Tuve empacar un par de cosas y tomar un vuelo con Rebekah a New York.
Después de un par de horas habíamos llegado.
- Vamos a buscar a la cura. - Me dijo.
La tome del brazo.
- Antes tenemos que buscar un hotel sabelotodo. - Le aclare. - Conozco uno en todo el corazón de New York.
Me miro no muy convencida.
- No seas amargada, además tal vez podamos ver la torre Stark. - Dije entre risas.
- Tienes que dejar de ver tantas películas.
- No lo creo. - Arrugue mi nariz.
Y como había prometido habíamos llegado al hotel, reservamos la habitación con perfecta vista.
- Es perfecta. - Dije entrando a la habitación.
- Tengo que admitirlo. - Me miro. - Tienes buen gusto.
Hice un ademan con mi mano y fui a una de las habitaciones, coloqué mis maletas en el armario y me acerqué al cristal, admirando la vista que me daba.
- Ya se dónde están. - Entro Rebekah. - Vamos.
- Claro. - Dije sin mirarla. - En un momento salgo.
FLASHBACK.
Eran los años 40, estaba sentada en ese pequeño bar, mirando las personas bailar. Algunas de estas estaban besándose, deseando que la guerra no existiera y que sus esposos no fueran a morir en esta. Fije mi vista en el bourbon que tenía.
- ¿Qué hace una mejor tan hermosa sentada sola?
Levante mi vista y sonreí.
- Estoy esperando a la pareja perfecta.
El rio con gracia.
- ¿Y esa persona podre ser yo?
- Eso dependerá de cómo bailes. - Le respondí.
- Entonces creo que me arriesgare. - Connor extendió su mano y yo la acepte.
I'll never smile again de Frank Sinatra comenzó a sonar.
Comenzamos a bailar al ritmo de la canción.
-El uniforme te queda. - Dije con mi cabeza reposando en su pecho.
- ¿Si logre impresionarte?
Rei.
- Lo lograste. - Cerré mis ojos.
La canción retumbaba en todo el bar.
- ¿Qué ocurrió con Ashton? - Pregunto.
- Murió. -Subí mi mirada. - Un aquelarre lo mato.
- Lo siento mucho cariño. - Acaricio mi cabeza.
- Hace mucho no me dices así. - Di una pequeña sonrisa. - ¿Por qué tuviste que alejarte?
- Sabes el porqué. - Agacho su mirada para verme. - Ashton siempre va estar en tu vida Beth.
Di una risa melancólica.
- Algún día nos volveremos a encontrar nuevamente, te lo prometo. - Beso mi cien.
- Cuídate por favor.
- Lo hare, quiero estar completo para cuando el destino nos junte nuevamente.
Esa noche bailamos hasta que ya no pudimos.
Días después Connor tuve que irse a la guerra, esperé por él, pero al final nunca apareció. Sus compañeros de tropa me dijeron que él estaba bien, que estaba contento por ganar la guerra.
Quise buscarlo nuevamente, pero jamás lo encontré, decidí entender la idea de que no me quería ver, de que estaba mejor sin mí.
FIN DEL FLASHBACK.
Habíamos entrado a un bar, y allí estaban sentados Damon y Elena. Rebekah con "Sutileza" se acercó a ellos y agarro a Damon del cuello haciendo que su cara quedara contra la mesa.
- ¿Cuánto viviste sin mí? - Pregunto mi hermana. - Muy mal Damon.
Elena nos miró confundida mientras mi hermana le daba una sonrisa y yo me cruzaba de brazos.
- Me siento algo herida Damon. - Quito su mano del cuello de él. - Hacíamos un buen equipo, con sus altibajos, pero éramos una buena pareja.
-Oye, ¿De qué diablos hablas? - Dijo Elena.
- Damon está buscando la cura, y yo lo sigo a él.
Elena lo miro enojada.
- Notaras que no entra tu nombre.
- ¿Estás haciendo qué?
- ¿Qué siente estar equivocada todo el tiempo? - Le pregunto a mi hermana. - La traje alimentarse, Mystic Falls no es un gran bufet para los vampiros, ¿O sí? -Dijo obvio.
- ¿Y condujiste siete horas a New York?
- Si, y como le explicaba a Elena antes de ser interrumpido, mi historia en esta ciudad tiene similitud con su situación, cuando apagaron mi humanidad.
Escuchamos su historia de los 70's.
- Eso suena fatal. - Decía mi hermana.
- Lexy tenía complejo de madre Teresa. - Les respondió Damon.
Asentí con mi cabeza.
- Déjame adivinar, después de muchas noches oscuras con Lexy te convenció de recuperar tus emociones y es justo lo que planeas hacer conmigo. - Le dijo Elena.
- ¿Siempre lees el ultimo capitulo? - Bromeo Damon.
- Mejor voy por un trago, mejor muchos tragos.
- Tráeme uno. -Damon me miro no convencido. - No seas nena. - Le dije y prosiguió a irse.
- ¿En verdad crees esto? - Le pregunto mi hermana.
- Por supuesto que no. - Elena volteo a mirarnos. - Se que quiere la cura, no soy estúpida.
- Solo eres estúpida cuando te conviene. - Le dije para luego sonreír.
- Trata de hablar con la verdad. - Interrumpió mi hermana.
Elena sonrío.
- Damon es como un perro con hueso, Stefan también, seguirán hasta que encuentren la cura y me obliguen a usarla. Creo que tendré que encontrarla primero.
Bekah me volteo a ver y yo le sonreí.
- Juegas con Damon, me gusta. - Dije.
- Él juega conmigo. - Me respondió. - Le devuelvo el favor.