A Mitad de un Beso

Capitulo 5 "All You Had To Do Was Stay"

Clara

“–Disculpa ¿Eres Clara Montiel?

Me giro sobre mis talones para reconocer al dueño de la voz profunda, aunque al mirarlo no sé de quien se trata; es un joven de cabello chocolate y ojos a juego que tiene una expresión que me inquieta

–¿Por qué preguntas?

–Si eres tú– asume y sonríe de lado, ¿Qué está sucediendo? – Me llamo Carlos, soy amigo de Matías…

–Claro – estrecho la mano que él me extiende, aunque dudo un poco al contacto de su piel con la mía– ¿Matías sabía que vendrías?

Se me hace extraño que no me lo hubiera comentado, pero comienzo a buscarlo con la mirada en el patio de la escuela donde se realizó el baile de graduación y aunque pienso que se encuentra con Noah, veo a este último junto a Elena en la pista improvisada donde bailan con bastante complicidad

Pero sin rastros de Matías

–No exactamente

Existe algo en el chico que me hace sentir incomoda y extraña, luce como el típico hijo de una familia millonaria con un traje bastante elegante para un baile en el patio y no pasa desapercibido el anillo de plata que rodea su meñique, es idéntico al que tiene Matías

–De seguro se alegrará de verte– sonrío incomoda– aunque no sé dónde se encuentra

–Por eso mismo te buscaba…

El chico ladea su rostro, parece incomodo con las palabras que intenta expresar, pero sigue existiendo ese algo que me grita para alejarme de él

–¿A mí?

–Matías me ha contado mucho sobre su relación por lo que sé que eres una buena chica– ¿Por qué siento que eso es un insulto? – Así que no puedo cubrir a mi amigo con esto

–¿De qué hablas? ¿Él se encuentra bien?

–Es mejor que lo veas por tu misma

Toma mi mano rápidamente para alejarme del baile”

💍

“Las lágrimas recorren mis mejillas con furia mientras el eco de mis propios pasos ensordece los pasillos vacíos de la escuela, como todos se encuentran afuera en el baile, sé que nadie rondará cerca de las aulas y podré estar sola

–¡Clara! ¡Clara, espera por favor!

Me niego a escuchar su voz mientras tapo mis oídos con mis manos y avanzo más rápido buscando huir de él, mis tacones me desestabilizan lo suficiente para provocar que me tropiece con mis propios pies y caer con un sonoro golpe

–¡CLARA!

Su voz suena desesperada pero no puedo saber dónde se encuentra, las lágrimas no me dejan ver más allá de mis propias manos, las cuales se aferran al piso en un intento desesperado para no quebrarme más de lo que ya me encuentro

–¡Clara!

Está cerca

Siento unas manos sujetándome el rostro con desesperación mientras sus dedos intentan detener las lágrimas que empapan mis mejillas, el mismo tacto que hasta hace poco me provocaba risas y sonrojos, pero ahora solo produce dolor en mi corazón

–¿Estás herida?

Sus manos rodean mis hombros con suavidad mientras me ayuda a levantarme con un rápido movimiento y solo cuando siento que mis pies están estables en el suelo, lo empujo con rabia

–¡Aléjate de mí, Matías!

–Clara…– su voz está teñida de dolor, pero el enojo no deja que me detenga

–¡No repitas mi nombre, solo me haces sentir peor!

Las imágenes de lo sucedido vuelven a mi mente una y otra vez como un torbellino desagradable: un vestido azul, sus manos en esa cintura, cabello rojo, los ojos cerrados y labios unidos

–Déjame explicártelo, no es lo que parece

–¿Acaso tienes un gemelo malvado que se estaba besando con una preciosa pelirroja detrás de la escuela?

Silencio, doloroso silencio

Las lágrimas por fin me brindan una tregua en el momento exacto para mirar el rostro de Matías luciendo sorprendido ante los hechos expuestos y como es que desvía la mirada con vergüenza

–Yo no la besé…

–Supongo que ella se tropezó y cayó directa a tus labios– me burlo molesta– ¿Qué pretendías con todo esto?

–¿De qué hablas? – frunce las cejas mientras me observa

–¿Acaso fue un momento de aburrimiento? ¿Un acto de rebeldía porque te separaron de tus amigos ricos? ¿De aquella chica que por todos lados se observa que está a tú nivel? ¿Tan poca cosa te parezco?

–Jamás he dicho eso, Clara– sentencia con dureza

–Y tampoco lo niegas

Ambos nos miramos por unos segundos, no logro descifrar la expresión de su rostro y tampoco me interesa, siento como mi respiración se acelera con el pasar del reloj mientras me contengo de gritar por lo que he visto




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