A la fuerza ©

02 [Mejor bésame]

Gimo bajito en su oído, él embiste con fuerza mientras reparte por todo mi cuello y pechos besos húmedos. 

- Me vengo.

- Ahh

Llegamos al orgasmo, rasguñe parte de su espalda en el acto, diablos sí que fue un buen polvo. 

Con la respiración acelerada miro como hace el nudito al condón y lo tira en el bote de basura, si, estamos en el armario del conserje.

- ¿Te veré esta noche? - pregunté bajito, me bajo del lavamanos y subí mis bragas junto con el short.

- Tal vez. Adiós.

Agarra su mochila que estaba tirada en el piso y se va, suspiro acomodándome  el brasier y la blusa, de mi mochila saco un espejo para ver el desastre en mi cabeza, meto los mechones desordenados lo más que puedo en el moño y verificando que no haya nadie afuera salgo directo al baño.

Ningun baño ocupado, cosa que me tranquiliza, me peino mejor, retoco mi maquillaje y salgo a la siguiente clase. 

Anatomía, Uhh esto me gusta. 

El profesor que imparte esta materia es súper sexi, tiene ya creo que 40 años, pero no se mira viejo sino que con esa barba tan masculina y su voz grave que me hace frotarme las piernas por la humedad, es tan excitante.

- Y es todo por hoy, los veo mañana jóvenes.

La campana suena, todos salen disparados como idiotas. En realidad no saque nada de la mochila así que solo me levanto y camino lento a la salida.

Mi fantasía sexual es que cierre la puerta del salón, no me deje salir y que me someta a él, claro algo sumamente enfermo ya que tiene esposa e hijos, uno de mi edad y no gracias.

- Grace - siento un empujón, gruño y miro molesta a la persona que lo hizo - Deja de fantasear y vámonos.

- Ah ¿Si me vas a llevar?

- Yo te traje ¿No? Debo llevarte a casa sana y salva.

- Uy, cuánto te importa - me da un zape que le regreso.

- Me importas idiota, solo que tu actitud apesta.

- Pues deja de ser mi amigo y punto.

- No, sin mí te mueres - dramatiza y le paro mi dedo corazón, subimos a su auto que no tarda en poner en marcha - Oye ¿A dónde fuiste después de receso?

- Estuve con Deon.

No me gusta mentir, eso es de gente desagradable y cobarde que no asume la verdad. 

- ¿No dijimos que ya no te verías con él? - su tono de voz suena molesto, chisto la lengua y saco un cigarrillo.

- No puedo hacerlo y lo sabes.

- Si puedes, no te ama solo se aprovecha que tú si a él.

Niego, inhalo profundo y me pongo los audífonos, Peter entiende que cuando hago esto no quiero hablar más sobre el tema que nunca se llega a nada.

Amar a la persona equivocada, con eso me refiero que él no te ame, es un acto de valentía y sacrificio ¿Por qué? Simple. A pesar de saber que no te ama sigues luchando para llamar de alguna manera su atención y que se logre enamorar de ti, pero como sacrificio es verlo con otras besándose o tocándolas morbosamente y no poder hacer nada.

Me muero de celos cuando lo hace en mi cara y lo hace porque sabe que no somos nada, tengo sexo con él y es el único, pero si algo no te pertenece debes quedarte callada ya que es algo que no debe interesarte.

El amor es una mierda.

Miro mi casa, Peter estaciona y yo solo me volteo a darle un beso en la mejilla y bajo. Sin palabras, así como siempre hago cuando quiero ignorarlo.

Adentro no hay nadie, todos trabajan y llegan tarde, la casa es para mi solita que disfruto durmiendo, ¿Tarea? Aburrido, nunca la hago.

Por eso creo que siempre repruebo o paso con siete apenas. 

Estudiar casi no me importa la verdad, heredaré una pizzería, trabajo asegurado, no ocupo el estudio.

En mi cuarto me despejo de la ropa quedando en interiores y pongo música alta para bailar un rato, luego cambio el ritmo y me acuesto boca arriba en mi cama.

Agarro mi teléfono y marco el número de Deon, rara vez me contesta, siempre me manda al buzón. 

Como ahora, maldigo y dejo caer el teléfono a un lado.

Golpeo ligeramente mi frente con las manos sintiéndome estúpida, he intentado sacarlo de mi mente y corazón, después de un año no lo logro.

Se enterro en mi corazón con clavos de acero, quiero ser amada por él y no sólo su juguetito sexual que le mantiene las piernas abiertas dónde y cuándo lo desee, pensando que algún día se compadezca y me corresponda.

Lo sé, soy una idiota que cayó en el cruel juego del amor.

Doy largas respiraciones evitando no llorar, me levanto dispuesta a tomar una ducha fría y arreglarme un poco para salir.

Es lunes, pero en Galimore de noche la fiesta nunca termina.

***

<<Estoy en tu cuarto y no hay nadie, ¿Dónde estás?

>>En...¿sabes que?...que te importa. 

Le grito a mi teléfono, tengo hipo y ya no estoy en mis cinco sentidos, le cuelgo cuando se empieza alterar, que se joda el cabrón.

Guardo mi bebé en el bolso pequeño como puedo, bebo otro shot de tequila y gritando emocionada me voy a bailar. 

Entre cuerpos sudorosos muevo el mío al son de la música, siento unas manos en mis caderas y como se pegan a mi cuerpo, las manos son grandes y venosas, un hombre.




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