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—Bien, este es el plan, entramos conseguimos las información de la reunión que tendrán y nos vamos ¿Entendido?— Mencionó Riri Williams
—¿Ah?... Si claro... La misión— Dijo Iron Boy distraído
—¿Otra vez divagando en tus pensamientos?—
—... Olvídalo, acabemos esto de una vez— Suspira y mira a otro lado
El helicóptero que transportaba al dúo se dirigía sigilosamente a una planta abandonada. La piloto y guía de los muchachos era Mónica, una agente de S.H.I.E.L.D., ex-militar y principal medio de comunicación con la base de Fury.
—Espero que estén listos— Dijo la agente mientras descendía el helicóptero a cierta distancia de la planta
Iron Boy bajó del vehículo, se fue a la parte trasera de este, mientras Mónica habría la puerta con una tarjeta especial dejándose ver una maleta algo peculiar. Él sin dudarlo la tomó.
—¿Cómo se habría está cosa?— mientras observaba la maleta y accionaba los botones que incluía.
Al cabo de un rato, a Iron Boy se le cayó la maleta, abriéndose al fin. El joven pisó cierta superficie que sobresalía de la maleta, comenzando a armarse una armadura en sus piernas y extendiéndose a todo su cuerpo. Tenía un aspecto parecido a las habituales armadura de Iron Man, pero con una coloración gris que predominaba en el traje y unos toques azulados.
—Riri, ya vamos—
—Si... Solo tengo... que sacar... esto... ¡Ah!— Con mucha fuerza y casi cayéndose del helicóptero, sostuvo una maleta de color rosa magenta con toques dorados
—¿Para qué traes eso? ¿Acaso no te quedarás a un lado observando?—
—Digamos que, Fury preferirá que te acompañe— Dice mientras colocaba la maleta en el suelo y pisando en una parte sobresalía de la maleta, similar a Iron Boy, mostrándose a Riri con una armadura de pies a cabeza, pero con una apariencia más femenina.
—¿En serio?—
—¡Claro!... ¿Qué tal se me ve?—
—Riri, eres una negra... ¿Realmente quieres que responda a esa pregunta?—
—... Muérete—
—Jaja, para tu fortunio puede que eso pase pronto— Dijo sonriendo ligeramente para luego volver a su actitud desganada
—Vengan por acá, no hay mucho tiempo— Resaltó la agente ignorando la conversación de los jóvenes
El equipo se movilizó por los pasillos y grandes salas de producción abandonadas, oyendose sólo sonidos de las avecillas del ambiente y el movimiento de las hojas de los árboles.
—Señorita Mónica, ¿podría explicarnos más adelante quiénes son esos tipos?
Sonríe —Los miembros de “El Sendero” son un grupo de terroristas que llegaron hace poco al país. Sin embargo al ser por el momento una amenaza no tan grave, S.H.I.E.L.D. vió bien que pudieran venir a recolectar información, junto con la guía de mi persona claro— Dijo a la joven mientras iban algo sigilosamente por el lugar
—La verdad, es un honor asistir a una misión así, de hecho es mi primera participando en esto— Mencionó con algo de entusiasmo contenido de parte de la joven.
—¿Durará mucho aquella “infame” reunión?—
—No lo sabemos, sin embargo procuremos mantenernos alertas en todo momento, ¿Vale?—
En los adentros de la planta, Mónica y los chicos llegaron unas habitaciones recónditas conectadas a las ventilaciones principales del lugar.
—Joven, Riri, esperenme aquí... Iré a recolectar la información de la reunión y regreso para irnos. Y ya saben, en caso la cosa se ponga difícil ustedes actúan, ¡Siempre procuren escapar y no se expongan! ¿estamos?—
—Entendido—
—Como diga...—
Mónica avanzó más por la planta buscando un lugar que diera acceso a escuchar a los terroristas y también tener una vía fácil de escape. Hasta que de pronto...
—¡Hey! ¿Crees que “El Sendero” tiene la paciencia de esperarte?—
Mónica al escuchar al hombre se ocultó.
—“La paciencia es amarga, pero su fruto es dulce” no dice el dicho—
—Mas le vale que valga la pena—
—Bueno... Juzguenlo ustedes mismos—El hombre con lentes negros que estaba ante los terroristas sacó de su maletín un artefacto parecido a una inyección —Hoy están de suerte señores, ya que nuestra generosidad extendió un 50% el pedido que hicieron—
—Excelente— Veían el botín con gusto y los litros de aquella rara sustancia que les mostraban
—Aunque, requeriré a cambio un pequeño pedido de ustedes—
—Bien, ¿qué quieres?—
—Quería decirles que admiro mucho su valentía ante sus ideales, su firmeza por conseguir sus logros...—
—¡Habla de una vez entrometido!—
—¿No tienen la capacidad de hacer más acaso?... Vamos caballeros, sus hombres son fuertes, consiguen una regeneración sin igual, derriten las varas de fierro como mantequilla... Si su líder valorara su potencial, ¿por qué no mueren ellos en lugar de ustedes? ¿por qué sus capacidades y vidas de ellos tendrían que valer más que la suya?—
Editado: 13.06.2025