A la fuerza ©

10 [Tú te lo buscaste]

Me saca del auto en brazos, me siento mareada y con ganas de morir, el dolor en mi cara se ha vuelto insoportable.

Llegamos a su piso, me dejo en el sillón y se fue escalera arriba, agarrándole del cojín grande me logre sentar.

¿Ahora cómo saldría? 

Puedo llamarle a Peter, se quedó la llave en mi bolso con ropa. 

Miro a duras penas a mis alrededores, nadie. Saco el teléfono y busco el contacto de Peter, mis dedos tiene sangre y se me hace difícil deslizar,,maldigo y me limpio la mano en el suéter.

- Dame eso.

- ¿Grace qué te ha pasado? - ambos bajan, uno más rápido.

Bloqueo mi teléfono y lo pongo debajo de mi pierna. 

- Dame el teléfono, ya - extiende su mano, solo la miro y cuando llega Lili la abrazo fuerte.

- Me pego, Deon me hizo esto - le susurro con voz quebrada.

- ¿Por qué? ¿A caso no saliste de una mujer, cabrón? - está enojada, la siento tensa. Escucho un gruñido y temo que le pegue a ella también.

- Cállate, si no también te ganarás un morete en la cara.

- A mí no me tocas y si lo llegas hacer te fundo en la carcel, poco hombre.

- Lili - pronunció bajo con advertencia, estoy débil y no podría socorrerla si Deon la toca. 

- ¡Qué te calles he dicho! - ruge asustándome, me aprisiona más firme en sus brazos.

- Ya, tranquilo. Tráeme algo para curarla.

Su aura pesada ya no se siente, levanto la cabeza y la miro suplicante.

- Vámonos, llama a la policía - saco mi teléfono, lo toma viendo la sangre primero.

- Yo...no puedo - ladeó la cabeza y aprieto mi quijada - Deon tiene poder con su nueva familia, las cosas se empeorarían nomas.

Cierro los ojos dejando caer lágrimas, mi teléfono es arrebatado y abro de golpe mis párpados. Lili no me mira, mantiene su vista por encima de mí.

Deon.

- Aquí está, tengo asuntos que resolver. Nos vemos mañana - se encamina al elevador, me impulso decidida a ir tras él, pero soy sentada de un jalón.

- No, Grace. Deja de luchar.

Me suelto de su agarre y elevador se cierra, adiós oportunidad de escapar.

- Auch.

Le pego un manotazo, eso arde. 

- Perdón, necesito echarte alcohol.

Asiento, me recuesto apretando mi muslo por el ardor, cierro los ojos y dejo que me limpie la sangre del rostro. 

- Sube a bañarte y ya te pongo curitas.

- Vale.

Por el momento aceptaré todo, esperando que vuelva a comfiar en mi Deon e irme lejos, ahora sí fuera del país. Mandarlo a la carcel a los pocos años que les dan por maltrato de género la ley corrupta y huir.

- Lili - la llamo, tarda en aparecer en la puerta del baño - ¿Me podrías prestar ropa? La mía está en casa de mi amigo.

- Si, claro. Ahorita vuelvo.

- Bien.

Suspiro y agarro otra toalla para secarme el pelo, miro de reojo mi reflejo en el espejo y abro mis ojos demás.

Mi cara ha quedado horrible, mi nariz está morada, mi mejilla se esta inflamando, mi labio inferior partido, Dios sí que me dio con fuerza.

Maldito psicopata agresivo.

- Ten, espero te quede es la más grande que tengo - y dale con eso. 

¿En verdad estoy gorda? 

Sonriendo falsamente acepto la ropa, cierra la puerta y dejo enojada en el lavamanos la susodicha. 

Dejo caer la toalla y me miró detalladamente en el espejo, no me miro gorda, no tengo rollitos en la espalda como se me hacía antes. 

Aprieto mi estomago y si se hace un gordito, de acuerdo es hora de dejar de comer. 

Respiro hondo y me pongo la ropa, un short de tela y una blusa manga larga, ignoro el hecho de que me aprieta un poco.

Cepillo mi pelo y abro el espejo hacia un lado agarrando curitas de un bote de vidrio. Me pongo un en la nariz y otro en la mejilla con cuidado para no lastimarme más.

Salgo del baño apagando la luz, me acuesto en la cama arropándome hasta arriba y me hago bolita abrazando una almohada.

Eres fuerte, tú puedes. Podrás salir de esta y mucho más, tranquila Grace.
 

***
 

- Esta frío, tengo dos mujeres en casa y ninguna sabe cocinar - empuja el plato, nosotras seguimos comiendo.

Él tardó en bajar, su comida se enfrió y no es nuestra culpa.

Noto a Lili levantarse de la mesa, le reprocho con la mirada y me evita, estúpida sumisa. 

Dejo de comer y me levanto.

- ¿Qué haces? No has terminado.

- Ya estoy llena.

- Siéntate y acábate todo - ordena, me quedo viéndolo por unos instantes y sin importarme agarro el plato y me lo llevo a la cocina.

Escucho un chirrido de la silla, el miedo entra sin permiso en mi sistema y camino rápido rodeando la isla.

- ¿A dónde vas? - pregunta sonriendo malévolo, Lili se voltea justo cuando caminaba hacia mí y le extiende su plato.

- Come ya porqué luego se enfría, Deon.

- Regresa a la mesa, Grace.

- Ya no tengo hambre.

- Me importa una mierda, te sientas en tu lugar y te paras hasta que yo diga.

Iba a objetar, pero mire a Lili que me suplicaba con la mirada. Deon salió de la cocina y nosotras lo seguimos, quiero aventarle el plato a la cabeza. 

Tomo asiento dejándome caer sin cuidado, también dejo el plato recio y el machito le pega un puñetazo a la mesa, lo miro enojada y me apunta con el tenedor advirtiéndome.

Que se joda, no soy una muñeca a la cual pueden manejar a su antojo.

Siento una patada leve, me giro con Lili y le cuestiono con la mirada.

"Ya, por favor"

Dice en silencio, repito sus palabras y picoteo las verduras con el tenedor haciendo un sonido molesto, quiero arruinarle su comida. Estos días sin él en el departamento han sido los mejores, que se largue, nadie lo necesita. 

Siento su mirada furiosa, sigo picoteando con Lili asustada e insistiendo que pare, el sonido chillante se vuelve a oír tras dos manotazos a la mesa. 

Me giro con él sonriente, termina de masticar la comida y se encamina a mí. Levanto la cara retándolo.

- ¿Qué? 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.