no terminar mojando mis pantalones. 

 

-¡Corre rápido que haces una piscina!- comenzó a reír mientras los demás lo seguían.

 

-Déjala jimin, ¿No ves que tiene piernitas cortas? no creo que llegue- imitó la forma en la que corría con mi enorme pancita de bebé.

 

-Ahora te llamarás Park Luciel Scott fuente- rió Namjoon.

 

-Si escucho una sola burla más, no olerán incienso ni perderán el cabello, solo estarán atados de pies y manos con un grillete hundiéndose en el lago Hang- sentencie a todos, y justo iban entrando Larisa y mi padre.

 

-¡Ya estamos aquí!- anunció ella con una sonrisa de lado -Creo que alguien no está de buen humor ¿A quién debemos colgar?- observó a los chicos.

 

-A todos, empezando por Hoseok- renegué sentándome en el sofá -Bienvenido a casa, Luis, No es una mansión, pero es el hogar de mi familia, espero que puedas sentirte a gusto aquí en lo que buscamos un mejor alojamiento para ti- lo miré con todas esa maletas pesadas y molestas -Jung, Park, por favor, lleven las maletas a la habitación de invitados- sus caras confundidas mirándose el uno al otro hizo reír a Lara y a Namu -Ahora, o terminarán a cientos de metros bajo el agua

 

-Esa actitud que tienes… me está gustando mucho. ¡Has aprendido bien!- exclamó para abrazarme.

 

-Descuida hija, el lugar es perfecto, más aún por que me permites estar aquí- sonrió con un poco de nostalgia.

 

-Discúlpenme un momento, iré a mi habitación- susurró Larisa alejándose del lugar, justo después Namjoon y los chicos corrieron a mi habitación a jugar videojuegos.

 

-¿Tienes hambre? ¿Quieres descansar un poco?- Pregunté mientras su sonrisa se hacía cada vez más grande.

 

-Tengo un poco de hambre- al parecer aún tenía pena de pedir las cosas

 

-¿Quieres acompañarme a la cocina? Prepararé algo de cenar para todos, te aseguro que después de oler que la comida está lista, todos saldrán a comer- reí un poco mientras dejaba el abrigo de lado finalmente y cambiaba mis sandalias por unas pantuflas más cómodas.

 

-¿Te ayudo?- preguntó siguiéndome de cerca, yo solo negué y le indiqué que tomara asiento en la barra de la cocina -Puedo… ¿Preguntar cómo fueron estos últimos años en tu vida?- se le notaba apenado y yo no tenía problema alguno de contarle.



#4154 en Fanfic
#24569 en Novela romántica

En el texto hay: namjoon, kimseokjin

Editado: 17.12.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.