A la sombra del Reich

Prólogo: Kristallnacht

9 de noviembre de 1938

— ¡Adaline! ¡Aaron! — Klaus camino hasta llegar a lo que solia ser el estudio de fotos mas popular de la calle. Todo era un caos, los soldados de las SS seguían rompiendo los cristales y sacando a las personas de sus casas.  Probablemente su madre iba a jalarle las orejas apenas regresara a casa, pero eran sus amigos, tenia que encontrarlos o al menos hacer el intento.

El señor Stein ya estaba bastante preocupado por sus nietos que no habian llegado a casa.

Sin embargo, Klaus estaba siendo testigo presencial de que los oficiales de las SS habian perdido la cabeza por completo. Algunos arrastraban mujeres por el cabello y otros llevaban hombres inconscientes a un camion. Ni siquiera respetaban a los ancianos. Klaus observo a un niño escondido entre los arbustos e hizo lo que tenia que hacer:

—¡Oficial! —grito a voz en cuello— ¡El niño se fue por allá! —señalo la dirección contraria y el oficial le sonrio. —No deje que esas asquerosas ratas escapen.

Asintio con la cabeza antes de irse.

Conocia al niño, conocia a la familia del niño. Es mas ni siquiera podia soportar saber que Hannah Litzenberg, la abuela del niño, la dueña de la panaderia no estaria mas le dejo una desazon terrible que solo empeoro cuando vio en uno de los camiones. Tenia el labio sangrando y un golpe en el rostro. Klaus ni siquiera pudo adivinar todo lo que describia su mirada ¿miedo, temor, angustia?  No pudo soportar el impulso que se apodero de el, se cubrió el rostro y esquivo a todos los oficiales de las SS para ayudarla a bajar de ese camion.

Probablemente su padre se enteraría.

Probablemente estaría metido en un buen lio, pero se enfrentaría a ello despues, de preferencia se esforzaría por no recordar nada de lo que estaba haciendo. En cuanto tuvo a Hannah, la cargo como pudo hasta donde se encontraba su nieto y les pidió que esperararan un momento. Klaus iba a poner a salvo a Hannah aunque asi se le fuera la vida en ello o aunque su madre lo obligara a ir a la iglesia diario a modo de castigo.

Lo que probablemente pasaría la salvara o no.

Diviso a Aaron que tenia a Adaline de la mano, con la mirada le señalo los arbustos y el muchacho lo comprendio casi al instante, despues de todo habian sido amigos desde niños.

Klaus tomo a Hannah y corrieron hacia la casa al final de la calle. Era una pequeña mansión, bastante grande como para que vivieran solo dos personas, quiza por eso Klaus pasaba mas tiempo en la calle. Entraron con rapidez y varias cosas sucedieron de golpe: los tres jóvenes se desplomaron de golpe sin importar si se lastimaban o rompían algo, el niño empezo a llorar abrazado de su abuela. La madre de Klaus veía con horror la pequeña escena secretamente agradecida que su imprudente hijo haya podido regresar a salvo.

No obstante Klaus se dio cuenta de lo que habia pasado afuera, su cabeza era como un huracán de ideas y reflexiones que no lo dejarían dormir. Su padre se habia empeñado en decirle que lo que hacia el partido era por el bien de todos los alemanes, pero eso que pasaba afuera no estaba bien. Entonces decidio hacerse una promesa, una promesa que sin saberlo lo cambiaria todo.

Los ayudare, a todo aquel que lo necesite, esto no pasara si puedo evitarlo, lo prometo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.