La larga marcha

Llevamos ya cuatro días cabalgando sin parar, tan pronto como llegamos a la primera aldea requisamos todos los caballos que tienen disponibles, cambiamos las monturas y continuamos inmediatamente, Lord cruel solamente dejaba una con la primera persona que pudiese leer para que se preparasen y estuviesen al tanto. luego de eso seguía cabalgando… el cansancio empieza a dificultarme la vista ¿cuanto tiempo seguiremos asi?. Crei que ser guardia de la nobleza sería una tarea más sencilla, menos marchas, más estar de pie en un salón o probar comida para ver que no este envenenada… pero esto es horrible, estar en guardia constante, enfrentarse a esqueletos durante una noche entera, partir y enfrentarse a bandidos, animales o cualquier monstruo en el camino… en cuanto acabe esta escolta renunciaré, prefiero ser guardia de algún pueblo y lidiar con los ladrones muertos de hambre

“Mi señor, llevamos ya varios días cabalgando sin descanso, ¿podríamos detenernos un momento para poder dormir?”

escuché a uno de los acompañantes de lord cruel pedir permiso para descansar ¿me habrá visto?. No, lo más probable es que sea una expresión de todos los presentes, lo lamento por él, posiblemente sea castigado por sus palabras, pero al hacerlo acaba de expresar el pensamiento de todos los que estamos marchando de escoltas.

“podrán descansar mañana, cuando alcancemos nuestro destino”

Entonces, escuché a lord cruel decir esas palabras, esas palabras que eran tanto desmoralizantes como imponentes, nuestro destino estaba sellado, no tenía ni idea de a dónde íbamos, y parece que a Lord Cruel no le interesa que lo sepamos, lo único que importa es que lo protejamos en el camino.

Entonces otra persona se acercó a Lord Cruel, uno de sus guardias más privados, me encantaría saber su nombre y así poder codearme con los altos cargos.. pero supongo que mi trabajo solo consiste en vigilar las amenazas externas.

“Señor, aun estamos muy lejos de la ciudad de Mixel, no creo que podamos llegar mañana”

“no nos dirigimos a Mixel, August, a ella ya va un mensajero que envié con antelación”

¿no vamos a Mixel? pero si cualquier otra ciudad cercana está a mínimo 10 días de recorrido. No hay forma que podamos conseguir los refuerzos a tiempo si no es en Mixel ¿será que Lord Cruel va a abandonar sus tierras y buscar asilo en otro ducado? eso no sería una mala idea, me libraría de volver a ese lugar condenado y podría buscar un nuevo trabajo.

“Disculpe señor, pero si no vamos a Mixel ¿a dónde nos dirigimos entonces?”

“el último reporte que tuvimos de los verdes era que se pasarían de Ixpal a Naulita atravesando los bosques cercanos a Mixel, si nos damos prisa podremos interceptarlos a medio camino”

¿Los verdes? ¿quiénes son esos? ¿cómo interceptarlos? ¿vamos a marchar cansados para exigir a un grupo de salvajes que nos ayuden o los matamos?

“¡Raul cuidado!”

Un árbol cayó justo a mi lado, por fortuna recibí el aviso y solo tuve que moverme un poco a la derecha

“Gracias”

Alberto se me acerca en el caballo y con mucho cuidado de no ser escuchado me advierte que me concentre en el camino y que ya luego él me avisará de lo que hablaron Lord Cruel y su compañía… parece que estaba siendo muy notorio, solo espero no sea un castigo severo.

Seguimos cabalgando todo el día, la anochecer llegamos a un puesto de guardía y lord cruel inmediatamente requisó los caballos que tenían disponibles y nos hizo cambiar las monturas de inmediato, incluso tuvimos que ensillar caballos que eran de carruajes, esos son muy molestos, pero mientras ensillamos los caballos Alberto se acercó a mí y me contó lo que había escuchado de la conversación de Lord Cruel.

Al parecer nos dirigimos ante unos Herejes que no siguen las enseñanzas de los dioses, sino que siguen a una tal Bershka, quien afirma haber sido elegida por una diosa de nombre muy extraño, según parece Lord Cruel va a exigirle que nos ayude. Eso sería genial en cualquier otra ocasión, llevar a un montón de herejes para que sean nuestro escudo de carne y así disminuir el número de gente a perseguir después de la guerra… pero estos son no muertos, si nos descuidamos podrían solo servir para inflar las fuerzas enemigas ¿en qué está pensando Lord Cruel?

Supongo que esta duda permanecerá hasta mañana, cuando interceptemos a los herejes y lo vea por mis propios ojos, por ahora hay que seguir cabalgando.