La mañana llego, como siempre algunos dorados bajando para el entrenamiento.
Combatir en parejas, es como algunas veces el patriarca maneja esto, además que no está de tanto humor de aguantar tonterías.
Así es su mejor amigo lo mantuvo despierto, hablando de cualquier cosa aun cuando el pidiera que regresara a Libra y al final le dejo dormir en su habitación.
-Vamos Camus, no te enojes- El octavo guardián sonreía nervioso.
-Esto te mereces por andar haciendo estupideces- Y un muy enojado acuariano, tratando de no entrenar si no meterlo en un ataúd de hielo.
No hubiera pasado a mayores, si no fuera que por estas tonterías que cometía constantemente Milo, provocaba que esos intentos de hacerlo paleta de Escorpión, resultaron en que otros dorados cayeran ante Camus.
Aiora sufriendo este frio intenso.
Afrodita acompañándolo de una vez.
Y por poco Shion, si no fuera que lo esquivó y Dohko lo recibió.
Esta mañana no sería la mejor para nadie, ya estaba predicho.
Pero sobre todo, la furia no se contuvo.
-¡¡¡BASTA!!!- Esos ojos rosas furiosos, tenían bastantes años que no los contemplaban, recordándoles a cuando solo eran unos niños.
Acuario se detuvo en seco, más que nada por el cosmos amenazante que venia del mayor, avergonzado por lo que había hecho, se disculpó. En verdad que no es su intención, pero mirando tan enojado al peli cerúleo.
-Camus, descongela a tus compañeros- Esa fue su orden, sabía que la responsabilidad no caía toda en el peliaguamarina.
Dirigió su mirada a un apenado Escorpión que ya se venía venir el regaño que le dejaría caer sobre, por su comportamiento.
-Milo- llamándolo tan serio, y de la misma forma contemplándolo.
-Patriarca… Solo fue una pequeña broma…- Sonrió nervioso, de esta ni la misma Atena lo salvaría –Fue para relajar el ambiente, últimamente estamos muy tensos y no existe razón aparenté- Encogido los hombros, restándole importancia al hecho.
Aquel peliverde estaba por hablar, pero los jóvenes dorados de esta época interrumpieron.
-Bien hecho Bicho- La voz sarcástica y burlona de Cáncer tenía que mofarse de su compañero.
-¿Tienes que comportarte tan imprudente siempre?- El más cercano a Dios no gustaba de entrar con los demás justo por esta razón.
-¡¡¡¿QUIÉN ESTA TENSO?!!! ¡¡¡SOLO ES UNA EXCUSA PARA COMPORTARE TAN IDIOTA COMO SIEMPRE!!!- Géminis hablo, con su manera acida últimamente de actuar.
-Oh, vamos chicos- Sonrió de nuevo –Aman mis bromas y mi forma de ser- Queriéndose mostrar tranquilo y seguro, cosa que hace un tiempo había dejado atrás, pero trataba aun.
-Ya no eres un niño- La autoridad estando en acción –Esos comportamientos tuyos, estarían bien si fueras un aprendiz, pero ya eres un caballero dorado, no puedes estar interrumpiendo de esa manera y poniendo en resigo a tus compañeros, por supuestas bromas tuyas- Tal vez actuaria de otea forma, si no fuera que paso una mala noche, pero tampoco es un motivo para desquitarse con el pobre Escorpión.
-Patriarca…- Su voz nerviosa se demostraba, porque últimamente el si se daba cuenta de mucho, pero no decía todo, además que ver los ojos de molestia de los jóvenes, le causaba un conflicto interno.
-Nada milo, quiero que te quedes aquí y termines el entrenamiento que siempre interrumpes- Sentención, no tenía las ganas de imaginar un mejor castigo, solo dejarlo en el coliseo para que siguiera entrenado por su cuenta.
-Pero… Tenía planes… Yo…- Fue interrumpido.
-¡¡¡YO TAMBIÉN TENÍA PLANES BICHO DEL DEMONIO!!!- Un muy enojado y mojado Piscis le grito, antes de dirigirse a las doce casas -¡¡¡PERO AHORA POR TU CULPA TENGO QUE POSPONERLOS!!! ¡¡¡YA MADURA DE UNA VEZ MILO!!!-
Con la autorización del patriarca todos comenzaron a retirar, no sin antes decirle algunas palabras no muy amigables.
-¿Qué Milo madure? Ja, es más posible que Hades hagas las paces con Atena, antes que eso pasa- Death aprovechaba cualquier cosa para fastidiar a los demás.
-Debes aprender a canalizar tu entusiasmo… No es conveniente interrumpir los entrenamientos o cualquier cosa-
-¿Cuándo dejaras de ser tan infantil? Ya somos adultos y aun te comportas como un mocoso-
Pequeñas palabras, que ya las había escuchado antes, posiblemente no le daba la importancia que quisieran los demás.
Después de todo al octavo guardián, tiene esa naturaleza infantil, y no siempre quiere decir que sea algo malo.
Al contrario es sano, pero no comprendía como es que… El trataba de hacer eso por ellos, que sonrieran con sus bromas, que rieran… Como cuando todos eran pequeños aprendices, aspirantes de una armadura.
Ahora todo era tan diferente y lo entendía, pero sentía que necesitaban recordar esos momentos de inocencia que se les fue negada.
Un pensamiento bastante profundo que nadie crearía que Milo tuviera, considerarlo un tonto, un idiota, imprudente, salvaje, infantil.
Podría decirse demasiado, el solo quiere que todos están bien, puede ser una forma en la que ve mundo y es válido, después de todo somos diferentes y cada quien enfrenta la realidad como puede.
Se sentía mal, por el hecho de querer hacer algo bueno por todos.
Y nadie lo aprecia.
¿Cuántas veces nos sentimos así?
Tratamos de hacer pequeñas cosas por otros, y simple y sencillamente, no lo aprecian, lo ven como algo tonto, que no tiene valor y nos hacen sentir mal.
Puede que esto solo sea un día más en un entrenamiento que al final del día todo estará resulto, pero estos acontecimientos se estaban volviendo más cotidianos.
Antes riendo con él, alabando sus bromas o uniéndose a ellas.
Y viendo lo que era ahora, debía existir algo por el cual ya no disfrutaban sus bromas, sus acciones.
¿Un nuevo enemigo?
¿Una situación ajena a él?
¿Qué todos tengas sus propios problemas?
O que realmente en el fondo.
Lo consideran como una persona de la cual se han llegado a fastidiar y desearían que se comportara a la altura de la situación por una vez.