A solo un recuerdo de ti (en EdiciÓn)

8. Trazando el plan

"Como si se pudiera elegir el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en mitad del patio."


 

Julio Cortázar.


 


 

A la una y treinta de la tarde, Magda se encontraba sentada en una mesa de la cafetería acordada.


 

A los cinco minutos llegó Juli y a las dos en punto llegó corriendo Lucy.


 

— Perdón chicas — se detuvo retomando el aliento a un costado de la mesa — ¿Llevan mucho esperando? ¿Qué hora es? ¡Me pillé tanto tráfico que tuve que estacionar a dos cuadras de aquí para no retrasarme tanto!


 

Tanto Juli cómo Magda negaron con sus cabezas.


 

— Tranquila mujer respira — río Juli — Llegas justo a tiempo.


 

Lucy sonrió aliviada

— Qué bueno que me mantengo en forma, qué manera de correr — sonrió haciendo una pose de deportista. Todas rieron.


 

Al cabo de unos minutos las tres se encontraban instaladas en la mesa de Magda con sus cafés servidos.


 

— Bueno chicas — tomó la palabra Magda, sacando una libreta y lápiz para apuntar los acuerdos de la reunión, adoptando el papel de liderazgo — A lo que hemos venido — les sonrió a ambas.


 

Juli y Lucy asintieron atentas a Magda.


 

— Bien — prosiguió — La idea de esta reunión es que podamos unir ideas para formar un, digamos plan a seguir — mencionaba lento cada palabra para ser comprendida — ¿La finalidad de este plan a seguir que vamos a crear? Es por supuesto poder lograr que Bella recuerde a Matías, a la vez de llevar la situación con cautela ante él — suspiró — Pues creo que lo mejor es que él no sepa la verdad, es decir, — observó a Juli — sabemos que a él le gusta Bella pero es mejor no darle un sorpresón así, al menos no de momento, ¿qué opinan?


 

— Yo opino — Juli tomó la palabra — que tienes razón, es mejor ser cautelosas de momento. Conozco a mi hermano y sé que es un joven muy tranquilo y comprensivo, así como también sé que está irremediablemente perdido por Bella — les sonrió — de hecho ayer no pudo ocultar su tristeza cuando supo que no vendría a cenar con nosotros y su tristeza casi se reflejó en angustia cuando le expliqué que Bella estaría algunos días fuera del departamento. Se apreciaba que desea verla — indicó, tomando aire para proseguir — Pero por muy tranquilo y comprensivo que sea creo que no es el momento de exponerle la real situación de Bella, además pienso que lo mejor sería que tal vez ella misma le pueda decir pues finalmente el sentimiento es entre ambos.


 

— Es cierto — concordó Lucy — Eso es algo que le corresponde a Bella... O decirle nosotras en representación, si ella así lo permite ¿verdad?


 

— Totalmente de acuerdo chicas — indicó Magda apuntando en su libreta — Ok entonces exponer a Matías la realidad será bajo las condiciones de Bella, en el momento que ella estime conveniente y por medio de quien ella desee — leyó sus apuntes en voz alta.


 

Todas asintieron conforme.


 

— Bien prosigamos con el Plan Betías — señaló Magda guiñando un ojo.


 

— ¿Plan Betías? — preguntaron Lucy y Juli a la vez.


 

— Si bueno — sonrió Magda — así podemos usarlo en clave para no confundir a Bella, ya saben... Unir sus nombres.


 

— ¡Ya! Súper — exclamó Juli sonriendo.


 

— Suena bien, Betías — indicó Lucy guiñando un ojo — Me gusta. Me siento como cupido, en plan de unir dos vidas que nacieron para estar juntas.


 

Todas rieron de buena gana y compartieron el sentir de Lucy.


 

— Bueno en vista que somos las cupidos de Betías — indicó Magda volviendo al tema — Debemos decidir que hacer primero.


 

— Sí — concordó Lucy — La cosa es como abordar a Bella para hablarle sobre la existencia de Matías.


 

— Se me ocurre — acotó Juli — Que podemos mencionarle que previo a la crisis ella estaba conociendo a un chico. Quizás sea mejor no darle nombre ni mayores detalles de momento. Sólo mencionarle que estaba conociendo a un chico, que habían acordado en cenar juntos...


 

— Sí, sí, buena idea — concordó Lucy — Y podemos ir respondiendo con la verdad a medida que Bella nos vaya consultando, así no la bombardeamos con información que la pueda abrumar.


 

— Me parece bien — comentó atenta Magda y anotando en la libreta — También podríamos programar un encuentro está semana. Pero debe ser secreto, la finalidad sería saber si Bella reconoce a Matías viéndolo.

¡Pero debemos evitar que él la vea a ella! Sino todo se arruinaría.


 

— Comprendo, comprendo — indicó Lucy pensativa — ¿Pero cómo lograremos hacer que Bella vea a Matías y que él no la vea a ella? — inquirió confundida.


 

— Se me ocurre — tomó la palabra Juli — Que podrían traer a Bella al departamento uno de estos días con alguna excusa. Desde luego tenemos que coordinar bien la hora para yo asegurarme que Matías esté en casa. Podrían avisarme cuando lleguen al edificio y así yo sacar a Matías del departamento para que Bella lo pueda ver — meditó un segundo — Pero no se me ocurre como hacer para que Matías no la vea.


 

— Venda... — meditó Lucy — ¡Una venda! Debes ponerle una venda en sus ojos Juli.


 

— ¿Una venda? — repitió Juli confundida.


 

— ¡Claro! — confirmó Magda — tienes que inventar alguna excusa de sorpresa o algo y sacarlo del departamento con una venda.


 

Los ojos de Juli se iluminaron

— ¡Qué buena idea! ¡Sí! De esa manera Bella podrá ver a Matías en todo su esplendor y el no se enterará que ella está allí mismo.



#47804 en Novela romántica
#7729 en Chick lit

En el texto hay: amor juvenil, romance, amor

Editado: 23.01.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.