Hay tantas flores en un jardín que algunas veces nos olvidamos de regar todas,
Nos olvidamos de darle el cariño suficiente,
De decirles lo hermosas que se ven,
Pero nunca nos olvidamos de arrancarlas cuando se secan.
Hasta la flor más hermosa es arrancada para tenerla detrás de una vitrina,
Separada y lejos del bello sol.
Desperdiciamos el agua como si no fuera aquello que nos mantiene vivos,
Soltamos palabras hirientes como si no dañáramos a la otra persona,
Apreciamos la belleza como si no la arrancáramos para nosotros mismos.
¿Quién es más egoísta?,
¿el coleccionista de mariposas o el coleccionista de flores?,
Uno roba la vida y el otro arranca la belleza.
A veces el soltar y apreciar de lejos es más sano que aferrarnos a algo que no nos pertenece,
Tal vez que no te lo diga no significa que no me duela
O que simplemente tu salida de mi vida pase como una gota en una hoja,
Te extraño,
Pero hacerlo no me matará,
Habrá una nueva flor en mi jardín y tú encontrarás otra rosa para admirar.
Se puede intentar tantas veces como nos engañemos,
Pero engañarnos e intentarlo tantas veces que pierda su significado
Se llama obsesión a no querer soltar algo que me hace daño.
Me he tomado un tiempo para ver de lejos mi jardín,
Por cuidar el de otros lo he descuidado,
Olvide regar mis plantas por regar las tuyas,
Olvide amar mis narcisos por darles amor a los tuyos,
Olvide el brillo del mío para que el tuyo no se apagara.
Mis narcisos necesitan volverse amar,
Mis rosas volver a tener su confianza,
Mis jazmines regresar a su esencia,
Mis girasoles el rayo del sol,
¿Y yo?
Tal vez yo necesite limpiarlo un poco para sacar aquello que no los deja crecer.
A veces desintoxicar la tierra duele tanto como arrancar de raíz,
Nadie me dijo que soltar seria dejar atrás una parte de mí.
Para poder amar a otras flores tengo que admirar las mías primero,
Esas que en sus pétalos guardan todos mis llantos y risas,
Esas que, aunque se marchitan han podido luchar y regresar a la vida,
Luchar contra las plagas da tanta ansiedad como luchar contra mis miedos.
Creo que he buscado tanto en otros lugares antes de buscar en mí que me he perdido,
Perdí lo que soy y quien soy,
Lo que hago y para donde voy por cuidar el sendero de otros.
Otros que al final solo estaban de paso en mi vida,
Que se quedaban capítulos, pero nunca la temporada entera.
Está bien ayudar a otros,
Pero me he descuidado tanto que mi película ya se está marchitando,
La protagonista está agobiada, cansada y desgastada.
¿Quién le dijo que tenía que ser como los demás?
¿Quién me dijo que mi tiempo divino es el mismo que el de ellos?
¿Por qué mi tallo debe ser más delgado para ser lindo?
¿Por qué mi rosa debe ser más clara para ser consideraba hermosa?
¿Por qué mejor no revisas tu jardín antes de meterte en el mío?
Estoy harta de que mis charcos reflejen a los demás,
Estoy harta de que cambie todo para no agradarle a nadie,
Cuando acompañe a tantos a estar debajo de un árbol,
Para ahora estar sola en las ramas de un manzanero.
Es momento que le haga caso al canto de las sirenas y brille tanto como el ser de naturaleza que soy.