Iris.
Cómo comenzar una historia siempre ha sido la parte más difícil, y siempre lo será, porque uno no sabe por dónde ir primero…¿cuento mi presente primero? ¿mi pasado? ¿O mi futuro?...
La verdad se me hace complicado explicar que soy, donde provengo y cómo contarles mi historia…quizá mis palabras las malentiendan y no comprendan mi realidad…pero para no seguir con este monólogo sin sentido prefiero contarles mi pasado, como llegue a ser lo que soy ahora.
Nací en el año 1355, en esos tiempos como sabrán, históricamente en Europa estaban las crisis, las plagas, las guerras, incontables situaciones, me acuerdo de mi familia, unos padres pobres que apenas tenían con qué comer, unos hermanos en desnutrición y yo la menor de todo aquello, sin la atención necesaria, las bajas temperaturas hacían mella en los ciudadanos de Francia y mi familia no era la excepción… en 1371, yo tenía 16 años, la pobreza aún existía y mis padres nos abandonaron, mi hermano mayor Adrien, trabajaba en lo que fuese para poder intercambiarlo por algo de comer…pero no era suficiente, veía como en cualquier momento alguno de nosotros moriría.
Uno de los días en que estaba en las oscuras calles de Francia, buscando entre la basura algo que pudiéramos comer, un hombre se me acerca, a su lado un chico de mi edad…ambos mirándome fijamente, mis sentidos estaban alerta, pero por alguna extraña razón estaba en paz, si me iban a hacer algo, esperaba que me mataran, así sería una carga menos para mis hermanos y quizá pudieran ingerir más comida y vivir…
- No te asustes niña- me dice el hombre misterioso-
Se acerca más a la luz y puedo divisar que era de lo más impotente que había visto en mi vida, vestía, elegantemente de pies a cabeza, todo se veía caro y reluciente, su acompañante vestía de igual manera, quizás eran de los grandes políticos que reinaban en Francia…pero lo que más me sorprendió fueron sus profundos ojos azules, un azul totalmente oscuro y escalofriante que me dejaron atónita.
- Solo queremos ayudarte- habla nuevamente- por lo que veo no estas en las mejores situaciones ¿cierto?
¿Cómo no iba a ser así?, estaba totalmente en desnutrición, se veían más mis huesos del cuerpo que la carne que los cubría… vestía con solo un vestido blanco roto y estaba descalza…era la peor imagen que podía dar para estas personas elitistas, pero así era la realidad en Francia… la pobreza abundaba por montones.
- ¿Que desea?- respondo finalmente- no tengo nada que ofrecerle de vuelta si es que verdaderamente me ayuda…
- Sabes hablar por lo que veo- pero que gran observación pienso-
- Señor, no todos podemos optar por una educación, solo se hablar, pero leer o escribir no está en mis cualidades. -le digo con honestidad-
- No te preocupes, puedo entender tu situación, y puedo ayudarte, solo debes darme una sola cosa a cambio…
La verdad no sabía qué responder, pero si me ofrecía ayuda y era verdad podía mejorar la vida de mis hermanos, tener una oportunidad para tener una mejor vida, si estaba en mis manos esa opción, yo haría lo que sea…
- ¿Que necesito hacer señor?- digo finalmente-
- Solo tienes que firmar una carta…
- ¿Una carta? ¿sobre qué?
- Una carta en donde afirmes que por voluntad propia será una de mis seguidoras, tu alma entera me pertenecerá, rechazaras al cielo y a su Dios y me alabarás a mi como tu único salvador…
- ¿Salvador?, ¿de qué está hablando?
- ¿No te has dado cuenta pequeña?- mi silencio es una afirmación para él, por lo que continúa diciendo- Yo soy Lucifer, el soberano del inframundo y tu serás mi próxima oveja en mi nuevo rebaño.
No podía creer lo que me estaba pasando, si bien sabía del bien y del mal, la religión en nuestro país estaba de lo más integrada, pero nosotros no éramos muy de creencias, es más sentíamos que dios nos había desamparado…que nos abandonó a nuestra suerte frente a todas estas desgracias, no éramos culpables de haber nacido en una época donde el caos abundaba…y ahora venía Lucifer, con su tentadora propuesta, podíamos mejorar nuestra calidad de vida, solo era una firma…¿qué tan malo podía ser?
- Si yo firmo…¿qué tipo de ayuda tendría yo y mis hermanos?- tenía que saber las ventajas de hacer un pacto con el mal-
- Primero que todo, tu serás inmortal, formaras parte del inframundo, serás una bruja, tendrás ciertos dones…que te ayudarán en tus misiones como mi seguidora, tendrás un techo, comida y me asegurare que tus hermanos tengan una vida plena hasta que den su último suspiro… entonces ¿aceptas?
Me daba todo lo que pedía, la seguridad de mis hermanos era lo primordial para mí, y si solo quería que fuera su seguidora, lo haría con placer, al fin y al cabo, me daría mucho más de lo que dios nos dio… de repente aparece una hoja dorada brillante suspendida en el aire, de ella salían muchas letras escritas de una manera muy elegante…
- Solo tienes que firmar donde esta la x… ¿sabes escribir, aunque sea tu nombre muchacha?- me inquiere lucifer…la verdad mi hermano fue lo único que me enseño, decía que por lo menos debería saber cómo se escribía mi nombre, me tiende una pluma negra la cual yo recojo…y finalmente escribo mi nombre en ella.