A Pesar De Todo

C A P I T U L O 2 2

-¿Po-por qué estás a-aquí? -me odie por tartamudear.

-Solo visito a una vieja amiga.

Solté una carcajada.

-Tú y yo no somos más que dos personas con un paso -conteste apretando la mandíbula sin perder el contacto visual.

-Recuerdo que hoy tu linda amiga ¿Malia, verdad? Dijo que no era bueno mente a ti misma.

-¿Q-qué?

-Te dije que no se me escapaba nada, te recuerdo que tengo a C en la vista.

-¿Por que me a cosas? Recuerdo bien haberte escuchado que ya no me querías volver a ver, que era solo una basura de persona.

Se dió el placer de reír.

-Digamos que cree un fetiche de ti poco saludable.

-Pudrete.

Furiosa colgué la llamada, rompiendo todo contacto visual y me largue de ese lugar.

Sin dudas ya no sabía dónde podía llegar.

¿Espiarme?

Sentí que ya no podía estar segura ni en mi propia casa.

¿Cómo es qué supo de la conversa...

No,no,no,no.

Por favor no.

Solté una maldición, acelere lo más rápido que puede, y corriendo entre a mi departamento.

-¡Malia! -grite tan solo cuando pise el lugar -¡Malia!

-¡En mi cuarto!

Rápidamente me aventure a dicho lugar, abriendo la puerta fuertemente.

-¿Sabes que no tienes por qué gritar, verdad? Te oigo perfectamente.

Hablo sin verme, distraída en su celular.

-¿Cómo se llama el chico que conociste? -fui al grano.

Ella bajo su celular para mirarme confusa.

-¿Qué? ¿Eso que tiene que ver?

La ignore.

-Dime su nombre -ordene con firmeza.

Mi amiga me contesto aún confusa.

Empeze a mover mis manos ansiosa.

-Por favor, no tienes que volver a verle.

-¿Por qué?

Me senté en su cama y la tomé de sus manos asegurándome de que me viera.

-Por favor Malia, has está cosa por mi, no lo vuelvas a ver -suplique -sin preguntas, tengo un mal presentimiento.

Me vio con cara de loca pero quiero suponer que vio la desesperación en mis ojos.

-Esta bien, no lo volveré a ver -contesto.

Y aunque la respuesta no me calmara del todo asentí repetidas veces.

-Gracias.

.........................

Estaba lavando me las manos cuando una enfermera entro al baño informándome que alguien preguntaba por mi.

Me encontraba en el hospital infantil, había venido a ayudar en todo lo que pudiera y a saludar a los niños.

A veces estar tanto tiempo encerrados en una habitación blanca les exaspera, así que cuando vengo intento distraerlos y animarlos.

Sigo a la enfermera hasta la sala de espera encontrándome con mi mamá.

Le si las gracias y me acerque a ella, tenía el ceño levemente fruncido y solo esperaba que nada malo les hubiera sucedido a mis hermanos.

-Hola mami -salude dándole un abrazo.

-Hola nena -me devolvió el saludo añadiéndole un cariñoso beso en mi frente.

-¿Está todo bien? -cuestione.

-Sí nena, Henrry se sentía mal en la mañana pero me acaban de decir que no es algo muy fuerte solo una dolor de estómago.

-¿Lo están atendiendo ahora?-mi mamá asistió -¿Y Harry?

-Esta en su entrenamiento, iba a venir a aquí y tú hermano me quiso acompañar, en el camino le empezó a dolor fuertemente el estómago así que aproveche que me habías contado de este hospital y quise venir, después de casualidad pregunté por ti. 
De hecho uno de los propósitos del porque vine es para hablar contigo.

Frunció mi ceño confundía y me mordisque mi labio.

-Quería preguntarte si me quieres acompañar a una cena con unos clientes, será aquí en el cuidad dentro de unas semanas -hizo una pequeña pausa -tambien pensaba en que podías invita a Cameron -comento con una sonrisa.

Solté una risa ahogada.

-Claro mami, ahí estaremos.

-¡Genial! -contesto con emoción -me agrado mucho el chico y tenía mucha ilusión de que te pudiera acompañar en la cena, -me guiño un ojo -después te enviaré todos los datos necesarios.

En eso entro una enfermera que tenía de la mano a mi hermanito, le salude con una semana brisa y con la mano, Henrry aún tomado de la enfermera me devolvió la sonrisa emocionado, le comentó algo a la señorita señalandonos para continuamente ir corriendo hacia mi.

Llegó corriendo gritando un fuerte «hola» mientras alzaba sus brazos.

Me agaché un poco para poder abrazarlo, tampoco estaba tan alta.

-Mami, ¿Podemos ir a comer un helado con Holly? -pregunto mi hermano ilusionado.

-Claro cariño -dijo madre con amor.

Los lleve a la heladería dónde trabaja Cameron y aproveché que hoy era su día de descanso.

No esque no quiera saludarlo, solo quería estar un rato con mi mamá y mi hermano.

A veces pasar tiempo en familia es necesario.

-¿Te puedo preguntar algo mamá? -cuestione mientras miraba a mi hermano jugar con su malteada ajeno a lo que lo rodeaba.

-Claro cariño.

-¿Por qué tú y papá se separaron? -interrogue con cautela.

Mi madre soltó un suspiro con nostalgia.

-Creo que a veces forzamos tanto las cosas para que encajen que las podemos arruinar, creo que eso paso con tu parte y conmigo. Cuando están casado está bien que los dos tengan sueños diferentes pero creo que para que una pareja a vance deben de tener el mismo camino, las mismas ideas, no puede funcionar si uno va a la izquierda y otro a la derecha al final del camino no van a llegar al mismo lugar, tu padre y yo nos seguimos amando a pesar de lo que ha pasado pero llego un punto de nuestras vidas que tomamos caminos diferentes y lo único que teníamos en común fueron ustedes, e intentamos que volviéramos a encajar sin decir ninguna palabra que eso nos distanceo.

Lo intentamos resolver cada uno por su parte y no como un equipo, que al final nos volvimos tóxicos no solo para nosotros sino también para ustedes y cuando nos fuimos cuenta de eso nos rendimos en vez de luchar como un equipo que éramos.

Finalizó cabizbaja con los ojos cristalinos.



#4768 en Joven Adulto
#22787 en Novela romántica

En el texto hay: secreto, amor, chica fria

Editado: 16.04.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.