Hola, si te gusta la historia no olvides dejar tu votito o aún mejor dejarme conocer tu opinión ^-^
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Jolie'
— ¿Gustarte? Así como….
— Gustarme así como para intentar algo.
— Los noviazgos entre mejores amigos no siempre salen bien— Respondí entre balbuceos—. Además creí que salías con la porrista, ¿Maleni, no?
— Jolie…
— No te puedo gustar, ni siquiera soy bonita, me cuesta entender cálculo, ¿Has visto mis aportes en el club?
— Jolie…
— ¿Me has visto en deportes?
— Jolie…
— ¡Seguro te dieron algún bolazo en el entrenamiento! ¿Por qué te voy a gustar teniendo oportunidad con Maleni o medio institut...— Sus labios se estamparon contra los míos, juraría que mis iris se centraron en mi nariz al seguir la trayectoria de su acción.
Trato de respirar con tranquilidad, pero no puedo, me quedo pasmada.
— Lo siento Jolie, debí pensar un poco más en esto, disculpame.
— Internamente ambos lo sabíamos, pero tengo mucho que asimilar en torno a nosotros y tu familia, perdón, hablemos de esto mañana. — bajé muy rápido haciendo la parada a un taxi.
Bajo con cuidado del taxi queriendo dejar atrás esa charla en el auto de Daen, mi ropa y cabello son un caos aún, menos mal si entro directo a la ducha pasaré desapercibida.
Coloco la contraseña que me confió Is para acceder a su casa, el seguro se quitó y entré.
Doy algunos pasos con sigilo pero al pasar por el living más de cinco personas me miran.
— Bu-buenas noches — me quedo pasmada como si me hubiese equivocado de casa.
— ¿Laura, no? — Pregunta el padre de Is a lo que sonrío negando, parezco un cachorro sacudiéndose.
— Mi nombre es Jolie Hasson — Extiendo mi mano con pena y me saluda amable.
— ¿Gustas cenar? — Me pregunta el señor Alessandro Livingstone.
No gracias, desayuné en la escuela — Pensé.
— Debo ir a darme un cambio, ya bajo.
— Un gusto volver a verla señorita Hasson— regresa la mirada a ellos — Se bienvenido Ale, ahora debo irme a casa o Merlia se volverá loca.
— Con cuidado papá.
Alcanzo a escuchar cuando le responde Is mientras subo las escaleras.
En mi habitación prestada me adentro a la ducha, dejo que el agua caliente me recorra y aleje el frío que me cala, deseo que también aleje esta compleja situación de mi mente.
Al terminar busco una pijama abrigadora, me visto, y cepillo a prisa mi cabello.
Entonces bajo y encuentro a los dos chicos más una criaturita de vestido rosa conversando en la sala.
Alessandro es tan apuesto que parece irreal, a diario veo modelos y actores andando por ahí en la agencia, este hombre supera en un 200% mis expectativas de belleza.
Es alto, muy atlético, piel nivea, una barba oscura perfectamente en su lugar, su cabello castaño oscuro lleva una pequeña coleta bien peinada hacia atrás, sus ojos son una mezcla de azul y verde hipnotizante.
No es terrenal, es un ángel o una de esas tentaciones del inframundo.
— ¿Y exactamente porque mi hermano menor tiene una chica tan linda por las noches? — Cuestiona divertido.
— Que te importa, Alessandro — Le responde entre dientes Is.
— Soy asistente de Isaí, es un placer conocerlo.
Extiende su mano frente a mi para saludarnos.
— Alessandro Livingstone, el hijo guapo y planeado.
—El inservible también —Zanja Is—, él y Fri estarán unos días con nosotros Jo.
Miro a la pequeña de pie en las piernas de Is mientras este sujeta su cuerpo con ambas manos, dando soporte a sus pasitos y pequeños saltos.
— Cuando mi padre te vio te llamo Laura ¿Correcto? — Asentí con extrañeza de aquel incómodo dato— ¿Eres esa Laura que Isaí busco hace años como loco?
¿Perdón? ¿Qué?
—No lo sé. — No pude evitar formar esa sonrisa involuntaria.
— Alessandro creo que estás hablando demás, hermano.
— Me hizo ir diario durante casi tres meses seguidos a esa cafetería, todo necio quería saber más de la chica que le regaló su perro.
— Alessandro...
—Espera, contratamos un investigador privado. El cual resultó un completo incompetente, alguien estaba desesperado por saber más de ella — Resopla —. Me habría gustado haberte encontrado en aquel momento, llevaba tanto tiempo sin ver a mi hermano emocionado. Y claro que me encantaría saber que vuelve a enamorarse o al menos tiene alguna ilusión.
— Ya te dije que no me puedo enamorar porque ya estoy enamorado.
Mi corazón se descontrola de sobremanera al escucharlo.