A nuestro final

Partida

El alba iluminó una vez más los campos teñidos de color carmesi que rodeaban la foraleza, pero esta vez no hubo alabanzas ni gritos festivos. La noche fue calma y, aunque con dificultad, las tropas pudieron tener el merecido descanso que anhelaban.

 

La mañana se encontraba bastante animada, era la partida oficial de Lord Cruel, estaba programado que haría otra inspección en dos meses, con la intención de revisar la estructura y la eficacia de las tropas, por lo que muchas tropas estaban más bien preocupados por su próxima visita que por su partida actual.

 

Junto a lord Cruel partían también las 50 tropas de elite que formaban su guardia personal, inesperadamente partía también el sumo sacerdote Clark, si bien muchos lamentaban la pérdida de una figura tan importante, sabían bien que como enviado de la iglesia del amanecer era su deber esparcir las bendiciones de los dioses por todo el ducado y no solo en este fuerte.

 

Repentinamente se acerca el Sargento Jack a los carruajes de Lord Cruel, los hombres que ven esto empiezan a tensarse, preocupados de perder en el mismo día al sacerdote Clark y al Sargento Jack, tan pronto desde la pérdida del capitán Maurice.

 

“Señor” dijo Jack llevando su brazo a su pecho en señal de reverencia formal.

 

“Sargento, creí que seleccionaría más tropas para acompañarle” respondió con seriedad lord Cruel.

 

“Señor, humildemente solicito su perdón”

 

“¿mi perdón? ¿no estarás pensando lo que creo?”


“Así es señor, estuve meditando en sus palabras durante la noche y… considero que, como estratega reconocido por lord cruel en persona, mi habilidad será mejor aprovechada si permanezco aquí, organizando las tropas” 

 

“Es un desperdicio de talento tenerte en este fuerte… pero tu opinion tiene sentido, Sargento estarás a cargo de este fuerte, será un periodo de prueba, se te juzgará a mi retorno”

 

“Sus palabras me honran enormemente”

 

“Toma mi espada como muestra de la autoridad que se te ha concedido… espero con entusiasmo tu reporte”

 

“Que los dioses nos guíen con su sabiduría hasta su retorno, señor”

 

Al ver cómo finaliza la discusión entre Lord Cruel y el sargento Jack, y la espada que se le otorgó, las tropas comprendieron la situacion y, alegremente, vitorearon al sargento, aunque procuraron hacerlo una vez alejados los carruajes del lord cruel, después de todo no querían dar la impresión de alegrarse por su partida.



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En el texto hay: zombis, dioses, guerra

Editado: 16.04.2024

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