Saludó a su compañera que se iba, se acomodó la tarjetita con su nombre en la camisa, se sentó en el escritorio y dio doble click en MSN.
Selene cursaba en la universidad por la mañana y trabajaba como recepcionista en un edificio de oficinas por la tarde. El trabajo le permitía estudiar y navegar en internet sin que nadie le dijera nada, sobre todo en el horario que ella hacía, cuando la mayoría de las oficinas estaban cerradas y casi no circulaba gente.
───── MSN Messenger ─────
Hanna ✩ Expecto Patronum! dice:
seleneee aparecisteee :D te extrañamos el finde!
Fede ♪ El TeSoRo QuE nO vEs, La InOcEnCiA qUe No VeS dice:
posta, estuvo re movido todo y vos ni enterada jajaja
Rodri [no me jodan] dice:
ya estaba por mandar carta documento por abandono de grupo (??
Gaby ♫ Everytime Britney dice:
jajajaja menos mal que volviste! ;)
NickShadow dice:
pasaron muchas cosas este finde :P
Selene ✩ dice:
jajajaj no me maten, chicas!
estuve sin compu todo el finde, pero bueno ponganme al día ;)
───────────────
Durante el fin de semana no se había conectado. No tenía computadora propia y en la residencia estudiantil donde vivía había pocas máquinas disponibles, con horarios estrictos de uso que se volvían imposibles los sábados y domingos, cuando todas las chicas hacían fila para usarlas.
Los chicos del grupo le contaron al toque todo lo que había pasado en su ausencia. Incluso Nick le escribió aparte para ponerla al tanto de lo de Hanna y Juan Pablo. Aclaró que algunos se habían molestado porque él "se enteró demasiado rápido", y se justificó diciendo que le parecía algo público, que no tenía nada de malo comentarlo.
Después de las novedades, retomaron la conversación de siempre, como durante toda la semana anterior. Había noticias sobre la próxima película de Harry Potter y eso los tuvo debatiendo un buen rato: teorías, spoilers posibles, críticas a los cambios respecto de los libros. Entre tanto mensaje, a Selene se le pasó volando el turno en el trabajo.
Salió a las once, se tomó el colectivo y llegó a la residencia a las doce. Era una persona nocturna: a la noche se le prendía la inspiración, así que aprovechaba esos momentos de soledad y silencio para dibujar y escribir. Esa noche tenía que avanzar con algunas entregas de la semana siguiente. Estaban en fechas de primeros parciales, y en la UNA eso implicaba estudiar pero también cumplir con entregas infinitas.
Cuando llegó a la puerta de su habitación encontró una encomienda que le había mandado su familia. Había olvidado por completo que ese lunes iban a enviarle una caja, porque no era algo que hicieran tan seguido. Otras chicas de la residencia recibían semanalmente cajas con comida, productos de limpieza y otros víveres. Incluso había familias que mandaban la plata en efectivo dentro de esas cajas.
Pero a Selene su familia le mandaba poca plata. Le pagaban la residencia, eso sí, y a principio de mes le depositaban en su cuenta bancaria un poco de dinero para que se manejara con lo justo y necesario. Para todo lo demás, se había conseguido el trabajo, que le permitía vivir un poco más holgada.
Aunque quedaba a menos de 300 km, volvía poco al pueblo. Por un lado porque, entre el trabajo y el estudio, no le quedaba mucho tiempo libre para organizar un viaje. Por otro, porque no tenía mucho que hacer allí. No le habían quedado amigos: con sus gustos otakus y un poco darks nunca había encajado en ningún grupo. Tampoco extrañaba demasiado a su familia, que no entendía ni su aspecto ni sus decisiones. A la única que sí hubiera extrañado era a su abuela, pero ya no estaba.
El objetivo de irse a vivir a Buenos Aires había sido el motor que le permitió seguir luego de la muerte de su abuela, la única que le había demostrado un amor incondicional. Con ella había hablado millones de veces sobre la nueva vida que tendría en la Capital: cómo se iba a encontrar con gente que compartiera sus pasiones, incluso quizás con un amor para ella.
Aunque no entendía nada de internet y foros, la abuela sabía que Selene tenía un pequeño reconocimiento en ese mundo, y siempre le decía que cuando se fuera a Buenos Aires se iba a convertir en una artista famosa. Había muerto unos meses antes de que Selene terminara la secundaria, y desde entonces ella tenía la ilusión de su abuela como bandera.
En la caja había algunos paquetes y latas de alimentos no perecederos, dibujos de sus sobrinas y un budín, que, si racionaba, le duraría tres o cuatro días. No había ni una notita ni nada muy personal. La forma que tenía su familia de decirle que la quería, en cierta medida.
Entró a la habitación y cerró la puerta con llave. Compartía cuarto con otra chica que, para su fortuna, dormía casi todos los días con el novio. Se sacó las zapatillas y el pantalón y se tiró en su cama. Miró su celular pensando en que era muy tarde para agradecer por la caja, y vio que tenía un mensaje de Zoe:
"M qde cn gans d vert hoy. Mñn hagams algo"
Selene sonrió, y aunque hubiera querido responder que sí, que quería que hicieran algo, respiró hondo y contestó:
"Tngo q studiar mucho. Conectat a MSN a la tard y hablms"
La respuesta de Zoe llegó en unos minutos:
"Si t la pasas habland cn ls ñoños de HP, no m ds bola -.-"
A Selene le causaba gracia las escenas de celos que le hacía Zoe, que eran un poco en broma pero a veces la broma iba más allá.
"No seas blda. Conectat y hablams. TQM"
Zoe se conectó al día siguiente, y Selene dividió su atención entre la charla con ella, el grupo, y el trabajo en la recepción que, aunque era poco, estaba ahí. Y así sucedió también los días siguientes, que pasaron muy rápido entre la facultad, Internet y las noches de dibujos y estudio.
A veces se encontraba esperando a que llegara la tarde para contarle a los Muggles alguna anécdota graciosa de la facultad. Ellos eran más chicos, y se daba cuenta de la curiosidad que sentían sobre ese mundo que todavía les era ajeno pero estaban esperando.