A Pesar De Todo

C A P I T U L O 2 1

-Conocí a un chico -comentó Malia de repente.

Estábamos sentadas en la barra jugando un juego de mesa solo Malia y yo mientras que comíamos.

Sentí que la saliva en ese momento se me atasco provocando que tosiera varias veces.

-Entiendo -hablé lentamente -¿Cómo se conocieron?

-En una cafetería, se confundió de mesa y se sentó en la mía por accidente -contesto con simpleza.

No sabía bien cómo manejar este asunto, muy pocas veces hablamos sobre chicos y cuestiones amorosas, no solo porque no tenía la gran experiencia sobre el tema sino que me sentía algo incomoda.

-¿Y él te interesa de manera amorosa? -cuestione atropelladamente.

Ladeó un poco su cabeza -No lo diría así, solo llamó mi atención y nos estamos conociendo.

-Entonces espero conocer a tu nuevo amigo.

Ella sonrió ladinamente mientras regresaba su atención en la comida.

-¿Y qué ha pasado con Cameron y tú? -interrogo.

-¿Cameron y yo? -me hice la desentendida.

-Todos sabemos que te has vuelto muy cercana a él -comento mientras se llevaba un pedazo de comida a su boca- y se ven lindos juntos.

-Puees - me mordí el interior de mi mejilla incomoda -nos besamos en navidad -solté rápidamente.

Malia abrió sus ojos de par a par.

-¿Y por qué yo no sabía nada? Vivo contigo, soy tu amiga desde siempre y no sé nada de tu vida -me reprocho.

Fruncí mis labios junto con mi ente cejo molesta.

-Tienes que ver que estas encerrada en tu vida, no es reproche pero es verdad, apenas estas aquí y cuando estas no platicamos de mi vida o simplemente no platicamos.

Ella hizo un ruido dándome a entender que no le gusto mi comentario, pero no pensaba retractarme, lo que dije fue la verdad.

Pero tampoco me molestaba del todo su situación, ella tenía una vida aparte de la mía, y era muy común que se estresara por la escuela.

-Está bien, ¿pero qué ha pasado después de eso?

-Nada -me limite a contestar.

-¿Por qué nada?

-Pues supongo que ninguno de los dos ha querido comentar algo al respecto, supongo que por no arruinar la amistad -me encogí de hombros -no sé.

-Que tonto, la excusa de "para no arruinar la mistad" está sobrevalorado, más si las dos personas están enamorados de otro.

-No estoy enamorada -la interrumpí.

Ella alzo una ceja lanzándome una mirada divertida.

-Que no Malia, no estoy enamorada.

Apenas y acepto que me gusta el chico castaño.

-Claro, y yo estoy loca.

-Pues tienes varios tornillos sueltos -conteste.

Ella soltó una carcajada.

-Pues entonces está loca te dice que no sirve mentirte a ti misma, la verdad siempre sale a la luz.

Rodee los ojos como respuesta mientras cambiaba de tema.

Ya era tarde noche, y me estaba alistando para la carrera de hoy, aunque aún faltaran un par de horas tenía un presentimiento que me decía que tenía que estar lista de una vez.

Termine de acomodar mi chaqueta hasta que recibí una llamada entrante.

Por favor que no sea él.

Roge en mi interior mientras revisaba quien era.

Cameron.

Inconscientemente recordé la plática de Malia y yo que tuvimos en la tarde.

Sacudí mi cabeza despejando esos pensamientos mientras contestaba.

-¿Bueno?

-Holly, te necesito -me contesto entrecortadamente con un tono de voz ahogado.

-¿Qué sucede Cameron? -pregunte preocupada.

-Ven, por favor -dijo entre sollozos.

Se me en congio el pecho de solo escucharlo.

-Envíame tu dirección y voy para allá -ordene mientras colgaba, a los pocos segundos me envió un mensaje con su dirección y sin pensarlo salí del departamento.

Agarre mi moto y conduje lo más rápido que podía.

No supe que pensar cuando encontré a Cameron parado a la orilla de un lago, con la cabeza agachada mientras veía como sus omoplatos subían y bajaban gracias a que estaba llorando.

Con precaución y cuidado me acerque a él, me acerque a lado suyo recargando mi cabeza sobre su hombro y él me rodeo con su brazo abrazándome para consecutivamente envolverme en un abrazo, enterró su cabeza en mi cuello mientras que yo sobaba su espalda.

Lo deje que llorar en mi cuello, deje que se desahogara hasta que no pudiera más, él parecía aferrarse a mi como un salvavidas y yo solo lo abrazaba más fuerte como si de algún modo pudiera quitarle su tristeza, su dolor.

Pasaron largos minutos donde no cambiamos de posición.

Sabía que un "ya no llores" no iba a cambiar nada, pero a veces el mejor consuelo es que te abracen.

Un abrazo cura a un corazón roto.

Cuando se empezó a despegar de mi limpie su mejilla húmeda mientras le daba una sonrisa.

-¿Me quieres decir que paso? -pregunte con delicadeza.

El chico castaño negó.

-No -contesto con voz ronca y rasposa -pero creo que necesito hacerlo.

Lo mire a los ojos y lentamente asentí para que hablara.

-Cuando estaba en esos rollos yo tenía un mejor amigo. Éramos amigos creo que desde los 6, él era como un nerd, flacucho, con sus grandes lentes y su cabello despeinado, a pesar de que nunca le gustara lo que yo hacia él siempre estaba conmigo, decía que me tenía que cuidar, que era impredecible, éramos como uña y mugre -soltó una amarga risa.

- Justo este día hace 3 años regresábamos de una fiesta, los dos estábamos más que borrachos, festejábamos que por fin se le había declarado a la chica que le gustaba y nos estacionábamos aquí, el lago aún estaba congelado y como dos adolescentes tontos y borrachos quisimos patinar en él.

- Creo que ya sabes por donde van las cosas, fue mi idea patinar, él se negó pero como siempre me siguió, el hielo se quebró y con eso nos hundimos los dos. Los dos sabíamos nadar pero me sentía inmovilizado con el frío del agua, como si estuviera en shock, él me saco de agua.

- Yo ya estaba a salvo -soltó una maldición -Pero estaba aturdido, intente sacarlo, lo juro, era mi mejor amigo, pero solo... no pude, estaba demasiado abajo, a los pocos segundos llegaron los bomberos junto con los médicos, ellos sí lo pudieron sacar del agua, pero ya era muy tarde -su voz se quebró -él murió ahogado por salvarme a mí, ¡tenía que vivir él, no yo! -grito frustrado -murió un 23 de enero hace tres años, ahogado, congelado, y todo por salvarme, de solo pensar que sus últimos pensamientos fueron como sus pulmones ardían por la falta de aire, como desde su interior se congelaba me mata, me mata Holly, una parte de mi murió con él -susurro.



#4771 en Joven Adulto
#22812 en Novela romántica

En el texto hay: secreto, amor, chica fria

Editado: 16.04.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.