¿a salvo? Nunca

Capítulo VII

Maratón 1/2

Axa

Llevo llamando a Egan como una hora, os pondré en contexto, después de colgar a Michel y que todos se despertaran hicimos la comida, comimos y recogimos todo, tardamos unas dos horas en todo eso, y después, al ver que Egan no llegaba a recoger a su hermano estuve llamándolo hasta ahora. Son las cinco de la tarde, no da señales de vida y yo tengo una misión, ¡mierda!
– Andi, ¿te importaría quedarte con Owen hasta que volvamos? – la suplico – podéis ver la tele, comer palomitas, como si queréis poner la música a todo volumen, pero nada de fiestas.

– Está bien – dice ella tirándose en el sofá.

– ¡Te amo! – le digo tirándome encima de ella y abrazándola- intentaremos volver lo antes posible, pero no creo que volvamos hasta las doce como mínimo.

Sin dejarla tiempo a protestas agarro la mano da Adam y salimos corriendo de casa. Le doy un casco y se monta detrás mío en mi preciosa moto.
– Adam, tienes que agarrarte a mi para no caerte – le digo. Me abraza muy fuertemente y arranco.

Llegamos a la agencia a los 10 minutos. Cuando entramos nos encontramos con un Michel que se sube por las paredes.

– ¡¿Dónde narices os habíais metido?! – grita al vernos entrar.

Le explico lo que ha pasado cambiando un poco la historia para que no sepa he hemos tardado dos horas en comer.

– Vale – dice un poco más calmado –, lleva a Adam a la sala de entrenamiento, Lucas está esperándole y vuelve para hablar sobre el plan.

Y eso hago, llevo a Adam a la sala de entrenamiento y ahí está Lucas esperando.

– Hola, ¿cómo es que sigues viva? Michel estaba que mataba a alguien de los nervios – me río nerviosa y me rasco la nuca.

– Ya... es que un amigo de Adam vino ayer y su hermano no aparecía – le digo.

– Tu amiga también vino – dice Adam cruzándose de brazos.

– Ya pero mi amiga se puede ir sola a casa – le reprendo. Oímos una risa y nos giramos hacia Lucas. Si las miradas mataran estaría hecho cenizas. Se calla y dice:

– Maggie, será mejor que te vayas ya, porque no me gustaría tener que volver a lidiar con Michel – dice Lucas casi empujándome hacia la puerta.

– Está bien – es lo último que digo antes de salir por la puerta.

Llego a la sala de reuniones y ahí están Michel y un par de personas más organizando todo el tema.

– Muy bien, aquí estás Axa, vale, ya sabes, pero te lo recuerdo todo, Esta noche habrá una fiesta de gala en la casa a la que tienes que entrar, por lo que irás de infiltrada, te vestirás de gala y te harás pasar por una joven escritora famosa, cuando todos estén ocupados "irás al baño" si hay alguien cerca que pregunte a dónde vas, bajarás al sótano y recatarás a la familia que hay secuestrada – me pasa una foto de una familia, una chica de aproximadamente unos 10 años, un chico de uno 14 años, una mujer de unos 40 y un hombre de la misma edad. Los chicos tienen los ojos azules de la que creo que es su madre y el pelo rubio cobrizo del que supongo, será su padre – los niños son Lisa y Liam, su madre- dice señalando a la mujer de ojos azules –, se llama Amelia y su marido – señala al hombre de pelo cobrizo que la coge por la cintura- Arthur, él se metió en un negocio que, sin él saberlo, tenía un defecto que lo haría quebrar y perderlo todo. Al no poder pagar la deuda cogieron a la familia y la vendieron como esclavos a una familia adinerada. El objetivo, como creo que supondrás, es sacarlos a todos con vida a todos, os recogeremos a unas manzanas de la casa para que nadie sospeche y los mandaremos a su nuevo hogar, obviamente no te puedo decir a donde irán.

– Valep, lo tengo, ¿por qué no me habías contado lo que les había pasado? Quiero decir, me contaste que tenía que salvar a una familia y me contaste el plan, pero ¿por qué has esperado tanto para contarme su historia? – pregunto cuando termina de contármelo todo.

-Pues está claro, es peligroso que tengas esa información más tiempo del necesario- dice girándose sin mirarme a los ojos. Cuando me miente no puede mirarme a los ojos. 

– Estás mintiendo, pero no voy a obligarte a decirme la verdad, cuando quieras me dices – le digo girándome hacia la puerta – ah, ¿a qué hora empieza la fiesta?

– Empieza a las nueve y son las... – mira su reloj alargando la última palabra – las seis y media, tienes media hora para hacer lo que te dé la gana, luego tienes que ir a la sala de vestuario para que te ayudan a cambiarte de ropa, peinarte...

Salgo sin dejarle decir nada más y me voy a la sala de entrenamiento

********

Llevan una hora llevándome de un lado para otro, no quieren que vea el vestido hasta que sea imprescindible. Así que aquí estoy, son las ocho y se supone que tengo que salir de aquí sobre las nueve menos veinte para llegar, así que tenemos unos cuarenta minutos todavía.

– Ya verás el vestido, vas a alucinar – dice Ann mientras se sienta mi lado.

Explicaré como va toda esta vaina; para las misiones muchas veces tenemos que ir de infiltrados, por lo que tenemos gente para vestuario, peluquería, maquillaje (casi como en un rodaje vaya, pero no con tantas personas, a lo mejor tres o cuatro por cosa) para que nos preparen. Simple en realidad.



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En el texto hay: amorodio, espias, vidasecreta

Editado: 29.07.2021

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