A Mitad de un Beso

Capitulo 4 "They Don’t Know About Us"

Mateo

“–Eres pésimo contando chistes

–Y aun así te hacen reír

Clara tiene una sonrisa amplia en su rostro y ese simple gesto provoca que sus ojos se achiquen formando pequeñas arruguitas alrededor de ellos y dándole una apariencia adorable

Ella es adorable

En mi interior, agradezco que Noah y Elena se tomen su tiempo antes de confesarse sus sentimientos, porque eso me proporciona más tiempo a solas con Clara… Un privilegio que no sé si merezco

Debo admitir que, cuando mis padres me avisaron sobre mi cambio repentino de escuela, no esperaba que el lugar fuera diferente a los otros: alumnos intentando acercarse a mí por los apellidos que poseo, chicas “enamorándose” de alguien que no conocen, profesores tratando de ganarse la estima de mis padres a través de mí…

Agotador, sofocante e indiferente

Pero con Clara ha sido distinto, ella desde un principio me ha tratado como a un compañero más, no parece interesada en acercarse a mí para lograr algún tipo de beneficio y tampoco actúa como una “loca enamorada” por mí; eso fue lo primero que llamó mi atención al principio y lo que me hizo quedarme fue la tranquilidad que me brindaba para ser yo mismo a su lado

Noah ha sido un buen amigo, él fue quien me brindó el recorrido por la escuela, aunque estaba seguro de interpretar bien mi papel parece que él se dio cuenta de mi renuencia a los espacios públicos y llenos de personas, por lo que nos movimos a través de los pasillos más tranquilos (aunque presenciamos una pelea en ellos) y también señalaba los salones que estaban vacíos durante algunos puntos del día

Y Elena… bueno, la primera vez que hablamos fue porque estaba buscando a Noah, ella parecía emocionada alrededor de mí, pero no tanto como otras chicas, no, su entusiasmo se debía a algo ajeno a mi persona pero ella nunca me contó de que se trataba

Los tres me han hecho sentir más yo que en los 15 años que llevo respirando en este planeta…

–Lo que me provoca risa es el esfuerzo que pones en tus chistes rancios– la voz de Clara logra sacarme de mis pensamientos, regresándome suavemente al presente

Ella está sentada junto a mí, el almuerzo colocado con suavidad encima de su falda mientras sus aretes de estrellas se mueven al compás de su risa

–No tienes idea…– sonrío para mis adentros”

💍

“–¡Yo misma los ataré juntos hasta que se confiesen todo, incluso sus travesuras de niños!

Clara continúa corriendo delante de mí, usa su mochila como si fuera un pequeño paraguas sobre su cabeza, pero no sirve de mucho, porque su uniforme ha quedado empapado mientras el cabello comienza a pegarse en su rostro

–¡Y te apuesto a que de todas formas no lo harían!

La lluvia me parece un momento de tranquilidad, al final de cuentas es cuando menos gente anda en las calles y se me permite respirar sin máscaras, además de que mi abuela decía que la lluvia podía llevarse las más profundas penas que uno cargaba… tiene que ser verdad si ella lo dijo

Al final he logrado alcanzar a Clara, en este momento prefiero estar junto a ella que caminar solo a casa y agradezco en mi interior el haber rechazado la oferta de mis padres con respecto al chofer privado

Esto es mucho mejor

–¡Malditos ciegos! – ella se detiene debajo de un pequeño tejado en la librería cercana a la parada de autobuses donde Clara toma el transporte a su casa– ¡Ha pasado casi un mes! Un mes donde estuvieron juntos cada día en la escuela, organizamos salidas los fines de semana y sacamos el tema cada uno por su lado… ¿Cómo es que todavía no salen juntos?

Su cabello empapado se adhiere a sus mejillas, pero estas lucen ligeramente sonrosadas al igual que sus labios con pequeñas gotitas de agua en ellos, su habitual diadema parece intacta con la lluvia, pero sus aretes se han escondido estratégicamente

–Tú misma lo dijiste– intento desviar la vista de sus labios– Sienten cosas por el otro desde hace tiempo, sería realmente imposible lograr que se confiesen en un mes

–Pero comienza la época de lluvias… la mamá de Elena me acerca a mi casa para que no pasen estas cosas– señala su uniforme empapado– Voy a enfermarme, eso es seguro

Su rostro se contrae en una expresión de tristeza con la remota idea de contraer una gripe y eso la hace tan única para mí; sus prioridades son sencillas, pero no menos importantes, mientras que lo que se me hace complejo como los sentimientos y la expectativa social, ella sabe cómo manejarlo

Así que decido apagar mi cerebro por un momento

Ella sabe a chicle…

No es una novedad o alguna sorpresa, su aroma es como un dulce de chicle y el sabor de sus labios hace juego con ello

Clara no me aleja, solo se mantiene quieta en su lugar mientras tomo suavemente su rostro entre mis manos, acunando sus mejillas mientras alejo las pocas gotas que se resbalan de ellas con mis pulgares




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