Capitulo 10: Todos contentos y celosos

Capítulo 10

𝗧𝗼𝗱𝗼𝘀 𝗰𝗼𝗻𝘁𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀 𝘆 𝗰𝗲𝗹𝗼𝘀𝗼𝘀

En nuestro diario vivir, más de alguna persona, que no fueran nuestros padres, amigos u otras personas ajenas a nuestro circulo de confianza, tuvieron que tomarse la molestia más de alguna vez de explicarnos en diferentes formas que necesitamos tomar decisiones correctas.

¿pero cómo sabemos cuál es la decisión correcta?

¿la que elegimos con el corazón?

¿la que se supone que es la más lógica?

¿Cómo se supone que tomar una decisión tiene que ser algo tan simple para saber cuál será la mejor?

En el colegio, te enseñan tantas cosas, clases, numero, graficas, cálculos y muchas, muchas cosas que yo podría nombrar aquí, pero ninguna de ellas nos llevaría hasta el punto de todo esto.

¿Por qué si su primer objetivo es crear autos con valores, porque no nos enseñan cosas que anos ayudarían en nuestro crecimiento?

Porque no en vez de enseñarnos, a como convertir una oración en símbolos, en la clase de lógica simbólica, mejor nos enseñan a cómo hacer tramites u otras cosas que si son de mayor importancia.

Y es aquí donde entonces me hago la pregunta del millón

¿Por qué no enseñarnos a tomar buenas decisiones?

Ese único tema, es el que creo. No, estoy segura. Es el que más me ha complicado mi vida. El tomar decisiones y después arrepentirme de ellas una y otra vez.
podría tomar la palabra de mi padre, y comparar el significado de 𝘭𝘢𝘴 𝘥𝘦𝘤𝘪𝘴𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘰𝘮𝘦𝘴 𝘤𝘰𝘯 𝘦𝘭 𝘤𝘰𝘳𝘢𝘻o𝘯 𝘴𝘦𝘳á𝘯 𝘭𝘢𝘴 𝘤𝘰𝘳𝘳𝘦𝘤𝘵𝘢𝘴.

Pero como saber que esas eran las correctas. Y aquí era donde llegaba yo.

Aquí es donde se concreta la pregunta y trato de repartirla y asegurarme

¿estoy haciendo lo correcto?

Porque ahí estaba yo, caminando hacia las afueras de las salidas traseras por el paso de los vestidores hacia el campo de futbol americano de la institución. Para poder reunirme con Phil.

Después del fin de semana desastroso, el domingo recibí un mensaje a través de Sonia. Ella es una de las pocas personas con las que alguna vez he entablado alguna conversación con los demás compañeros de los últimos años. Es agradable, pero aún no tiene la facilidad para decirle llamar amiga

Esta me escribió diciéndome que Phil me esperaría, a las siete faltando un cuarto para las ocho para poder hablar de los eventos pasados. A las cuales decidí no responderle.

Por más que lo pensé, yo sola, ya que no tuve el valor para decírselo a Wayne o peor aún, comentarle algo de esto a Connor, ya que lo que menos necesitaba era alguien que me quisiera proteger y parecer frágil ante Phil.

Venía con una idea muy clara en la cabeza.

Y esa era, cortar los asuntos de raíz. Se perfectamente que entre él y yo no había nada, y no es que tampoco me gustaría aceptar, subiéndole el ego, que más de algunas veces no pensaba en él, pero ciertamente nunca eran de la buena manera, siempre se traba para dejar ya estar en claros las amenazas y las situaciones pasadas.

Necesitaba urgente darle fin a lo que sentía y el miedo que me carcomía. Connor tenía razón cuando dijo que podía iniciar una relación si yo aun no sanaba, y aunque pensaba que otra persona podría ayudarte en el proceso, comprendí que también todos merecemos tener el cien por ciento de alguien, también nosotros debemos estar dispuestos a dar el cien por cien en nuestras relaciones.

Mientras camino hacia el campo logro observar a Phil con las manos en los bolsillos y la mochila solo puesta sobre un hombro. Mientras lo observo, siento que las manos me comienzan a sudar, me cuesta poder dar los últimos pasos para poder acercarme a él, el miedo, los golpes, las situaciones incomodas, vienen a mi mente como ráfagas de viento para acordarme de ello.

Y pensar que alguna vez ese chico, tan guapo, carismático, fue de quien me enamore de la primera vez.

Soy el tipo de persona que prefiere quedarse con lo bueno de cada persona, aunque sean mil veces mala con mi persona, no soy un ser de alguien rencoroso.

En estos momentos logro pensar que el peinado que me hice fue una mala elección quería verme linda y pensar que hoy sería un buen día y seria victoriosa, pero al tener los nervios a flor de piel, no estoy tan segura de ser la chica más feliz el mundo.

Carraspeo incómodamente para que se dé cuenta que estoy detrás de él.

Phil se da cuenta de mi presencia y se da la media vuelta aun con la vista al campo. Hago lo mismo ya que no me creo capaz de verlo a la cara y también tomando algo de distancia porque no sé de qué lado me puede salir un mal golpe.

—Marion.

—¿Qué quieres Phil? —trato de sonar segura pero la voz me falla

—necesito hablar contigo.

En estos momentos mi mente me grita “corre, corre, corre”

—yo-y-yo también necesito hablar contigo.

Nos quedamos unos momentos en silencio, y por más que quisiera mantener la compostura mi cuerpo no quería resistir.