Dulce o truco o beso
—¿Qué dijiste?
—¿Enserio?
—¿Te repito Marion? ¿Por qué quieres meter en problemas a esta pobre gente?
—Connor ¿Qué haces aquí? — pregunte casi con el corazón en la boca—¿Sabes el susto de muerte que me has sacado?
Instantáneamente lleve una mano a mi pecho y los latidos de mi corazón eran casi a mil por hora. —no sabía si eso existía o pudiera ser posible— pero se sentía como si mi corazón fuera a salir de mi pecho.
Además, que me sentía un poco decepcionada, tenia una minina esperanza que quien estaba detrás mío era Cross. Aunque no sabía aun precisamente que podíamos hablar, el ambiente no era el correcto, pero por lo menos estaríamos solos por unos momentos y talvez así las cosas me saldrían un poco mas fácil.
No quería decepcionarlo.
Quería que darle en entender muchas cosas.
—Lo sé —empezó a reírse mientras y tomaba asiento en una de las lapidas —Honestamente pensé que eras Wayne, pero me di cuenta muy tarde para echarme para atrás. Luego me acorde que Wayne no es castaña caramelo
—¿Te sigues burlando de mi por eso? —me lleve la mano a la frente en modo irritación —¿Cómo es posible que aun recuerdes eso?
—Lo siento Marion, pero nunca en mi vida había escuchado a alguien presentarse y decir que su cabello es color castaño caramelo—replica con el mismo tono en que lo hice yo.
—¡Pero ese color si existe!
—No digo que no exista—levanto las manos en señal de rendición
—Oh por favor, solo olvídalo.
—Nunca lo hare
Me respondió y luego de unos segundos un silencio incomodo se formó entre nosotros.
Sabía perfectamente que las cosas con Connor no estaban tan bien como me gustaría —aunque también cabía la posibilidad que solo fueran inventos míos—sabía que él me estaba evitando, no se si era debido a un código de hermanos que tenía con Cross; pero estaba segura que la incomodidad estaba entre nosotros.
Yo tampoco había sido participe en tratar de hacer algún tipo de conversación con él, me aleje, no sabia si era lo correcto, pero lo hice y cuando lo hice el no me busco en ningún momento, era lo mismo que Cross, las conversaciones con Wayne eran mas fluidas que conmigo.
En su momento pensé que era lo más conveniente debido a la situación que había provocado. Wayne me repetía a cada momento que no tenía culpa, que las cosas no eran tan graves como lo plantaba mi cabeza, siempre solía decirme que dejara de hacer una tormenta en un vaso de agua.
Pero el problema era, que, en mi cabeza, no se trataba de un vaso de agua, en mi cabeza había un mar completo adelante mío, haciendo una tormenta y dejando mucho caos por donde pasaba.
Y su recorrido se situaba en mis pensamientos.
¿Los chicos también tendrían cogidos de amigos? ¿Así como nosotras las chicas tenemos? Fue otra de las preguntas que me hice, podría ser un tema muy interesante del cual saber.
En como los chicos hacían sus códigos o como suelen manejarlos y que limites poseen.
—Hace un momento dijiste que te diste cuenta demasiado tarde, para cuando sabias que era yo. Eso quiere decir que…..
—Eso quiere decir que de haber sabido que eras tú, no te hubieras asustado. Así que deja de inventarte cosas que no son —me respondió con una sonrisa sincera—dije eso porque sabia que a Wayne es difícil asustarla, pero a ti déjame decirte que te asustas con cualquier cosa. Es más ¿ya te hiciste en los pantalones? Lo siento si te asuste mucho….
No termino de decir la frase debido a que decidí pegarle un sopetón en la parte de atrás de la cabeza causando que se quejara pero que soltara una carcajada demasiado fuerte.
Me parecía muy irreal la escena para el lugar en nos encontrábamos.
Tengo que hacer una nota mental para que definitivamente no vuelva entrar a otra casa de estas en mi vida.
—Está bien, entiendo y no me inventaba ninguna escena. —me puse completamente seria —Solo es que tenía curiosidad.
—Si. Curiosidad. Lastimosamente te conozco más de lo que me gustaría
—¿Es una ofensa eso que es escuche acaso?
—Tomalá como mejor te parezca cariño, tómala como mejor te parezca.
El silencio volvió a reinar el lugar.
¿Ya querría irse?
¿No quería seguir hablando conmigo?
No sabía que podía hacer para poder crear mas conversación. Mi mente estaba en blanco en estos momentos. Por mas que le dijera a mi mente —saca tema de conversación— mi mente automáticamente se pone blanco.
Además
¿De qué temas podríamos hablar?
No sabia que mas hacer, así que a lo único que a mi cerebro se le ocurrió fue levantarme de donde estaba y empezar a caminar a modo de seguir con el juego.