A cambio de ti

echo de menos a mi hermano

Dante

La última vez que abracé a mi hermano, experimenté una sensación desgarradora, como si me hubieran arrancado una parte fundamental de mi ser. Desde ese instante, hice un solemne juramento personal: haría todo lo que estuviera a mi alcance para reunirme con él, mi hermano menor, lo más pronto posible.

Este dolor profundo transformó mi comportamiento. Adopté una actitud rebelde y autodestructiva, como si el mundo que me rodeaba no tuviera sentido. Comencé a encerrarme en mi habitación, rodeado de humo de cigarrillos y de música a un volumen ensordecedor, lo que me aislaba aún más de la realidad. Me dejé llevar por caminos oscuros, rodeándome de amistades inadecuadas, personas que no aportaban nada positivo a mi vida. A pesar de que la esposa de mi tío ha intentado acercarse y abrir un diálogo conmigo, he preferido ignorarla, como si su preocupación no me importara en absoluto. Esta actitud se ha convertido en una manera de enmascarar el dolor que siento por la ausencia de mi hermano.

Tan pronto como me dejé caer en la cama, agarré la almohada con fuerza y empecé a dar vueltas, llena del deseo de cumplir esa promesa que había hecho. Mi mente estaba centrada en el futuro, imaginando el momento en que finalmente sería mayor de edad. En ese instante, me dije a mí misma que iría a buscar a mi hermano, sin importar lo que tuviera que hacer para encontrarlo.

Sin embargo, soy consciente de que cumplir esa promesa no será nada fácil. A día de hoy, tengo solo quince años y, lamentablemente, estoy viviendo con mi tío, quien es el hermano de mi padre, y su novia Beatriz. Podría afirmar que la convivencia no es tan armoniosa como la mayoría de la gente podría imaginar a partir de nuestro entorno. Pero en medio de esta situación, ocurrió algo inesperado.

Mientras estaba conversando y coqueteando con un chico, de pronto, escuché la voz de mi tío que interrumpió el momento. Cuando lo vi, me miraba con una expresión de sospecha que me hizo sentir incómodo y nervioso. Rápidamente, traté de justificar la situación, diciéndole que solo era un amigo y que se trataba de una broma entre nosotros. Sin embargo, en la profunda mirada de mi tío y en su expresión seria, capté que no se había tragado mi excusa. Pude imaginar lo que estaba pensando: que debía seguir haciéndome el tonto y fingir que todo era normal, como si realmente solo estuviera hablando con un amigo.

Para evitar que comience a preguntarme, sin embargo me di cuenta de que Beatriz estaba mirándome desde su lado, como si estuviera diciéndome no te creo.

Fue en ese momento cuando Beatriz empezó a intuir que me sentía atraído por los chicos. Un día, armándome de valor, decidí compartir con alguien mis sentimientos y la verdad sobre esa atracción. Esa persona, al escucharme, simplemente sonrió, me abrazó con calidez y me dijo que siempre me apoyaría y que debía ser feliz siendo quien realmente soy. Sin embargo, sé que será complicado hablar de esto con mi tío, porque no tengo confianza con él en absoluto. La situación se complica aún más porque él es un declarado homófobo. Me aterra pensar en la posibilidad de revelarle que me gustan los chicos, ya que estoy seguro de que tendría una reacción negativa.

Mi tío siempre se la pasa dándome órdenes y a menudo me amenaza con echarme de la casa. Sin embargo, hay alguien en mi vida que me da un poco de esperanza: Beatriz. Ella es una mujer espectacular, la única persona con la que realmente puedo compartir todo lo que siento y pienso. Hasta el día de hoy, sigo preguntándome por qué está con mi tío, un tipo que claramente no la trata como se merece, como la reina que es. ¿No es cierto que mi tío no está a la altura de ella?

Beatriz es una mujer excepcional, con un corazón enorme, y la considero casi como una madre. No puedo entender cómo es posible que no se dé cuenta de que mi tío la está engañando con otra mujer. Tal vez lo sepa y elija ignorarlo, pero no puedo estar completamente seguro.

Desde que me mudé a vivir con ellos hace una semana, he tenido varias conversaciones con Beatriz. En una de esas charlas, me comentó que su mejor amigo iba a venir a cenar con su hijo, y me pidió que fuera amable con él. Después de esa plática, Beatriz logró convencerme de inscribirme en el instituto, lo cual era algo que no había considerado antes. Mientras ella se reunía con el director para hacer los trámites correspondientes, yo aproveché para observar el entorno del lugar donde iba a estudiar.

Fue en ese momento cuando noté a un chico a lo lejos, que parecía estar siendo molestado por otros muchachos. Sin pensarlo dos veces, decido acercarme a la situación con la firme intención de defenderlo. Camino con pasos seguros y una mirada seria, decidido a intervenir y ayudar a aquel chico que estaba sufriendo acoso.

Y lo defiendo; sin embargo, ellos me observan con temor ante mi presencia. Tal vez se deba a que tengo una mirada intimidante, y por eso se alejan de mí como si fueran niños asustados, huyendo de algo que les provoca pánico.

En ese instante exacto, nuestras miradas se encontraron por primera vez y comprendí que él podría convertirse en mi perdición. De repente, mi corazón comienza a latir de una manera desconcertante, sin que pueda explicarlo. Sus bonitos ojos empiezan a cautivarme; su mirada ejerce sobre mí un efecto hipnótico que me vuelve loco. Sin querer, me muerdo el labio inferior mientras me pierdo en su mirada llena de misterio y encanto.

Como se dice en una frase:

Cuando nuestras miradas se cruzaron por primera vez, quedé hechizado.

Me quedo observándolo con detenimiento, como si se tratara de una obra de arte, admirando cada detalle y cada matiz de su ser. Sin embargo, en sus ojos detecto una profunda tristeza que me indica que está atravesando por algo más complicado de lo que muestra a simple vista. No puedo evitar sentir una intensa necesidad de protegerlo y brindarle el cuidado que parece necesitar. Es como si un instinto en mí me impulsara a hacer todo lo posible para ayudarlo y apoyarlo en su dolor.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.