¿ A que saben las estrellas?

Capitulo 4: Like chicle ✩

Capítulo 4

Like chicle

𝐒𝐢 𝐥𝐥𝐨𝐫𝐚𝐬 𝐩𝐨𝐫 𝐡𝐚𝐛𝐞𝐫 𝐩𝐞𝐫𝐝𝐢𝐝𝐨 𝐞𝐥 𝐬𝐨𝐥, 𝐥𝐚𝐬 𝐥á𝐠𝐫𝐢𝐦𝐚𝐬 𝐧𝐨 𝐭𝐞 𝐝𝐞𝐣𝐚𝐫á𝐧 𝐯𝐞𝐫 𝐥𝐚𝐬 𝐞𝐬𝐭𝐫𝐞𝐥𝐥𝐚𝐬. - 𝐑𝐚𝐛𝐢𝐧𝐝𝐫𝐚𝐧𝐚𝐭𝐡 𝐓𝐚𝐠𝐨𝐫𝐞-

Mini maratón ½

 

 

El fin de semana ya estaba aquí.

Y yo estaba en mi cama, sin ganas de vivir.

Mi padre me dijo que tenía planes con sus únicos dos amigos, pero que si yo quería él podía cancelar sus planes y pasarlos conmigo. No podía hacer así, así que con una sonrisa y entusiasmo fingido le dije que tenía planes de Netflix todo el día y comer comida hasta reventarme.

Spoiler

Eran casi las cuatro de la tarde y no había probado ni un bocado de nada.

Me encontraba acostada en mi cama, me había duchado, y por alguna razón había decidido alisarme mi cabello. Mi cabello no era completamente liso. Era un poco ondulado de las puntas, pero llevar el cabello liso hacía que me sintiera, aunque sea un poco mejor. Estaba en pijama de dormir, solo me había puesto una nueva mientras miraba Netflix.

Por lo menos no había mentido del todo.

Iba ya por la temporada dos de las Gilmore Girls, estaba un poco más a gusto con mi espalda, aun el color raro estaba casi por toda mi espalda y que fuera de tez blanda no ayudaba mucho en estos casos, no tenía malformaciones y se miraba que era algo que cuando se me quitar del todo, no dejaría ninguna marca. Y eso era lo único que me tenía feliz.

Le había contestado a Wayne el día de ayer par que supiera que está bien, no podía seguir siendo egoísta y dejar de hablarle a la única persona que había estado para mí en las buenas , en las malas y en las peores en mi vida, fue muy costoso decirle lo que había pasado el lunes, lloro conmigo por la impotencia de no decir nunca nada como yo lo había decidido, le pregunte sobre como estaban las cosas en el instituto y me dijo que estaba muy bien—además que había adelantado tarea de la que ya tenía pendiente en clases— me comento los compañeros nuevos eran majos y que todo andaban bien. le pregunte si su compañero de mesa le había comentado algo de lo sucedido en estos días, ya que no sabía si las cosas afueras del aula eran un chisme completo. Me dijo que quiso encontrar una manera de tocar el tema, pero que en ningún momento el dio a entender si sabía algo o había presenciado algo. Lo cual eso nos parecía genial.

No quería que nadie más se enterase de la porquería que llevaba conmigo, los amigos de Phil que habían presenciado muchos de los golpes, no asistían al instituto —o creo que ni siquiera habían pasado por uno, a decir verdad —.

Estaba aburrida de ver televisión, así que fui a mi escritorio y tomé uno de los libros que tenia en los estantes leí su titulito y era Hamlet. Aunque ya había leído su historia, decidí que lo volvería a leer para pasar el rato. Tome el bote de agua que estaba en el tocador y me fui a la cama con el mientras le daba un trago largo. No quería bajar por comida, pero el agua en estos momentos ayudaba mucho, era como estar llena sin estarlo aunque estarme que tener levantarme para ir al baño era una de las co…..


—¡Que estas vivan joder!

El bote de agua se resbaló un poco de mis amos haciendo que derramara agua en mi cama, gracias al universo que había podido quitar mi libro de una patada rápida para que no se arruinara. Sentía que el agua se me había ido por la nariz. Así que aun impactada mire con una mirada de muerte.

—¿Estas de broma Wayne? ¿Cómo diablos puedes entrar así? ¡Estas loca!

—¿Pero por qué? —se indigno mientras terminaba de entrar—llevo llamándote casi diez veces dentro de las últimas tres horas, necesitaba saber si estabas viva. Además, tengo las llaves.

—Pero la gente normal no entra así a las casas de otra persona aunque tenga las malditas llaves—conteste desesperada— que estrés, que cuando vienes tu deberías tocar el timbre, luego yo como una persona normal bajo las escaleras y yo a abrirte la puerta. Mira que hasta siento que me pude haber hecho del baño.

—Sabes que, tienes razón.

Wayne salió rápidamente de mi cuarto cuando la llame para que no se fuera, me había quedado en la cama en shock por sentirme mal, pero deje de sentirme de esa manera, cuando escuche como la puerta principal se cerraba y se escuchaba el timbre de casa.

¿Estaba loca?

Me levante de la cama, viendo mientras bajaba las escaleras que mi pantalón de dormir y mi camisa se habían mojado. Abrí la puerta de un tirón —y como sorpresa para nadie— Wayne estaba detrás de la puerta.

Esta mujer estaba de la pata de loca.

—Hola Marion ¿Cómo estás? ¿me dejarías pasar? —me saludo nuevamente con una sonrisa cínica en su cara.

Me quiero reír.

—No se si reír o llorar —baje la vista a mis pies aguantando la risa que quería brotar de ellos —¿Era necesario hacer esto Wayne?

—Pues no se bruja , dímelo tu señorita toca el timbre y bajo a recibirte—hace un gesto desesperado con las manos— las dos sabemos que estos días has estado mas floja de lo normal y vale lo entiendo —empieza a ser señas que quiere llorar— Pero yo solo vengo aquí, a verte y pienso oh mi mejor amiga no querrá abrir la puerta, así que mejor iré yo a buscarla y ver como esta….

—¿Es enserio Wayne? ¿te pondrás melodramática ahora?

—¿Disculpa? —me pregunta mientras se seca una lagrima dramáticamente— tu mejor amiga esta a punto de ponerse a llorar y tu actúas de esta manera. ¡No tienes corazón! Pero la verdad es que yo nunca quise hacerte sen…..

—Hay helado de ron con pasas en la refrigeradora, si ta callas es tuyo.

Silencio. Modo pensativo

—Helado, mas el paquete entero de wafles.

—el helado, mas tres wafles.

—que sean cuatro y la mitad del helado.




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