A segunda vista

Capítulo 23; Subasta

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Jolie'

Los tacones me están matando, he dado tres vueltas en busca de plantillas y la chica de utilería está perdida entre tantas órdenes.

Vuelvo a la oficina de vicepresidencia por mi celular me encuentro con el padre de Isaí ayudándolo a acomodarse el traje.

— Permiso, solo tomaré mi mochila.

— Adelante señorita Hasson — Responde el sonriente señor —ambos se ven muy bien.

— Gracias señor Livingstone.

— Nos encontramos allá muchachos.

Él abandona la oficina y nos quedamos solos.

Isaí porta un luminoso y formal traje azul, su claro cabello perfectamente peinado hacia atrás luce más oscuro y ese delicioso aroma propaga su esencia seductora.

Tiemblo en cada paso e ideó como tomar mi mochila y huir.

— ¿Ahora ni siquiera me saludaras? ¿Tan mal me veo?

— Discúlpame, estoy tratando de respirar.

Sonríe con aquella seguridad imponente, siento una corriente magnética atraerme hacia él. Curiosidad le llaman.

— ¿No se ve ridículo lo que uso?

— No.

Niego casi contra él, estoy tan cerca que seguro estamos reciclando el aire.

— Perdí una apuesta en el desayuno con Alessandro y ahora debo usar uno de los trajes de su línea de ropa, seguro apareceré en alguna portada por su culpa.

— Te ves delicioso.

— Vaya, eso no lo esperaba.

— Perdón era… No me puedo concentrar, no te aproveches.

Reímos juntos, su dedo índice comenzó a recorrer mi brazo y se siguió hasta mi hombro.

— ¿Tú qué traes puesto? 

Tomé su mano y la abrí para deslizarla por la texturas de la esponjosa falda azul, la rugosidad del corset beige y la forma de los accesorios color plata que uso. Si, le describí todo.

— Un diseño de Kareli James. — informo.

— Un diseño de Kareli James usado por la Diosa Jolie Hasson, hoy queda opacado Alessandro y sus años de trayectoria.

— Buen intento Liv. — Sonrió.

 Me aparto e indico que es hora de irnos, la transmisión comienza en menos de media hora y más vale que él esté en su lugar y yo en el mío si no quiero ver al equipo colapsar.

— Dame tu mano—me pide.

— No, solo voy de la mano de mi novio, así que toma mi brazo. 

— Jolie.

— Conoces mejor este edificio que yo, aprovechado.

Ladea burlesco aceptando mi orden.

— Abusas de que te amo para tratarme así.

— Tiene sus ventajas—afirmo.

Cuando el personal nos nota se detiene, la mayoría quedan estaticos por los pasillos asegurándose de no obstruir su camino. Lo normal.

Nos adentramos al set, antes de avanzar le indico a Isaí las condiciones del suelo, el diseño en desnivel y la manera en que están distribuidos los asientos para que sea cuidadoso.

— ¿Quieres ser parte de los compradores en la subasta? Es que hay cierta preparación.

— Desde luego, he venido por ti.

Ladeo buscando apagar la temperatura de mi cara, lo ubico en su lugar y le coloco la diadema con el micrófono especial para los compradores.

— Vendré a verte en cada corte, no creas que olvidó mis deberes.

— Olvidalos y disfruta este día, mi amor.

— Nos encontramos en un rato Liv.

Me retiro poniendome el micrófono también, de paso inspecciono que todo esté en orden con los invitados.

 Salgo al pasillo buscando a Abi, pero entre tanta gente me es imposible localizarla, entran muchas personas, entre ellos, chicas con la imagen de Alessandro pintada en sus playeras; un club de fans.

Imagina que una de ellas gane la cena con él, pagaría por verlo. 

Echo un ligero vistazo afuera y regreso mi cabeza al interior cuando creo ver a Dayton, el aire se me escapa y contario a perder el calor este me consume, empiezo a sudar.

Doy un par de pasos y escucho mi nombre a mis espaldas.

— Jolie.

— ¿Qué haces aquí? — Cuestiono desafiante.

— Tú me invitaste — responde Daen, si Daen mostrando su ticket de entrada asustado por mi recibimiento, detras de él veo a Maes e Isabella mirándome fijamente preocupados.

Quiero frotar mis ojos, pero echaré a perder el maquillaje que con esfuerzo hicieron las chicas de producción. 

Necesito limpiar mi vista y asegurarme que solo fue un mal reflejo, no puedo ir confundiendolo con su tío. No son nada iguales.

— Adelante, tomen lugar en esta fila — Les señalo.

— ¿Estás bien? Te ves muy pálida — Pregunta Daen sin acatar mi indicación.

— Solo estoy nerviosa.

— Lo harás muy bien Jo, por cierto te ves hermosa.

— También luces muy bien.

— Lo sé.

Río un poco, le doy un abrazo que lo toma desprevenido, yo solo quiero confirmar que es él, que todo está bien.

— Gracias por estar aquí — levanto la mirada sobre su pecho para vernos a la cara.

—No me perdería verte a ti y a Abi haciendo el ridículo en vivo.

— Claro, debí intuirlo — Intente reír.

Nos soltamos rojizos.

— ¡Oh Dios mío ahí está Alessandro Livingstone! Es más guapo en persona, jamás creí que lo podría ver tan cerca — Exhorta casi sin aire Isa.

— ¿Cerca? Esta como a diez metros.

— Uy, perdón por no verlo hasta en el desayuno como tú, yo no me ando comiendo a su hermano.

— ¡Isabella! — Reprimo gritar.

— Lo siento, me salió del alma — bromeó.

— Quédense aquí, vendré a verlos en un rato.

En el momento que yo comencé a bajar los escalones del desnivel hacia todo lo que ocurre detrás del escenario vi llegar a la familia Livingstone y tomar su lugar en la misma fila que Isaí, primero a Merlia, el señor Alessandro, Miranda con la pequeña Fri y entre ellas e Isaí se sentó Lissa. 

Matar es ilegal Jolie, matar es ilegal.

Me repito.

Me lo repito mucho.

No los miro más, voy a mi lugar.

El programa inicia, las luces encienden, ambos conductores hacen una entrada espectacular, Alessandro abre con un discurso épico el cual casi me trago, es que bueno, no podía decir "Me reto a donar una desconocida que encontré en mi sofá".




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