Carta 9

Han pasado dos días desde que escribí, he tenido algunos trabajos que han consumido por completo mi tiempo, sé que despierto temprano y en la noche a eso de las diez ya no quiero hacer nada y muero de sueño, lo que es bueno porque me ha permitido llevar lo triste que me he sentido. Confieso que he llorado mientras estoy en la universidad, a pesar de que nuestro grupo de amigos se esfuerza por entretenerme, pero a veces es imposible contener las lágrimas porque hay muchos lugares que me recuerdan a ti, amo que se esfuercen tanto por verme bien, aunque yo sé que ellos también te extrañan. A veces me molesta que no sea capaz de dejarte ir, pero es tan difícil...decir adiós es tan difícil.

Se me hace difícil porque siempre está presente, en mi habitación, en mi casa, en la tienda de la esquina en donde todos los sábados íbamos por un helado y lo comíamos sentados en aquel anden, y claramente en la universidad, más que todo en ese árbol donde fue nuestro primer beso, duele como no tienes idea pasar por ahí y no poder sonreírte mientras estamos tomados de la mano, demonios sí que es horrible, quisiera evitarlo pero Leslie me ha dicho que evitar las cosas no servirán de nada, así que intento ser fuerte, al menos en eso porque aún no me atrevo a ir a aquella tienda.

Tengo para contarte que unos cuantos chicos de la universidad han intentado invitarme a salir, lo malo es que les he dicho que no e incluso Isa y Mel me han regañado por eso, dicen que aceptar una salida no hará que deje de amarte, pero ellas no entienden que mi corazón te pertenece y no volveré a amar a alguien como te amo a ti y mucho menos quiero hacerlo, me niego.

Necesito que vuelvas, mi amor bonito, te amo.