A otro perro con ese hueso (#8 Serie Refranes)

CAPÍTULO 2

Comenzó por averiguar quién era. Para ello esperó en el mesón de informaciones de la biblioteca hasta que la pareja se retiró. Cuando él pasó por enfrente del mesón, Isidora interrogó a la bibliotecaria.

- Se llama Vicente Aguirre y cursa el cuarto año de Auditoría. – Le dijo la chica sin despejar la vista del computador en el cual ingresaba datos.

- Y esa que iba ……

- No es la novia, si es eso lo que querías preguntar. Solo es una de las muchas que siempre trae para …… “estudiar”. – Dijo la bibliotecaria con una risa disimulada.

A Isidora esa información debió haberla advertido para saber qué clase de hombre era él, pero hizo caso omiso y decidió avanzar con su plan de conquista.

Averiguó los horarios y salones en donde Vicente tenía sus clases y partió en su búsqueda hasta que dio con él. Aún estaba con la muchacha con la que se había estado besuqueando en la biblioteca. Ella se le colgaba del cuello y buscaba desesperadamente su atención, pero él parecía ignorarla por completo. Al parecer, no era un hombre dado a ser manejado por una mujer, pero ya se encargaría ella de manejarlo a su antojo.

Isidora se encargó de aparecérsele en cada lugar al que iba. A fuerza lograría que Vicente se fijara en ella. Primero le mostraría lo que podría tener y, luego que captara su atención, se resistiría a sus encantos hasta conseguir que el hombre se rindiera a los pies. Sabía que no pasaría mucho tiempo hasta que Vicente cayera en su trampa tal como ella suponía. Lo que Isidora no sabía, era que Vicente había puesto su propia trampa también……y la presa era ella.

 

- ¡Maldición! Ya han pasado un par de semanas y no he logrado que se me acerque ni siquiera una sola vez. Apenas y me dirige un par de miradas como a cualquier otra. – Reclamaba Isidora ante Cecilia y Coca.

- Tal vez no te ha visto muy bien. Puede que tenga mala vista. – Coca trataba de buscar una excusa.

- O tal vez no le interesas, Isi. – Decía por otro lado Cecilia de forma más franca.

- Me niego a creer que sea así. Nunca antes me había costado tanto atraer a un hombre.

- Quizás porque nunca pusiste tanto empeño en conquistar a ninguno. Vicente es el primero que realmente te ha interesado y por el que has estado exponiéndote hasta de maneras muy absurdas ante su vista. – Concluyó Cecilia.

- Tal vez debieras buscarte otro objetivo, Isi. Uno al que realmente le gustes, porque se nota que él no es de los que se aferra a una sola mujer. Es más, nunca lo hemos visto con ninguna más de dos veces. Es un mujeriego. No vale la pena. Terminarás sufriendo. – Coca trataba de convencerla, de buscar que razonara, pero sabía que sería inútil.

- Tonterías. Yo lo quiero a él y a él lo voy a tener rogando a mis pies. Ya verán. – Isidora estaba jugando con fuego y estaba a punto de quemarse.

 

 Unos días después de aquella conversación con sus amigas, Isidora ya no aguantó más la indiferencia de Vicente y optó por tomar la iniciativa. En cierto momento lo vio solo caminado hacia la Biblioteca otra vez. Pensó que tendría uno de sus famosos encuentros, por lo que decidió interponerse en su camino para ver si lograba que Vicente tomara un desvío.

- A esta hora está demasiado caluroso para ir a encerrarse a la biblioteca. Quizás ……podríamos tomarnos un tiempo y salir de la facultad por un poco de aire fresco. – Le dijo Isidora sin mirarlo a la cara al tiempo que caminaba a la par de él.

Vicente se detuvo en seco para mirarla sin expresión alguna en su rostro. Como si estuviera decidiendo qué acción seguir a continuación. Isidora en cambio, desbordaba seguridad. Su cara era un sinónimo de persuasión.

- ¿Por qué debería aceptar tu invitación? ¿Me ofreces algo ……mejor? - Le preguntó Vicente con descaro, alzando una de sus cejas y enseñándole un seductor hoyuelo disimulado entre medio de su barba al sonreírle de medio lado. Isidora por una fracción de segunda se desestabilizó, pero rápidamente recobró su cordura y confianza.

- Tendrás que averiguarlo. Puede que te lleves una grata sorpresa. Generalmente no ofrezco aquello que no puedo dar y ahora te estoy ofreciendo pasar un rato sumamente grato, claro ……si te atreves. – Aquel desafío fue suficiente para echar a andar el plan. ¿Cuál de los dos caería primero?

 

*******************

Las semanas pasaron e Isidora se sentía toda una triunfadora, aunque ……era la única que creía que estaba ganando algo. El corazón de Vicente.

Vicente había estado con ella más de dos veces y eso le hacía pensar que lo de ellos iba en serio, aunque aún no había lazo alguno que los uniera. Solo se trataba de fugaces encuentros, algunos en público, otros en su propia intimidad, pero nada que hiciera pensar al resto de que se tratara de algo sólido o de plano ……real. Solo Isidora insistía en tomarse las cosas con seriedad.

- Lo siento, chicas, pero esta tarde quedé de juntarme con Vicente después de clases así que no podré irme con ustedes. – Les explicaba Isidora a sus amigas.

- Ten cuidado, Isidora. Vicente no es como tu te empeñas en verlo. Él jamás te tomará en serio. Trata de no enamorarte porque te aseguro que vas a sufrir. – Trataba de advertirle Coca.




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