A la fuerza ©

16 [Gritos desgarradores y llantos]

Deon

 

Inhalo profundo, me dejo caer en el sillón y mis sentidos se agudizan de inmediato, tallo mi nariz un poco para luego darle un trago a mi bebida. 

La fiesta después de haber ganado por tercera vez en la noche está siendo muy aburrida, quisiera que Grace estuviera aquí. 

- Oye, Russell está afuera preguntado por ti - no sé quién chingados me dice eso al oído.

Me levanto como puedo y tambaleándome un poco salgo de la gran casa, Russel con dos tipos a sus costados en posición intimidante.

- ¿Qué? 

- Otra carrera.

Bufo, me cruzo de brazos y remuevo mi nariz.

- Ya te gane dos veces, vete a molestar a alguien más

Lo corro como un perro con la mano, me giro dispuesto a volver a entrar a la casa, pero soy volteado bruscamente del hombro. Pierdo el equilibrio y caigo de lado.

- Mierda.

- Una carrera más Deon.

- Deja de joderme, Russ.

Iba a levantarme y pone su asquerosaa bota en mi pecho evitándolo, gruño y golpeo su pierna.

- Apostemos algo grande y digno de esta última carrera.

Dejo de intentar quitar su pie, respiro hondo y lo miro directo desde el piso, ay creo que me maree.

- ¿Qué quieres perder ahora?

Ya le quite su auto, no creo que tenga algo más para darme.

- Más bien dime tú qué apuestas.

La pienso, puedo devolverle su auto.

- Tu cochinero de auto.

- ¿Y si mejor a tu mujer?, por ahí escuché que sigue siendo Grace.

Me río fuerte, cree este pendejo que ella es un objeto para que la este apostando.

- No, ella no es una cosa.

- Gallina, temes perder.

Me cabreo por eso, golpeo su otra pierna con fuerza y se aparta. Me levanto con el bilis subiendo conmigo y vomito en el césped.

- No correré contigo, perdedor.

- Mira quién lo dice, cobarde.

Gruño, me abalanzo contra él y sus perros me sujetan antes de tocarlo.

- ¡Te voy a ganar estúpido!

- Demuéstramelo.

Empujo a sus perros lejos de mi, me acomodo la chaqueta y voy directo a mi carro, me trepo haciendo rugir el motor. Alan de la nada se interpone frente al auto diciendo algo que no le entiendo y golpeado el capo.

Vuelvo hacer que el motor suene, avanzo un poco y Alan se enoja.

- ¡¿Qué carajos quieres?! 

- ¡Baja del auto, estas drogado!

- ¡Debo ganarle a ese imbécil por tercera vez para que deje de joder! - grito enfurecido, vuelvo avanzar y tras pegarle de nuevo al capo se aparta.

Me muevo a lado del auto de Russell y bajo la ventanilla.

- ¿Listo para perder, idiota? 

No me contesta, solo sonríe y hace rugir el motor. Lo imito y una chica con un vestido súper pegado y corto se pone entre ambos. Sube una tela color verde fosforescente y empieza a contar.

- ¡Go!

Piso el acelerador, hago cambio y doy vuelta limpia, lo arrebazo sin esfuerzo. Río como loco, vuelvo a dar la vuelta y no suelto el acelerador. Una calle larga, Russell viene atrás de mi, muy lejos. 

- ¡Por estúpido! - le gritó al espejo retrovisor.

Unas luces me ciegan, evado al carro y me concentro en la calle, meto cambio y quemando llanta giro. 

Grito eufórico y con la adrenalina recorriendo mi cuerpo a todo lo que da. Se siente fantástico. 

Miro la bandera a cuadros, agarro el volante con mis dos manos y no despego mi vista de la meta.

- ¡Perdedor! - gritan a mi lado, el carro de Russell me arrebata, cruzo la meta siendo segundo y me enciendo.

Paro el auto de golpe dando un giro y quemando llanta, bajo y la mayoría de los que estaban en la fiesta festejan con Russell, niego y subo al auto de nuevo.

Me voy a casa, jugo sucio, que cree que no mire las llamas. Uso nitrógeno, eso no se vale.

Estaciono, bajo torpemente y pongo la alarma. Entro al edificio notando que Russell ya está aquí.

- ¿Lane?

- Ahh

- ¡Ey, suéltalo! - avanzó hacia dónde lo tienen retenido, uno de los perros del malnacido me detiene del pecho.

- Subamos a tu piso y lo suelto.

- ¿Cómo sabes que vivo aquí?

- Te seguí, duh.

- Suelta a Lane o ni madres me subo al elevador contigo.

Truena sus dedos, Lane cae al piso y le pregunto si está bien. Alza su pulgar, está bien. Suspiro y miro detrás de mí, no tengo escapatoria.

- No te daré a Grace, jugaste sucio.

- No había reglas, ¿Cuándo dijimos que estaba prohibido o no? 

Hago puños mis manos, me acerco a grandes zancadas y le propino un buen puñetazo a la cara que lo anda al suelo.

- Eres un perdedor y ellos no merecen premio, así que lárgate - escupo su cara.

Siento como me empujan por la espalda y luego un golpe en el estomago. 

Mierda, me han sacado el aire.

- ¡Abre el maldito elevador! - niego, vuelven  a pegarme y me encojo.

Russell jala de mi pelo levantando mi cara y zas...mi nariz explota, siempre he sido muy sensible de esa zona.

- Saquenle la tarjeta - ordena.

Empiezan manoserame, forcejeo y recibo otro golpe en la cara.

Hijos de perra, son tres contra uno.

- Y tú baja ese teléfono o te vuelo los sesos - volteo con Lane, me mira asustado.

La sangre cae y sacan mi cartera que trae la tarjeta deprada, tiran todo en la ola sobra hasta dar con ella y se la dan a Russell.

Sonríe macabro, vuelve acercarse y quiero golpearlo, pero mis brazos están atrapados. 

- Grace es mía y cuando le diga lo que hiciste te va a odiar de por vida - me acaricia la cara con la tarjeta.

Gruño y me retuerzo, da un paso atrás y se voltea yendo al elevador.

- ¡No, suéltame! 

Le doy un cabezazo, caemos los dos y me levanto con dificultad, quiero detener las puertas, pero se cierran. Las golpeo llenándolas de sangre.

Dirían que no sabe el piso, recuerdo que la tarjeta lo tiene y en grande. 




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