A nuestro final

Augurios

El Ocaso llegó rápidamente a los ojos de las tropas, para ellos estas tierras eran despreciadas por Nahr, razón por la cual los días siempre serán más cortos, pero tenían el consuelo que esta noche tendrían verdadero descanso. A diferencia del día anterior, la guardia no divisó ninguna amenaza en la distancia; y el sacerdote Clark les informó a todos que un segundo ataque era poco probable en el corto plazo, los grupos de no muertos suelen distanciarse mucho entre ellos.

 

Aun así había un hombre que no pensaba dormir esta noche. Este hombre, con su piel bañada en sangre por obra y gracia del Dios Rüurno, se encontraba en una oficina improvisada, revisando múltiples documentos y comparando estrategias a la luz intensa de múltiples faroles a su alrededor, todos los documentos que se iluminaban tenían un emblema de aguila en ellos, señal que indicaba el rango a quien iban dirigidos.

 

“Ah…- suspiró para sí mismo- no parece haber ninguna otra alternativa”

 

Ante su resignación el hombre tocó una campana pequeña, con lo que inmediatamente un soldado llegó a través de unas cortinas que actuaban como puerta.

 

“¡Señor!” exclamó el soldado tomando una postura recta y a la espera de órdenes.

 

“Manda a traer a Clark, y a jack”

 

“¡Si, mi señor!” respondió el soldado partiendo inmediatamente.

 

solo unos minutos después la cortina una vez más se abrió

 

“¿Nos mandasteis a llamar, mi lord?” exclamó el sargento Jack al llegar junto con el sacerdote Clark

 

este hombre con la piel bañada en sangre y el cabello blanco como la nieve era nada menos que Lord Cruel, el noble propietario de todas las tierras fronterizas con la cordillera del eje occidental, cordillera que ahora mismo estaba actuando de barrera natural contra las hordas de no muertos y cuyo único acceso a las tierras perdidas era este pasaje en el que se estaba construyendo el fuerte

 

“Preparen tres carruajes y seleccionen a 10 hombres cada uno, nos iremos al zenit el dia de mañana” respondió con frialdad lord Cruel

 

ante estas palabras ambos hombres estaban confundidos, pero el primero en recomponerse inmediatamente fue Clark quien habló enseguida.

 

“Mi señor ¿no cree que está tomando una medida peligrosa? puedo entender que mi ausencia pueda ser reemplazada de forma eficiente con unos cuantos documentos para instruir a los voluntarios médicos más experimentados, pero considero que la guia del sargento Jack es imprescindible para la administración del fuerte”

 

“El sumo sacerdote Clark tiene razón señor, aunque sea demasiado modesto al expresar su propia importancia para mantener la buena salud de las tropas considero que no es adecuada nuestra partida, sin men…”

 

“Silencio- dijo Lord Cruel interrumpiendo a la vez que arrojaba un documento sobre la mesa- Quiero que miren este documento, no tienen permitido hablar sobre él con nadie fuera de esta oficina”

 

los dos hombres revisaron el documento, ante eso sus rostros perdieron el brillo que les proporcionaba la sangre, sus ojos se abrieron hasta casi salir de sus cuencas y sus rodillas empezaron a flaquear hasta que necesitaron sentarse.

 

“Por los divinos- exclamó Clark- ¿Tantos son?”

 

“Señor, esto debe ser un error de cálculos causado por algún observador ebrio” comentó inmediatamente jack

 

“Los documentos ya han sido revisados 17 veces, de hecho este es el último informe y cada vez los números son más”

 

“pero ¿qué haremos?”

 

“Señor, si esa horda llega hasta aquí el fuerte no servirá de nada y las praderas estarán perdidas, debemos retirar a todos señor”

 

“Ya he pensado eso… pero si retiramos a las tropas del fuerte la horda seguirá su camino y entonces”

 

“Entonces seguirá avanzando y llegará rápidamente a los campos de cultivo…” dijo jack inmediatamente

 

“Veo que sabes bastante bien lo que ocurrirá, por eso necesito que abandonen el lugar conmigo al zenit”

 

“Pero señor ¿huiremos abandonando a estos hombres y mujeres a una muerte segura?”

 

“Temo que así debemos hacerlo, ya he ordenado refuerzos que se dirijan a este fuerte, son 7500 hombres, por desgracia no llegaran a tiempo, así que nos reuniremos con ellos a 6 días de distancia y luego les asistiremos a retomar el fuerte… por mucho que duela admitirlo estos hombres deberán luchar y morir para que los refuerzos lleguen a tiempo y que así la plaga no se extienda” 

 

“Clark, como hombre de la iglesia del amanecer no tengo poder sobre lo que hagas, te pido que abandones este lugar para garantizar tu seguridad pero… estaria muy agradecido si pudieras reunir voluntarios para asistir la retoma del fuerte” 

 

“Yo… entiendo, señor, y sé que la iglesia estará a favor de apoyar su causa para evitar un mal mayor”

 

“Gracias. Jack, tus estrategias son novedosas y funcionales, y tu potencial de combate está muy sobre la media, te necesito para idear y organizar la retoma”

 

“Se-señor, yo… yo necesitaré algo de tiempo para planear la mejor estrategia”

 

“Cuento con eso, preparen todo al amanecer y procuren no revelar esta información a nadie, ahora regresen a sus aposentos” 

 

Los dos hombres asintieron y se retiraron, dejando una vez más a lord Cruel solo con sus documentos y sus pensamientos… En ese momento se cubrió el rostro con ambas manos y lloró a los dioses por su perdón, pues sabía bien que sus acciones harían juego irónico con su nombre.

 



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En el texto hay: zombis, dioses, guerra

Editado: 16.04.2024

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