Treinta y cuatro horas habían pasado y Dimas ya no podía con la situación, Evan había llegado el jueves por la tarde y apenas era sábado en la mañana y su amante no era el mismo. —Llegamos, señor. —Dimas bajo y miro la mansión, paso saliva, ya tenía una decisión.
I
Evan se levantó temprano cuando el grito del niño llegó hasta su habitación, salió de su cuarto asignado solo para ver a sus hombres perdiendo con un niño que ni dos años tenía.
—¿Qué pasa? —gruñó.
—¡Señor! El joven amo no quiere comer. —contestaron sus hombres.
¿Joven amo? Si el mocoso apenas podía hablar, Dios, ese niño sería un dolor de cabeza.
—¿Dónde está Félix?
—Esta con Kit en la cocina, le están haciendo algo al joven amo.
Evan camino hacia la pequeña cocineta de la habitación y miro que era Kit que preparaba todo para el niño y su hermano solo miraba como se hacía y ponía agua para el café
—¿Félix qué haces? — preguntó viendo como su hermano miraba todo con detalle, pero no ayudaba en nada. Félix lo miro con ojos agudos cuando noto que le hablaba en su propio idioma
—¡Hermano! Kit está haciendo la botella del pequeño Repollo.
¿Pequeño Repollo?
No, eso sonaba horrible. Pensó Evan. Luego prefirió cambiar de idioma cuando noto que Kit estaba viendo con ojos cuidadosos entre ellos. Tonto hombre.
—Ya veo. ¿Félix como es qué pequeño repollo? Es un niño no un vegetal.
—¡Hermano!
—Que. —gruñó Evan.
—Mira lo hermoso que esta. —. Félix señaló al bebe— ¿Nos lo podemos quedar?
Kit abrazo al niño y Evan solo negó, no iba a pelear con Caín por el niño.
—Caín se enamoró de él.
—Oh, ¿pero Dimas lo querrá? nunca lo he visto con niños pequeños y Colby ya está viviendo con Jack. — su hermano canto mirando a Kit con una sonrisa torcida. Aunque era verdad.
Evan asintió—. Eso creo. Por eso Caín lo desea más.
Félix sonrió—. Caín está casi llegando a los cuarenta, será un padre viejo.
—¡Félix!
Félix rio e hizo que el bebé también se riera.
—Preparen todo, hoy vamos a casa de Caín. Dimas ya debe de saber todo, así que veremos cómo va esto.
Evan miro como Kit sonrió y su hermano miro algo decaído al bebé, aun así, tomo su teléfono e hizo la llamada a un viejo conocido, sabía que ellos querían ver si podían agrandar su familia, no podía estar sin un plan B, por si el amante de Caín decía que no.
II
Caín caminó un poco inquieto cuando la ama de llaves dejo unos pequeños platos en el comedor. Dimas solo miraba a su esposo andar de allá para acá y eso le tenía un poco nervioso.
—Evan ya debería estar aquí. — gruñó.
—Pronto llegará. — trato de tranquilizarlo.
—Lo sé, lo siento Dimas te estoy incomodando.
—No te preocupes, lo entiendo. — no, no lo entendía y eso le molestaba.
Los ruidos de los autos de Evan llegaron y luego el escándalo de Félix llegó a ellos, Dimas miró como Román y Lester iban a ayudar y ver a todos, Román entro primero y con él llegaron varias bolsas, atrás de él entro Félix con un niño pequeño, el niño venía un poco dormido, Dimas se imaginó que era por el viaje en coche.
—Caín mira, mira al pequeño Repollo, esta medio dormido. — sonrió Félix.
Dimas notó como su esposo sonrió al pequeño que solo se escondió en el cuello de Félix, se podía ver que Félix era bueno con los niños, un pinchazo en su pecho lo hizo moverse un poco. Se acerco y miro en detalle al niño. Era muy bonito, ojos azules y cabellos oscuros, cara redonda y sonrisa con indicios de hoyuelos.
Lindo.
—¡Dimas! Míralo. Es tan lindo. Di hola Repollo.
—¡Félix el chico tiene nombre!
—Evan, pero Repollo le queda. —Félix hizo un puchero.
—No sé quién te tiene todo consentido.
—¡Tú!
Dimas negó, una parte de él se alegraba que Evan y Félix se llevaran bien, pero ahora, bueno…
—Dimas, ven te presento al pequeño, aun no tiene todos sus papeles, pero bueno su nombre es muy lindo
—Oh, ya veo.
Caín acaricio al bebé y este dormitó más.
—Lester ayuda a Félix con el bebé.
Dimas le dijo a su guardaespaldas, ya que era él que sabía más de bebés, era un tío muy comprometido.
Evan lo miró raro, pero a Dimas no le importo.
La tarde con el bebé en los brazos de todos fue tranquila, el bebé era sonriente y casi no lloraba, paso de los brazos de Félix a Lester tranquilo, de Lester a Kit y Román, después a los brazos de la ama de llaves, así que llegó a los brazos de Caín, el bebé sonreía y reía a todo con Caín y este decidió salir con el bebé para darle un paseo, Lester y Félix se pegaron a él e hizo que Caín rodará los ojos.
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Editado: 17.03.2025