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Isaí'
Terminé de comer un poco incómodo, David no aceptó cenar conmigo, tan solo pidió un postre para acompañarme, invitarlo fue de las cosas más complejas de mi último año, fue extraño invitar a cenar a otro chico y aún más sentir su extrañeza ante mi acto, ¿Tan mala persona soy que un buen acto se les hace extraño a los que me rodean?
Deben estar por dar las 9 pm y será hora de volver a casa.
Pido la cuenta y él se hace cargo de realizar el pago con mi tarjeta, es de extrema confianza, además de que no depósito grandes sumas a las tarjetas que porto.
De pronto se escucha mucho ruido y el grito de pánico de un par de mujeres hace que casi todo el personal camine presuroso.
— ¿Qué está pasando? — Le pregunto con calma a David.
Muchas veces la falta de ese sentido me hace aumentarle importancia a los sonidos de mi entorno.
— Creo que hay una pelea en el segundo o primer piso.
— ¿Dónde está Jolie?
— Ella y el ganador bajaron hace algunos minutos señor, sé que sus amigos están en la planta baja, así que dudo que ella esté en problemas. Descuide todo está bajo control.
Fueron segundos cuando Alessandro llegó a nosotros.
— ¿Qué pasó Isaí? Vi bajar al que supongo era el acompañante de Jolie muy disgustado, después bajo ella de largo hasta el primer piso, fui detrás y me encontré con un alboroto en la primera planta y ella estaba en los brazos de un chico que en mi vida había visto.
— ¿Pero está bien? ¿Ella está bien?
— No sé, parecía asustada.
— ¡Odio esto! — Grité con frustración irracional, con enojo y sobre todo impotencia, odio esta condición, odio no poder ser útil, odio no estar cuando ella me necesita.
Con ira cierro los puños, contengo hablar, temo comenzar a llorar si abro la boca, no quiero regresar a ser esa persona frágil que se quejaba de todo como hace un par de años, pero con tantas malditas limitantes no puedo.
»Ni siquiera puedo proteger a mi novia, cuando se siente en peligro no corre a mis brazos. Prefiere irse no sé con quién.
— Tal vez Jolie se siente lo suficientemente fuerte para protegerse sola.
— ¡No me desvíes el tema, justo acabas de decirme que Jolie estaba abrazada a otro por lo que quiera que haya pasado!
— Oye…
— ¡Quizá lo mejor que ella pudo hacer fue terminarme… porque claro que merece algo mejor!
— Isa…
— ¡Ya Alessandro, fue mi culpa por creer que en el fondo podía ofrecerle algo bueno, no es su culpa que yo no esté completo y no sirva para nada! Que no sienta protección a mi lado, de amor no se vive, eso no lo es todo en una relación.
Algo fuerte y pequeño rebota contra mi atrapándome.
— Odio saber que te hice sentir así, no busco protección en nadie que no seas tú, perdón, quería huir del lugar, pero allá me encontré con Daen y Abi...
— Jo…
— Que conste que dos veces intente decirte que te estaba escuchando — Inquiere Aless.
Lo ignoro y concentro mi atención en Jolie, envuelvo con mis brazos su cuerpo frente al mío.
— ¿Te imaginas conmigo toda una vida?— Pregunto—¿Te imaginas feliz?
— Por supuesto, en esta y en todas las vidas que sigan, me imagino contigo.
— ¿Tanto como para casarte conmigo en esta?
— Si, contrario a lo que piensas cuando estoy cerca de ti me siento segura, eres todo lo que quiero.
— No has entendido.
— ¿Qué no entendí?
— Te acabo de proponer matrimonio.
— ¿Qué? — Sentí su cuerpo inquieto contra el mío, como si diera pequeños saltitos— ¡Claro que sí, si me quiero casar contigo!
Sus manos inclinaron mi rostro a un beso bastante sorpresivo.
— Que romántico Isaí, al menos no se lo pediste en el parque—Se burla Alessandro, ajá sigue aquí—. Te esmeraste más en pedirle que fuera tu novia, aunque bueno lo arruinaste al día siguiente.
— Está bien Is, aunque concuerdo con el modelo metiche.
— Esto fue impulsivo, tómalo como un ensayo, obviamente te lo pediré de la manera que te lo mereces bonita.
— Ya tienes el sí, ahora haz bien la pregunta — Me dice sin soltarme.
— Muchas felicidades a los dos — Zanja Abigail— ¿Podemos hablar en privado,Jolie?
— He… — siento como de un tirón la apartan de mí.
— ¿Casarte con él? ¿Estás loca? Tienen menos de dos meses de conocerse, no es contra Isaí te lo diría con quién sea que tomarás está presurosa decisión.
Si, las escucho fuerte y claro.
— Sí quiero, no tengo nada que pensar, quisiera saber que me apoyas.
— Sabes que si, si esto te hace feliz yo soy feliz y siempre me tendrás, pero sabes que eso herirá mucho a… tú sabes a quién.
— Hablemos de eso más tarde, debo contarte otro asunto que omití para no acomplejarte antes del programa.
Ambas volvieron a nuestro lado.
Jo vuelve a abrazarme demasiado cariñosa.
— ¿Y qué hará está noche señorita, Collins?
Pregunta Alessandro dejándola casi sin habla.
Aunque Abi se repone y responde segura.
— Para entrar en los vestidos de producción tuve que comer ensalada como 4 días seguidos, así que está cena no fue nada para mí, iré a comer comida china y mucho helado.
— ¿Ocupa compañía?
— No, mientras menos personas más comida. — Se burla, pero creo que habla en serio — ¿Quieres venir?
— Planeaba cenar con mi hija, pero como negarme una salida con la bella conductora.
— Tú te invitaste solo.
Huele a coqueteo.
Por nuestra parte abandonamos el restaurante y fuimos al estacionamiento buscando librarnos de ellos dos.
— ¿Qué prosigue?— Cuestiono buscando un pretexto para que sienta un poco especial este día.
— Iré a mi departamento Is, no me siento nada bien, me urge un baño y dormir. Sé que mereces que hablemos con emoción de nuestros planes, pero hoy no soy funcional.