Capítulo 31; Sanación

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Jolie'

Mis sentidos se abrieron alertas, todo fue un sueño, uno tan horrible que sin duda fue una pesadilla «¿Estás bien?», «Jolie responde», escucho simultáneamente su voz estremecida, lo miro fijamente y no logro que mi cerebro mande la orden para responder, estoy en blanco.

Pasan más de dos minutos para poder reaccionar a las palabras de Daen, ¿Dayton podría salir? ¿Y si todo fue una trampa justamente para eso? Él podría fundamentar que yo lo estoy buscando para agilizar su salida.

Tal vez no sabe nada de mis padres y busca amedrentar con que él es la única vía para volver a verlos.

—Tuve una pesadilla con Dayton…—confieso con la garganta seca.

—¿Quién es Dayton?—pregunta Isaí alarmado retirando el cabello y sudor de mi cara.

—Te mentí, él no era mi pareja sino mi abusador, cómo sería mi pareja si jamás fue mi decisión estar con él, me retuvo en su casa por tres años en los cuales hizo conmigo lo que se le vino en gana.

Cómo puedo me siento a su lado sin poder dejar de mirar la mancha oscura que ocasione en el edredón amarillo.

» Hay fragmentos de mi vida que he olvidado, otros sé que seguirán ahí para siempre en mi mente y en mi piel. 

Toco ligeramente debajo del camisón, hay algunas cicatrices en mi cintura, otras en la espalda causadas por el cinto, no tengo que ir lejos basta con echarle una mirada a mis nudillos.

»Era astuto, me golpeaba en lugares no visibles, en el abdomen, la espalda o las piernas, si llegaba a pegarme en la cara no me dejaba salir de la habitación por días hasta que el maquillaje pudiera cubrirlo. Un día en la preparatoria una compañera vio los hematomas que escapaban por encima de mis rodillas y me reportó con un profesor que a su vez se lo comunicó al rector, me mandaron a llamar a la dirección y posteriormente a él… El regreso a "mi hogar" fue un infierno, me sometió en el baño y sumergió mi cabeza en la tina cuántas veces quiso, casi me ahoga «Porque eso le pasa a las chicas que hablan de más», cuando no había dicho nada, mi propio miedo lo encubría. Ese día comprendí que Dayton Weller no estaba bien de sus facultades, pero tenía razón, ¿A quien le creerían más? A una pueblerina o a uno de los miembros de las familias más acaudaladas del país, "mi desaparición no sería para tanto", nadie movería un dedo por mí.  Entonces estaba ahí, con mi cadavérico cuerpo lleno de moraturas viejas y recientes, sus manos marcadas en el cuello, un ojo pequeño y lloroso, el labio y probablemente una costilla rota dándole la razón. Mi existencia era insignificante.

— No es necesario que recuerdes eso mi amor...—me dice con las mejillas humedas—. Jolie yo...

— Lo siento Isaí, tú no tienes porque curar lo que no rompiste, entiendo si quieres terminar conmigo. Yo sabía que no debía fijarme en nadie porque no soy suficiente, dejé de serlo desde el primer día que pisé la casa de los Weller. Sé que debí decírtelo antes, pero me encantó lo que sentí desde el primer instante a tu lado y no quería que se terminara cuando supieras todo esto, estaba siendo completamente feliz aunque creía que la felicidad era un sentimiento fugaz, y tú lo habías atrapado para mí. 

» Solo quería ser feliz un poco más, como lo dijiste tu contrato lo permitía, podría tenerte por completo, pero al final no nos comprometía a nada, podría disfrutarte al máximo sin atrofiar tus planes cuando quisieras cambiarme por alguien más tal como lo marcaste la primera noche, podías estar con quién quisieras minutos después de estar conmigo porque no significaba nada.

Mi cuerpo se eriza completamente, jamás había hablado de esto tan a fondo, ni siquiera con la psicóloga Hoffman.

» Pero algo extraño me estaba pasando contigo, creí que no podría experimentar atracción por ningún hombre, era tan joven cuando uno comenzó a destruirme e hizo de un acto hermoso algo tan repugnante—me rompí a llorar solo de pensarlo con estos recuerdos vivaces saliendo de mí a borbotones—. Cuando estuve contigo me pareció un sueño que quisieras acariciarme y leerme con tus manos sin lastimar mi cuerpo. Conocí tu manera de amar más allá del físico, sentí que te gustaba la niña en mi interior, tu cariño fue como un abrazo al alma, como si nos conectaras a ambas.

Sus brazos se cerraron sobre mí y junto su frente con la mía.

 — Amo a esa Jolie chiquita y feliz, tú también debes quererla y explicarle que todo está bien, a mí no me escuchará así que cuéntale la gran mujer que eres, lo orgullosa que debe sentirse porque con todo eso dentro jamás te detuviste. Si quieres también háblale de mí como tu primer amor, ella no tiene porque afectarse con desfortunios como los que ocasionó ese malnacido. Nada de eso fue su culpa.

— Claro que le he hablado de ti, fuiste mi primer amor Is, ese amor bonito, divertido y pervertido que hace bien, por más vivas que sean tus intenciones jamás las sentí provechosas, eres todo a mi medida. 

— Siento mucho no haber estado contigo, no haber intervenido, perdón por llegar tarde. Te amo, tu pasado no me hace querer soltarte, me hace amarte más Jolie— sus besos se esparcieron por mi cara hasta besar mi coronilla—. Amo cada milímetro de ti, quién eres por dentro y por fuera, tal vez la vida en el pasado no nos trató tan bien, pero tenemos todo el futuro para amarnos con nuestras cicatrices.

—Perdona que lo diga pero tu condición me hizo sentir más libre, pude sentirme con la libertad de acercarme tanto como quise con la seguridad de que podría escapar de ti con facilidad—entre esos lloriqueos esboce una sonrisa—. Y quién diría que justo esa cercanía me impregnaría a ti, me daría alas y ganas de jamás usarlas. 

— Usalas tanto como quieras, solo no te alejes mucho porque yo te necesito. 

Beso despacio sus labios y seco sus lágrimas, me gusta verlo sonreír, me recuerda que no todo es tan malo.