- ¿Estás emocionada?
- No.
- Que amargada.
- ¿Quién se emociona por entrar a clases? Ah si, tú.
Le respondo sonriendo con boca cerrada, rueda los ojos y entramos a su carro. Primer día de clases, odio ir a la escuela...todo por este hombre a mi lado.
- ¿Música?
- No.
Le pega al volante haciendo una rabieta, odia que sea así y por eso lo hago, solo para molestarlo.
- ¿En serio, Grace? ¿Tan mamona?
Arranca el carro, bajo mi mano por un costado del asiento y lo acuesto, subo mis piernas al tablero y me le quedo viendo seria.
- Pondré música aunque no quieras.
Bufo y me encojo de hombros, saco la cajetilla de cigarrillos de mi chaqueta y tomo el encendedor de gas que me regalo este señorito y prendo la llama de mi asesino.
- En mi carro no, Grace. Lo apestaras y mi bebé se enojara.
- Lo que tu novio haga o diga me vale una mierda, claro, si llega hacerte algo ese orangután le parto su madre.
Succiono profundo, Peter mantiene su boca entre abierta haciéndose el dramático y por malosa expulso todo el humo a su dirección.
- ¡Grace Hill!
Empezó a manotearme, me reí y pegue mi cuerpo a la puerta, apenas me alcanza ya que debe estar viendo por donde vamos o morimos.
- ¡Está me las pagarás, lo juro!
- Uy que miedo te tengo, mira como tiemblo - me burlé y comenzó a maldecirme, ay cosita.
Te amo.
Entre rabietas de niña pequeña por parte de Peter y dos colillas de cigarro en mi mano, llegamos al infierno.
Subí la ventanilla, que agradecía tanto que los vidrios fueran polarizados y no me vieran. El carro fue estacionado y sin decir nada Peter lo apagó, tomó su mochila y salió azotando la puerta.
Maldito orgulloso.
Bajé del carro tomando mi mochila de la parte trasera, azote también la puerta y Peter puso la alarma. Me sonrió hipócritamente y se marchó como si hubiera llegado solo.
Bufé, respire profundo para luego encaminarme a la entrada. Ignoraba a los estupidos que me insultaban, tire las colillas del cigarro en un bote de basura y en eso escuche algo que me hizo reír levemente, están en último año, maduren.
- Se metió con el director y pasó.
- También con tu padre, dile que quiero saber más sobre anatomía - le guiñe el ojo, enfureció e hizo el ademán de venirse contra mí.
Sus amigos no lo dejaron, levanto mi dedo corazón y susurre "pudrete".
- Señorita Hill, ¿Primer día de clases y ya quiere estar en detención? - baje mi mano, el Señor White me reprochaba con la mirada.
- ¿No escucho lo que me dijo? Deberían expulsarlo.
- Y usted ya no debería seguir vieniendo, pero aquí está. Madure y no se deje llevar por estos simios.
- Tomare nota, hasta luego - palmee su hombro y me fui, no tenía ganas de nada.
Maldito Peter y su emoción de venir el primer día. Yo hubiera venido hasta la siguiente semana o mucho mejor, en cuanto empiecen los exámenes para dejar a todos con la boca abierta de que pase sin rodillas raspadas.
Llegue a mi casillero, puse mi huella en el censor y pone error, chisto la lengua y lambo mi pulgar, lo seco en mi chaqueta y vuelvo a ponerlo.
Error.
Le doy un puñetazo, estupido censor, ¡soy la misma del año pasado idiota!
- ¡Hey!
Con la vista cargada de furia volteo la cara.
- ¿Qué quieres? - llega a mi altura, agitado y con sus mechones de cabello rubio cayendo en su frente.
- No, más bien tú qué quieres con mi casillero.
- ¿Tú qué? Pero siempre fue mi casillero por dos años.
- Ya no.
Empuño mis manos controlándome para no pegarle en la puta cara que mantiene una sonrisa burlona.
- ¿Sabes dónde está el mío? - pregunté lo más tranquila y serena que pude, me hizo a un lado con su brazo y puso su dedo en el censor...luz verde y se abre.
- Si.
Metió sus cosas, no había nada mío ya. Al fondo vi una foto pegada con cinta, me acerqué a ver si podía identificar a las...el casillero se cerró brutamente.
- Es donde estaba el mío.
Abro mi boca lista para quejarme, la campana suena. Este sonríe de lado y guiñándome un ojo se fue.
Oh no.
Respire hondo, calma. No puedes matarlo Grace, solo respira.
Camine rápido, su casillero quedaba justo a lado de la puerta de los baños de chicos. Te odio Logan.
Aguantando la respiración me acerqué al casillero un poco oxidado, puse mi dedo y la luz verde me recibió. Adentro en una caja están mis cosas, comida echada a perder, una chaqueta de mezclilla, fotos que estaban pegadas en la puerta del otro casillero y mucho más cochinero.
Resoplé, saque la comida echada a perder y me fui, pase por un bote de basura ahí eche los desperdicios y camine sin prisa a mi primera clase.
Llegando al salón de Física donde el maestro me aprecia mucho me atreví pasar sin tocar, detuvo por un momento su hablar por mi. Lo vi de reojo y solo negó para después continuar como si nada.
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Editado: 14.03.2020