A segunda vista

Capítulo 33; final parte ll

Les dejo el capítulo final, gracias por acompañarme con esta historia también ❤️

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Jolie'

La música suena fuerte, con dificultad podemos mantener una conversación amena y sensata. Casi toda la noche nos movimos entre las personas con severo cuidado, una por Isaí, y dos por el alcohol circulando por nuestro sistema, he dado más de cinco vueltas buscando a Abi aunque perfectamente se que estoy huyendo de Daen. No quiero esa despedida, no quiero terminar llorando en ningún rincón de está casa con su partida. Simplemente no estoy lista.

Suficiente presión he tenido al estar vigilando la puerta totalmente alerta y temerosa de que Dayton se adentré infiltrado entre esta marea se disfraces. 

No puedo más con mi paranoia, mi cuerpo transpira acalorado, lo que agita mi respiración y desconcentra mis pensamientos.

Desabrocho el abrigo del disfraz y me pongo de pie bebiendo rápido el fondo de mi cuba. No bebo por diversión, desde un principio lo hice por calmarme, desviarme de todos los escenarios mentales donde esto termina en caos como en la subasta. No quiero arruinar su día con mis problemas.

Voy por Isaí, sé que está sentando conviviendo con sus mejores amigos o al menos con los que considera amigos y Ezequiel.

Tomo su mano para que se levante y lo guío al pasillo previo a las escaleras, debemos vernos sospechosos escapando de la mano, aunque entre todo el ruido y movimiento de la primera planta tal vez ni siquiera noten nuestra ausencia.

— Debo darte tu regalo ahora que aún estamos bien y sobrios—le explico abriendo la puerta de su habitación, ahí deje la cajita.

Resoplo con alegría de haber acertado al abrir, le indico a qué altura está la cama para que me espere sentado aunque bien, conoce mejor este lugar que yo.

— Le quitaré el envoltorio a tu regalo—le comento.

— Prefiero desnudarte yo mismo, gracias—ríe burlesco llevándose las manos a la cara apenado, no verá mi cara de asombro, pero seguro la imagina—. Lo siento Jo, creo que no se que estoy diciendo.

— ¿Qué tanto bebiste en mi ausencia?—zanjo burlesca y me doy una indicación— Extiende las manos sobre tus piernas.

— Comienzo a emocionarme—admite con picardía.

— Es un adelanto porque el resto llega en un par de meses, ya sabes como son de tardios los envíos — coloco sobre su regazo la caja del tamaño de mi antebrazo.

Él recorre curioso con sus dedos la caja, las esquinas, el tamaño, la textura. Adentra su mano y toma el pequeño peluche.

— ¿Cómo es?—pregunta sonriente.

— Es azul, tiene forma de osito, lleva una pequeña almohada bajo la cabeza y tiene un mensaje para ti.

— ¿Habla? ¿Dónde pucho?—lo estruja por el estómago causando mi risa.

— No precisamente, lee con tus dedos la nota.

Recorre la almohada y forma una mueca que incluso me baja el efecto del alcohol. No luce feliz.

—¿Qué con tu peluche falto de amor paternal, Hasson?

— Isaí...—mi voz tiembla.

— Estoy jugando, mi amor—se carcajea feliz, sus manos me acercan con facilidad donde besa en múltiples ocasiones mi rostro—. Ya lo sospechaba, eso no quita mi emoción ni un poco—sus ojos quieren humedecer su sonrisa por lo que limpia rápidamente un par de veces sus mejillas.

— Te amo Liv, mi bebé no podría tener un mejor padre.

— Ni yo podría imaginar compartir este momento con alguien más, nuestro primer hijo, Jolie.

 Término por acercarme para darle un abrazo y unir nuestros labios en un beso intenso lleno de felicidad, me dejo caer sobre la cama y su reacción es intentar sostenerme, pero después entiende al escuchar mis nerviosas risas.

—Ahora… Ahora tengo miedo de lastimarlo, de no saber cómo tocarte, Jolie esto...

— Eso no pasara Is, todo sigue igual, solo se tan dulce como siempre—acerco su rostro ansiosa de probar sus labios nuevamente, de disfrutar un poco más nuestro momento.

Corresponde mi beso, poco a poco se despeja de aquella tensión que por alguna razón me causa ternura. Así comienza a recorrerme con suavidad, parece descubrirme mientras damos algunas pequeñas risitas que bien pueden ser estragos de las bebidas y del cansancio, me deshago de la capa que él usa, los lentes, y de un tirón de la camisa, de igual manera él lo hace conmigo, retira el disfraz poco a poco, cierro los ojos dejándome llevar por sus caricias. Sus besos en mi cuello provocan una placentera electricidad por todo mi ser, aunque por alguna extraña razón mi cuerpo se comienza a tensar nuevamente desconfiado, no lo disfruto a totalidad, la ropa me abandona pieza a pieza dejándome expuesta, sus acciones rápidas no me gustan, me alteran, su aroma cambia drásticamente, se vuelve nauseabundo, ese perfume profundo envuelve mis fosas nasales, su cercanía comienza a estresarme, quiero escapar y su cercanía aumenta.

Mis sentidos se desconectan, no es Isaí a quien veo, su claro cabello se ve opacado por un marrón intenso, sus brazos se vuelven una prisión a mi al rededor y su temperatura corporal quema y me hace sentir sin escapatoria.




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