Capítulo 5

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Jolie'

Al medio día del sábado me reuní con Isabella en el departamento que rentó Daen para nuestra estancia en la ciudad, aún no se si será corta o larga y ella es una de las personas que más necesitaba ver para realmente sentir que volví, que una parte de mi se reencuentra.

Es bueno saber que su vida va muy bien, lo suyo con Maes es real, están a punto de casarse y han inciado un negocio juntos por lo que su madre dejó de trabajar en el hospital con el doctor Collins.

Estás dos últimas horas se ha encargado de contarme lo que pasó con Abi hasta donde sabe, a diferencia de mí ella desde niña sabía la debilidad de su corazón. Según me informa ambas se conocieron en el hospital cuando el padre de Isabella luchaba contra la leucemia y Abigail descubría que era lo que la aquejaba, ambos estaban en observación y en una especie de tratamiento experimental. 

Su padre partió y los de Abi fueron el sostén de apoyo para ella y su madre. De ahí surgió una bella amistad entre ambas familias.

También me contó uno de los actos más conmovedores que he escuchado, el padre de Abi siendo médico general continúo desarrollándose profesionalmente hasta obtener acreditación como cardiólogo. No sé que tan doloroso sería para él saber de primera mano que su hija no tenía cura, pero gracias a él seguiría más de lo predicho a su lado.

Así también sus últimas platicas con Abi, le contó su enamoramiento, lo atentos que fueron los Livingstone con ella en Alemania, sus cercanías con Aless, los escándalos públicos en los que estuvo envuelta, conociendo a Abi con eso último estuvo feliz. Siempre tomando todo por el lado amable.

— Hizo muchos viajes, en alguno tuvo su primera vez con Alessandro en medio de un pequeño romance, eso me lo contó un par de días después, realizó dos pequeños papeles en una obra de teatro, posó junto a Isaí en una importante revista de moda. Disfrutó todo lo que parecía imposible en menos de 30 días, créeme que siempre quiso contarte a ti primero—me explica conmovida—, pero no sabíamos nada de ti.

Acaricia a mi pequeña y me sonríe.

» En Francia cerró los ojos, no quiero imaginar el dolor del mayor de los Livingstone al despertar y ella...

Abrazo a Isabella con mucha fuerza, cuido no aplastar a Abi intermedia a nosotras. 

» Apenas puedo creer que tengas a esta hermosura Jolie, que le pusieras su nombre y que se parezca tanto a su padre. 

— Para mí es una tortura que estemos cerca, no creí que el mundo sería tan pequeño para caer como por atracción magnética al mismo lugar.

En silencio Isabella mira como casi trazo un camino de tanto recorrer el mismo medio metro del pasillo, mi mente no me da tranquilidad, mucho menos mi alma ¿Cómo se me ocurrió aceptar la salida de Isaí? Seguro quiere llenarme de preguntas, escudriñar en nuestro pasado u obligarme a aceptar que soy yo. Es obvio que no se trago mi cuento sobre no conocerlo, algo debe tramar.

¿Cómo le explico lo de Abi? Seguramente me está investigando en este momento, quizá me odia por irme como lo hice y todo será aún peor cuando hablemos de frente sobre la niña.

— Yo no te comprendo Jo, ¿Qué te impide estar con él? 

— No sé, ¿Sabes cuánto le molestará a Daen que esto pase en su ausencia? No puedo lastimarlo dos veces, todo se puede malinterpretar.

— ¿Y a Isaí si? 

— No busco lastimar a nadie, por eso creí que lo mejor era dejar lo nuestro en el pasado, pero al estar cerca de remueve todo, es que los miles de kilómetros no fueron distancia suficiente para apagar lo que siento, no sé si a él le pase igual, si le dan las mismas ganas de mandar todo al demonio y perdirle que no me suelte.

— Daen te buscó más de dos años y si no hubo química fue por algo, en los sentimientos no se manda Hass, si Isaí realmente te quiere entenderá la situación que te orilló a irte y mentirle hace años, no puedes seguirle robando el tiempo con Abi si es que tú te quieres condenar a tus inseguridades junto a Daen. 

— Ni siquiera sé porque acepté salir hoy con él—saco mi celular de mi pantalón para comenzar a llamarlo, solo de imaginar que escucharé su voz mi interior se desestabiliza.

Le pido a Isa guardar silencio sin explicación previa.

» Que bueno que me ha respondido, me surgió un inconveniente y no podré asistir a nuestra salida, una enorme disculpa. 

— De acuerdo—arrastra sus palabras afable—. No hay problema, le puedo comentar el cambio de planes desde aquí.

— ¿Cambio de planes?—Reprocho con sorpresa, claro que tendrían consecuencias mis arrebatos. 

— Yo iré personalmente a tomar las fotografías necesarias para la campaña publicitaria de los Weller, aunque solicito que usted vaya conmigo.

— No se ofenda, pero creo que Alessandro Livingstone haría un mejor trabajo con eso—me sonrojo, tacto Jolie, tacto, él suelta una carcajada relajada, perfectamente puedo imaginar ese gesto noble que forma cuando se me escapa alguna imprudencia respecto a su condición. Sabe que es sin intención y jamás sería mi propósito lastimarlo.