Capítulo 20; Perdiendo la cordura.

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Jolie'

Isaí sujetó mis manos al hincarse para hacerlo correctamente enfrente de mí. A decir verdad no creí que alguien tuviese este tipo de detalles conmigo, flores, cartas y esto...

— ¿Entonces señorita Hasson, que me dice? ¿Quiere ser mi novia?

— ¡Claro que sí! ¡Si, si quiero!

Me hinque junto a él, mis labios no tardaron en buscar los suyos con desespero, nos derribe al suelo y ahí reímos al caer sobre todos esos almohadones.

» ¿Te dolió el golpe o porque lloras? — Pregunté asustada al ver su mirada humedecida—. Es muy pronto para arrepentimientos.

— No es eso, tenía un poco de inseguridad, creí que pedirías más tiempo o pondrías algún pretexto, yo lo habría entendido y te juro que de ningún modo estás obligada a permanecer...

— No soy tan tonta como para dejarte pasar, mucho menos para ignorar todo lo que siento por ti, te amo Isaí, me gustas desde hace mucho.

— Yo más Jolie... Aunque siento decir que me gusta Laura — Vacila acariciando mi cabello.

— Bueno también me gustaba el misterioso chico que llegaba cada tarde, me proponía atenderlo siempre yo.

— Debes estar bromeando.

— Aprendí tu horario ¿Eso no es raro, verdad?

— Acosadora.

— Lo dice quién contrató a un investigador privado para buscarme.

— Bien, estamos a mano.

Encogí de hombros recostando mi cabeza en su pecho, he de admitir que en lo que dijo tenía algo de razón, el cielo y las estrellas desde este lugar son únicos.

» ¿Brindamos? — Pregunta sentándose.

— Bien, voy por la botella.

Creo que será una larga y linda noche...

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Miro una y otra vez frente al espejo como se me ve el conjunto que elegí, no me convence, afuera deben estar esas chicas pendientes de los estándares de moda,

No creo que el problema sea la ropa, soy yo, no debí insistir en venir o al menos pude inventar una excusa para que él viniera solo con sus hermanos.

Giro un poco como luce la parte de atrás.

De pie se ve bien, es un short de mezclilla y un crop top, pero al sentarme seguro me formará rollitos o se abultará el vientre, debí dar esas veinte vueltas que dijo el profesor de deportes, pero no, preferí ser feliz.

— ¿Ya estás lista Jolie? — Pregunta Isaí desde el pasillo.

— ¡Aún no!

— Tengo que cambiarme mi amor, date prisa, por favor.

— Entra, podemos cambiarnos al mismo tiempo.

— Yo te di tu espacio.

— ¡Ya te he visto todo, solo pasa! ¿O que, te salió algo nuevo? — Grite con estrés — ¿Algo que no me hayas mostrado?

La puerta se abrió e Isaí comenzó a caminar un poco perdido guiándose con el bastón.

— ¿Ahora por qué estás nerviosa?

— Por conocer a tus amigos, perdón — Me abracé a él con aflicción—. Ya estoy lista.

Is correspondió mi abrazo rodeando mi cadera de una manera poco inocente.

— Nos atrevimos... —Zanja deslizando su pulgar por la piel a su alcance.

No fue cómodo, en el espejo no fuimos precisamente nosotros quienes se reflejaron. Que Dayton este tan cerca me está volviendo loca.

— Perdón, no sé en qué estaba pensado, no te enfades ahora busco algo más cubierto, ¡Dame un minuto!— Mordí mis labios con angustia— Algo menos vulgar ¡Perdón! — Cubrí mi cara del golpe que obviamente no llegaría.

— ¿Qué? Jolie, ni siquiera dije eso — Con sus manos me obligó a quedarme quieta —. No tengo problema con que quieras sentirte sexy, me agrada la idea de presumirte con esos envidiosos, que se den cuenta de la belleza de mi novia.

— Gracias Is, deje tu ropa en la cama, iré terminar de peinarme en la estancia, te espero ahí.

Fue algo complejo llegar con sus amigos al centro de esta enorme hacienda, no soy tan buena guía, y a este lugar le falta mucho para ser seguro para invidentes o aún más para personas en silla de ruedas.

No me quejo tanto, es impresionante cada detalle en la confección de este paraíso, hay dónde reposar por dónde sea, además animalitos muy curiosos... Ops, estaba mirando a sus compañeras.

Noto a Ezequiel y los hermanos Livingstone sentados en los camastros en una lateral de la alberca, muy cerca hay cuatro chicas tomando el sol conversando con ellos. 
Si todas mirando fijo y provocativo a Aless.

— Cuidado Liv — Le indico mientras lo ayudo a sentarse en uno de los camastros junto a Alessandro—Iré a solicitar otro asiento, ahora vuelvo — Le explico.

— Toma este, Jolie — Responde su hermano levantándose, ajá si, dándole material a sus admiradoras.

— No, este asiento está mejor — ironiza Is palmeando sus piernas.

Doy una leve risotada tomando la oferta, me acomode cerca de él.

— Hacen linda pareja — Inquiere Ezequiel — Me alegra verte así Livingstone, feliz y disfrutando.

—Tal vez pronto les llegue la invitación a la boda o el rumor de que me case sin invitarlos, ambos pueden ser igual de ciertos.

— Is... — Lo reprendo, pero a decir verdad creo que tiene razón, si algún día me llegase a casar solo querría a las personas más cercanas a mí. Ni siquiera haría una boda lujosa.

— Ya muchas lo quieren hacer feliz Jolie, tú haz la diferencia, tú cuídale la sobrina.

Dice Alessandro dándome a la pequeña Frida, pero se la devuelvo en el aire.

— No Alessandro, tu hija huele como a caducado. — Comenté al sentir el aroma a pañal sucio.

— ¿Otra vez? La acabo de cambiar.

Su cara es lo mejor, ladea cargando de lado a la nena e indicando que ya regresa.

» Vamos que si, hueles peor que las mentiras de tu madre.

Él se aleja y yo me pongo de pie, voy en dirección al baño pasando muy cerca de la alberca, ahí un par de chicas sentadas en la orilla con los pies metidos en el agua me sonríen.

Escucho el ruido que hace cuando salen del agua, pero lo ignoro continuando mi camino hasta adentrarme al baño de mujeres.