Han pasado tres días desde la última vez que escribí, no tenía ánimos de nada...ni siquiera de existir, probablemente Leslie no esté feliz con leer esto, pero realmente no me importa.
Me he pasado estos últimos días en mi cama, no he comido casi, hace muchos días no sucedía algo así, pero mis ánimos bajaron de repente cuando te mencionaron, perdón Leslie, sé que tampoco te agradará leer esto. No solo deje de comer, también lloro como si no hubiera un mañana, de hecho, estoy llorando mientras te escribo y a la vez escucho las canciones que alguna vez bailamos juntos, extraño esos momentos en que me mirabas como si fuera tu mundo, cuando me sostenías como si de un cristal estuvieras cuidando y cuando me hacías reír para olvidar mis otros problemas mínimos. En estos días volví a intentar hablar contigo, pero no obtuve respuestas, y eso que te llamé a gritos...bueno, a gritos en mis sueños, si lo hubiera hecho durante un día normal probablemente estuviera en un hospital mental o algo así.
No sabes lo mucho que te amo, lo mucho que te quiero abrazar en estos momentos, me siento en un hoyo sin salida, hace frío aquí abajo y lo único que me haría bien sería poder tenerte cerquita mío.