A Beautiful Memory

Capítulo 8. Las amistades más sinceras se crean con el tiempo y la dedicación.

Ariana.

Kim Taehyung es un misterio.

Por lo general, no ando inmiscuyéndome en la vida privada de la gente, debido a que no me gusta que lo hagan con la mía sin permiso, lo que me hace suponer que a los demás tampoco, así que trató de ser lo menos indiscreta posible cuando hablan de ciertas cosas que podrían representar esa privacidad, sin embargo, ese día pareció algo difícil de ignorar, cuando estaba ocurriendo casi frente a mí.

Al principio, fue este hombre malhumorado, egocéntrico y grosero, luego un hombre tímido, avergonzado y torpe, finalizando hasta ahora, con un hombre cálido, cariñoso y cercano. Kim Taehyung parece ser alguien con muchas facetas, mostrando más unas que otras, lo que hace que me pregunte: ¿Qué, quienes o en qué momento lo obligaron a sacar y esconder determinadas facetas?

Por una parte, lo entiendo de manera casi perfecta. No es sencillo ir y mostrar tu verdadera personalidad ante alguien que no conoces, las circunstancias, situaciones y personas te hacen cambiarla, moldearla para evitar que te hagan daño. Lo hice luego del accidente, alejé a todas las personas que me querían hacer daño, quedándome sólo con aquellas en las que confió y que estimo demasiado, lo que hace que mi círculo social y familiar sea pequeño.

Desconozco su pasado, lo que no significa que tenga el derecho de entrometerme y buscarlo, porque no lo tengo, sólo puedo hacer más llevadero su presente, al menos cuando estemos en la misma habitación. Darle ese pequeño peluche fue una idea espontanea, pero adecuada; no siempre estamos de ánimos para hablar de ciertas circunstancias y eso está bien, cada quien lidia con ello de la forma más cómoda posible.

Luego de que se fuera, comencé a sentirme brevemente incómoda por haberle compartido algo tan íntimo, pensando que podría haber sido eso lo que le haya provocado esa reacción. Seré más cuidadosa con mis palabras y acciones, no quiero que se sienta presionado o sofocado a consolarme por algo que no causó, como si él me debiera algo, cosa que es imposible, porque no fue el causante de nada.

El sonido del metro haciendo su parada llamó mi atención, alzando la mirada, dando un respingo en mi asiento. Me he pasado una parada de mi destino. Rápidamente, me pongo de pie y caminó con velocidad a la salida, para que segundos después, suene la alarma dando a entender que las puertas se cierran, continuando su camino. Al menos no olvide nada dentro del vagón, eso hubiera sido el colmo.

Resoplé un poco, regañándome por estar tan distraída, caminando hacia la salida de la estación. Al estar en la calle, miré a ambos lados, para orientarme mejor y saber que camino tomar ahora, que cambié de manera drástica mis planes. El sitio a donde voy me queda más lejos, como reprimenda, caminaré la distancia debida, dirigiéndome hacia la izquierda, así aprenderé a no andar tanto en las nubes cuando debo estar concentrada.

Solté una pequeña risa, porque esas palabras me hicieron recordar lo que Buck continuamente me decía, sobre que siempre debo estar atenta a mi alrededor, para no ser tomada por sorpresa. Hago caso a sus palabras, él fue militar por varios años, y posterior a ello, guardaespaldas. Le iba bien en su trabajo, sin embargo, creyó que era buena idea retirarse de la acción y vivir una vida más tranquila, lo que disfruta mucho.

Seguí caminando al menos otras cuatro cuadras, cuando por fin llegué a mi destino: Una tienda especializada en cámaras fotográficas. Abrí la puerta, llamando la atención de uno de sus pocos empleados, acercándose a mí una chica con una sonrisa amable.

–Bienvenida –se inclinó, saludándome –. ¿Qué podemos hacer por ti hoy?

–Quisiera saber si tienen esta clase de lente, o al menos, una réplica lo más cercana posible a ella –respondí, sacando de mi bolso dicho objeto.

–Oh, ya veo. Iré a buscar en la bodega, esperé un momento –asentí ante su sugerencia, viéndola irse antes de caminar alrededor del local, observando de manera cuidadosa cada cosa en los anaqueles.

Era necesario reemplazar esa pieza, pretendía usarla para tomar las fotografías de mañana con Taehyung, así que espero obtener algo positivo. Me cansé de merodear, sentándome en unas sillas altas cerca de la puerta de la entrada, balanceando mis piernas de modo suave, ya que mis pies quedaban a unos cuantos centímetros lejos del suelo. Mi celular vibrando un par de veces me hizo sacarlo de mi bolso, observando un mensaje de mi mamá.

De mis padres, es mi madre quien más mensajes me envía, papá prefiere llamar, alegando que le gusta escuchar mi voz. Abro el mensaje y sonrió, porque es ella deseándome un lindo día, mencionando lo mucho que me extraña y que espera tener tiempo para venir a visitarme, o que yo los visite luego de mi evaluación. No puedo decir que la relación con mis padres sea mala, al contrario, confiamos mucho entre nosotros.

Siempre me han apoyado en mis sueños, me han orientado en ellos, guiado y educado de una manera liberal, responsable e independiente. Cuando me equivocó, me señalan mis errores con respeto, ofreciéndome posibles soluciones y brindándome consuelo. Al tener éxito, celebran conmigo, ríen y a veces lloran de la emoción. El accidente los volvió un poco sobreprotectores conmigo, algo que casi llega a enloquecerme.

Hablé con ellos sobre esa situación, sin cohibirme o guardarme algo, estaban asfixiándome demasiado, y luego de un tiempo de esa platica, todo volvió a ser como antes, aunque ahora sus llamadas son más constantes que antes. Parte de mi como persona los entiende, tal vez actuaria igual si algún ser amado llega a pasar por algo así de trágico, no puedo decir que puedo entenderlos como padres, pero tampoco los juzgo, lo sabré en su momento.




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