Una vez que regresamos pusimos todo lo que teníamos en encontrar los ingredientes y crear la sustancia que permitiría a Theo mejorar, sabíamos que todo esto tenía que hacerse sin llamar la atención de Conley, al menos hasta que tuviéramos algo con lo que terminar con sus trucos de una vez por todas.
Pasaron dos semanas antes de que diéramos con el primer modelo de la fórmula, quería esperar hasta que estuviéramos seguros que la cura no terminaría matando a Theo, pero él insistió en que ya no le quedaba tiempo.
Theo tuvo un ataque epiléptico esa noche.
Ya no teníamos tiempo, nos arriesgamos y Theo pasó esa siguiente semana a base de la cura.
Luego de varios días, Theo se veía mucho mejor.
Entendimos que no era una cura milagrosa, se trataba más bien de un inhibidor de los efectos secundarios del Nightthief, con cada día que pasaba veíamos a Theo mejorar por mérito propio, su sistema inmune fortaleciéndose y haciéndose cargo.
Un mes después de volver, alguien tocó la puerta de mi departamento.
Mi apartamento no se parecía en nada al que compartía con Theo en el Casadoverso, los Caine nos miraron sorprendidos cuando Theo les anunció orgulloso que había nombrado ese universo y la razón del nombre, todo el tiempo me concentré en un punto en la pared mientras sentía el calor cubrir mi rostro; mi casa aquí era prácticamente una caja, las paredes vacías y los muebles de segunda mano. Nada en este lugar gritaba hogar.
Abrí la puerta y me encontré con Theo del otro lado.
Ya no tenía ojeras y el color de su piel se veía mucho más saludable. A veces todavía se sentía agotado, pero era normal después de todo el esfuerzo al que estaba sometiendo a su cuerpo.
También noté la camiseta que llevaba y me atraganté.
Era la camiseta que usé en el Casadoverso, una réplica exacta.
Maldito Theo Beck y sus formas de torturarme.
̶ Hey. ̶ El ronroneo de Theo me despertó, me hice a un lado permitiéndole entrar.
̶ ¿Qué haces aquí? No deberías estar esforzándote, aún no te has recuperado del todo.
Seguí su bufido mientras se dejaba caer en el sofá demasiado pequeño para los dos, se hizo a un lado y me miró, esperando a que me sentara. Mi muslo tocaba el suyo y no había suficiente superficie para que me alejara.
̶ Me aburro haciendo reposo, ¿cuál es el punto de estar enfermo, si nadie viene a...cuidarte?
̶ Marguerite se ofreció, tú te negaste. Dijiste que no necesitabas que nadie te cuidara.
Lo hizo, ese fue el día que una parte de mí marchitó al comprender que estaba pasando finalmente, ellos iban a darse una oportunidad.
O eso creí hasta que Theo rechazó la ayuda.
̶ Eso no es verdad, Paul. Mis palabras fueron, y me estoy citando a mí mismo, "No, gracias, Marguerite. No necesito tus cuidados, pero lo aprecio."
No dije nada mientras sus palabras y lo que significaban calaban en mí.
̶ Esperaba que tú te ofrecieras.
̶ Theo... ¿qué estás diciendo?
Puso los ojos en blanco, como si mi pregunta fuese estúpida y la respuesta fuese más que obvia.
̶̶ Estoy diciendo que esperaba tenerte como mi enfermero personal, pero como arruinaste esos planes tendré que recurrir al plan d.
̶ ¿Plan d?
Sonrió, divertido ante mi confusión.
̶ Exacto. Plan d, como en "d"estino.
Lo dijo tan orgulloso, como si me estuviera revelando las pruebas de un nuevo descubrimiento, y tal vez lo hacía; que no pude sino devolverle una sonrisa tentativa, atreviéndome a que sólo un poco de esperanza brillara en mis ojos.
̶ ¿Y en qué consiste este plan d?
Creí que ya no podíamos estar más cerca de lo que lo hacíamos, Theo me demostró lo equivocado que estaba mientras se inclinaba hacia mí con un propósito brillando en su rostro.
̶ En primer lugar, te digo cuanto me gusta trabajar contigo y lo excitante que es ver tu cerebro en marcha, nunca pensé asociar las ecuaciones con algo sexy pero entonces tú sólo tenías que ir y desordenar todos mis datos e incógnitas. ̶ Estaba lo suficientemente cerca para saborear su aroma picante en mi lengua y se seguía acercando. ̶ En segundo lugar, tú y yo comenzaremos a investigar alrededor de esto, tengo algunas ideas sobre cómo podemos empezar, después de que salgamos en varias citas claro. ̶ Su sonrisa depredadora debería haberme hecho correr lo más lejos posible, sin embargo, me encontré inclinándome en su búsqueda. No había nada de suave en Theo, y eso estaba bien porque no quería suavidad. lo quería a él, con sus ángulos y dureza, con su calor abrasador y ese aroma picante y terroso que mi cerebro había catalogado con su nombre sin mi permiso. ̶ Y, por último, no me parece justo que otro Theo sea el único capaz de conocer tus besos, señor Markov; por lo que es mi turno de besarte.
Y lo hizo.
Estaba seguro de dos cosas mientras su esencia y la mía formaban una nueva, una perfecta mezcla que nos pertenecería a ambos; la primera: este plan funcionaba muy bien para mí y no podía esperar a descubrir cada subíndice que quedara por conocer.
La segunda: mi destino era besar a Theo Beck por siempre, en este y en cualquier universo.
En mil millones de ellos.
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Gracias por leer.
Recomiendo mucho esta saga, y a esta autora; por lo que si no has leído los libros originales: qué estás esperando?
Espero que les haya gustado esta historia, y espero que vuelvan por más.