Deon
La reunión esta súper aburrida, no entiendo la mayoría de las cosas que se están hablando, Patrick no me dice mucho.
Cuando al fin salen de la sala no tardó en aflojar un poco el nudo de la corbata, tengo una mirada reprobatoria por parte de mi "padre".
- Estuviste muy callado, ¿Ningún caso te intereso?
- La verdad es que no - admito, me siento recto y pongo mis hombros sobre la mesa - Ya no quiero seguir en tu buffet.
- ¿Pero qué dices? Tienes una hija que mantener, debes continuar con tu trabajo.
Su tono de voz es grave, también estoy notando que empieza a enojarse.
- No me gusta, te agradezco mucho por lo que has hecho por mí.
- Pero...- me incita a seguir, me levanto y abrocho el botón del saco.
- Renuncio, gracias por la oportunidad de trabajo que me diste aquí en tu buffet. Ya encontraré algo en lo que soy bueno.
- No tires la toalla así tan fácil, llevas dos meses. Apenas si lees la mitad de los casos, no eres dedicado y eso te va a afectar en tu futuro.
Abrí mi boca con ganas de gritarle que no era mi padre para que se esté entrometiendo en mi vida, pero recuerdo porque me adoptaron y me quedo callado.
Si algo sé muy bien es que las palabras duelen más que un golpe.
- No le tomo importancia a las cosas que me desagradan o no me gustan. Resolver casos, defender a las personas de una mala justicia no es lo mío.
Me acerco, sonrío débil y él asiente.
- Entiendo, cualquier cosa me hablas o a tu madre.
- Si, padre.
Le doy un abrazo corto, palmeo su espalda y me dirijo a la puerta.
- ¿Quieres que mande a Piper para que cuide de Violet?
- No gracias. Ya tengo a alguien que se encarga de ella - se me viene a la mente Grace, ella es la indicada.
- Lo digo para que no pagues por servicio de niñera.
- No pago servicio de niñera.
Río, si, Patrick sabe que la cobarde de Lili se iba a ir en cuanto tuviera a Violet dejándome solo. Él me aconsejó que la cuidara durante el embarazo si ella estaba planeando abortar, nunca se me dio preocuparme por los demás, no sentí nada al saber que iba a tener una hijo, pero mi "madre" no apoyo que dijera que sí al aborto, es una vida, lo primero que se hace es el corazón...blah, blah, blah, todas esas cosas que se defienden y justifican cuando alguien dice aborto.
Ya para darle seguimiento al embarazo de Lili tuve que comprar un departamento y poner cámaras, así seguía mi vida normal en casa de mis padres adoptivos y checaba que no hiciera nada estupido.
Ahora solo queda graduarme de la preparatoria, conseguir trabajo en un lugar que conozco muy bien y cuidar de mis mujeres.
Parqueo el auto dentro del estacionamiento de la torre. Salgo tranquilo y prendiendo la alarma, cosa que desde mi piso no escucharía. Lo bueno es que ahora existe una aplicación para todo, cuido de mi preciado auto desde el teléfono.
Saludo a Lane, entro al elevador y subo a mi piso.
Antes pensaba que iba a dejar a Violet en un horfanato, que no iba a encariñarme con ella y sería fácil. Claro, sin que se dieran cuenta mis padres y me quitaran su apellido y todo lo que conlleva.
Pero al verla en esa camita, tan chiquita, vulnerable...frágil. Mi corazón volvió a palpitar a mil por hora, me enamore y estaba agradecido por no haber decido abortar, Lili me había dado una hija, a ella empecé a quererla y quería comenzar de cero, nunca es tarde para hacerlo ¿Cierto?
Por eso me decepcione y enojé mucho, al no ver rastro de ella en su habitación del hospital, no imagine que después de tanto no se diera nada. Que no sintiera amor por su hija o por mi, fui estúpido e ingenuo.
Cosa que no volverá a pasar de nuevo.
***
Es de noche, mi bebé se acaba de dormir recién comida y cambiada, Grace también anda en el quito sueño en su cuarto, bajo las sábanas, desnuda y llena de mí.
¿Protección?
No, para eso la inyecto. Aparte estoy sano y los exámenes que fuimos hacer para los dos también ella salió saludable, así que no me preocupo.
Beso por última vez la manita de mi hermosa hija que enrola sus dedos en mi dedo con fuerza, a lo mejor presiente queme iré y por eso no me suelta.
Sonrío dejándola en la cuna, arropo su cuerpecito y sigiloso me voy de su cuarto dejando la puerta entreabierta.
Bajo a la primera planta, camino al elevador y desciendo, prendo las cámaras, las reviso todas para ver si funcionan y me quedo viendo la que da justo al cuerpo de Grace en su cama.
No quiere que durmamos juntos, es bien terca y orgullosa. Se la hace de perra rabiosa y grande, cuando en realidad es un cachorro asustadizo y llorón.
Guardo mi teléfono en el pantalón, con un gesto de mano me despido de Lane, a largas zancadas camino a mi auto.
En diez minutos inicia una carrera en el Boulevard Golden Revenge, justo como su nombre lo indica voy por mi venganza y a ganar dinero.
Gracias a que es de madrugada y casi nadie transita en las calles me doy la libertad de superar los kilómetros establecidos y llegar a tiempo.
Me registro y busco el maldito nombre del hijo de puta.
- ¿Con quién competirás?
- Russell.
- ¿Seguro? - su pregunta me ofende, le aviento la tabla demostrándole mi indignación.
- Claro que estoy seguro, idiota. ¿No sabes quién soy o qué?
Se soba la nariz, niega y no pierdo tiempo explicándole. Debe ser nuevo o no me reconoció, hace más de un año que no les dejo verme, perdido y responsable, el Boulevard de donde saque a Grace.
- Lo veo y no lo creo - menciona al verme, lo saludo de medio abrazo y a los demás con una chocada de manos - Pero si es el diablo en persona.
- Cállate imbécil, eso es pasado.
- Si como no, ¡Amigos! - grita llamando la atención, ruedo los ojos y me cruzo de brazos - ¿Saben por qué se le dice diablo aquí a mi amigo?
- ¿Por qué? - preguntan varios curiosos, empujó el cuerpo de Alan para que no lo diga.
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Editado: 14.03.2020