A segunda vista

Capítulo 18; Reencuentro.

Hola, si te gusta la historia no olvides dejar tu votito o aún mejor dejarme conocer tu opinión, de verdad me motivas muchísimo a continuar ^-^

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Jolie'

Me arroje a los brazos de Isaí, rodeé su cintura con los míos haciéndolo soltar un quejido por el impacto brusco de mi cuerpo contra el suyo. 

Entre las risas y más de diez conversaciones de los alumnos andando en la cafetería puedo distinguir la voz de Dayton, lo miro y percibo el segundo exacto en que me nota, se despide de su improvisado guía y camina en mi dirección con una sonrisa.

Me abrazo muy fuerte a Isaí, pero de momento lo suelto al recordar los complejos posesivos de Dayton, ¡No quiero que lo lastime por estar cerca, que lo dañe como a mí!

¡Él no podrá defenderse! 

— ¿Qué sucede, mi amor?— Pregunta asustado.

— Tienes que irte, por favor. — comienzo a rasguñar mi brazo por los nervios, solo estoy tallando mis uñas por mis antebrazos, pero sé que en cualquier momento sangrara— ¡Por que no te vas!

— Jolie calma, ¿porque tan agresiva? — Pregunta Abi.

Ni siquiera puedo enfocar bien, mi concentración está en Dayton viniendo hacia acá, su reluciente y cínica sonrisa cada segundo está más cerca.

¡¿Olvida la orden de alejamiento o qué le sucede?!

Cierro los ojos, esto debe ser una pesadilla, me hago bolita junto a Abi, mi cabello cubre mi cara y escucho enredado mi nombre, ni siquiera entiendo lo que yo misma susurro.

— ¿Jolie? — Esa asquerosa voz pronuncia mi nombre, me causa una implosión interna, el hedor de su perfume inunda por completo mis pulmones, siento asco, necesito irme. Abandono la posición fetal y me incorporo casi de un salto — Hasson necesito que hab...— Mi mano hecha puño golpeó su cara, su rostro se tensa al mirarme, haciéndome diminuta.

¿En qué estaba pensando? 

Me eché a correr, atravesé los jardines, así como los talleres del fondo, se que alguien viene detrás de mí, escucho sus pasos casi al ras de los míos, corro y la frialdad se concentra en mis huesos, al adentrarme en los viveros de los grupos de innovación escucho el crujir de las hojas, estoy llegando a los límites de la institución.

— ¡No me lastimes, por favor! — Grite llorando al verme acorralada y sentir una mano en mi hombro girandome bruscamente— ¡Ya no, por favor! ¡Por favor!

[•••]

Despierto lentamente desorientada, veo el techo blanco al igual que las paredes, en segundos reconozco el lugar, la frialdad, y el desagradable aroma de la enfermería del colegio.

Me siento con cuidado, en el reloj de pared veo que son las 13:52. 

¡¿Cuánto he dormido?! 

Me quito de encima la sábana y veo que algo se mueve cerca del escritorio vacío a escasos metros.

— ¡Jo! — Me abraza alarmada Abi — ¿Estás bien, qué sucedió? ¡Cuando te toqué caíste al suelo!

— Todos deben creer que estoy loca. — susurro recordando como me miraron al correr despavorida tras golpear en el pómulo a Dayton.

— Eso siempre lo hemos creído Hass— La abrazo fuerte llorando —. Dime qué sucede, ¿quién es ese hombre? ¿Por qué lo golpeaste? 

Medito si decirle una mentira más o la verdad, podría inventar algo que no me haga entrar en detalles y seguir con mi vida. 

¿Pero qué vida? 

Todo alrededor de mí son mentiras, las he dicho tantas veces que me las he creído.

No era esta chica positiva y feliz, la cree después de tanto sufrimiento. 

Tampoco era fuerte.

No sabía cuán fuerte era; hasta que tuve que levantarme hecha pedazos y rehacer una versión de mí, una indestructible, capaz de aprender de cualquier barrera y superarla.

— Es-es el tío de Daen, Abi… Daen y yo no nos conocimos en las mejores condiciones, cuando él regresó después de estar algunos años en un internado en el extranjero me encontró en su casa con ese hombre, es el hermano menor de su padre. 

— ¿Cómo qué te encontró con él? 

— Dayton le mintió a mis padres en Loreto, ese pueblo está a cientos de kilómetros de aquí, las oportunidades de estudio son casi nulas y son pocas las personas capacitadas que entran por ahí, normalmente son solo oportunistas. Él llegó haciendo un estudio en las zonas de cultivo, querían asociar la producción de algunos agricultores de la región con sus industrias alimenticias, ya sabes, firmar un contrato por toda la producción de sus tierras.

— No comprendo.

— Yo todo el tiempo estaba por ahí aprendiendo de mi padre, jurandole que podría ser una gran agricultora, queriendo compensar su amargura por no tener un hijo varón, odiaba que se lo echara en cara a mamá en cada oportunidad. Un día mientras vigilaba a Lilian jugando entre los sembradíos, él comenzó a hablarnos de la ciudad, las atracciones, los paisajes, museos, las grandes universidades. Parecía todo un sueño, mi madre quería lo mejor para mí y cuando él mencionó que su familia podía recibirme, lo dijo dando a entender que tenía esposa, hijos pequeños y padres muy amables.

Me envolvió ese recuerdo, la frescura del campo, el cantar de las aves, los paisajes de las mañanas, el sereno, la risas de Lili, el aroma de la comida de mamá al cocinar con las hortalizas del huerto, su sonrisa, como extraño su sonrisa...

»Durante el año que fue en distintas ocasiones a revisar las condiciones de los cultivos, el tamaño y calidad de las hortalizas, continúo hablando de las maravillas de está ciudad mientras almorzaba en nuestra mesa.

— Hasta que cayeron ¿No? 

— Si, terminé la secundaria y quería intentarlo, mi madre tenía muchas esperanzas en mí, si por mi padre fuese ya me habría casado con algún ganadero, no está mal, solo no eran mis sueños, los cuales a decir verdad perdí. Aunque no descarto darle mejores oportunidades a Li y regresar por mi madre, aunque cara podría darles después de esa vergüenza.




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