A solo un recuerdo de ti (en EdiciÓn)

12. Comenzando nuevamente

"Y aunque no siempre he entendido mis culpas y mis fracasos, en cambio sé que, en tus brazos, el mundo tiene sentido."


 

Mario Benedetti.


 


 

El fin de semana transcurrió con normalidad y luego de disfrutar descanso y paseos, ya para el día lunes Bella se dispuso a revisar los papeles de la inscripción del curso.  Ese jueves comenzaban las clases y sentía una mezcla de emoción y nervios. ¿Estaría lista para hacer este curso tras una crisis tan reciente? La inquietud la hacía cuestionarse constantemente.


 

No obstante, una parte de ella le decía que sí, debía intentarlo, después de todo no tenía mucho que perder y por el contrario sí tenía mucho que ganar.


 

Comenzó a transcurrir la semana con normalidad y Cecilia comenzó a sufrir ataque de aprensión porque la licencia de su hija duraba hasta el viernes y ya el próximo lunes se reincorporaba al trabajo del hotel, motivo por el que la chica decidió que llegando el viernes se mudaría nuevamente al departamento compartido con Magda.


 

Arribó el día miércoles trayendo consigo ansiedad en Bella, luego de haber recibido la visita de Magda, Juli y Lucy y haber compartido casi dos horas, estas se habían retirado; Magda a su turno de la tienda y tanto Juli cómo Lucy a sus hogares respectivos; pues ya habían cumplido sus horarios laborales. Sin nada que hacer y contando con tiempo para consentirse, Bella se dispuso a acomodarse con presteza y relajo en la terraza con un gran vaso de té helado entre sus manos y disfrutar de los tibios rayos de sol, aprovechando la soleada tarde.


 

Ya descansaba cómodamente acostada en una reposera, con los ojos entre cerrados ante las agradable caricias que el sol prodigaba a su piel, cuando repentinamente hizo aparición Laura, quien traía su móvil sonando al ritmo de Échame la culpa entre sus manos.


 

— Tiene una llamada — indicó sin inmutarse y manteniendo la parsimonia de siempre mientras le tendía el móvil que sonaba a todo ritmo, a esa altura de la canción. Bella dio una rápida ojeada a la pantalla percatándose que era un número desconocido, antes de atender la llamada.


 

— ¿Sí? — observó de reojo como Laura se retiraba en dirección a la cocina.


 

— ¿Hablo con la señorita Bella Ruiz? — consultó una agradable voz femenina desde el otro lado de la línea.


 

— Sí, con ella — afirmó.


 

— Señorita Bella habla con Lorena, soy la secretaria del curso de cocina en el que está inscrita — hizo una pausa — Y llamo para recordar que mañana comienza su primera clase, está comienza a las cinco de la tarde pero agradecemos un poco de puntualidad extra para comenzar a la hora.


 

— Lorena, muchas gracias por llamar. Estaré antes de las cinco.


 

— Muy bien señorita Bella, llamaré mañana nuevamente durante la mañana, de acuerdo a su solicitud al inscribirse, que tenga una buena tarde — la secretaria se despidió con cordialidad.


 

— Buena tarde también para ti, Lorena.


 

Una vez que colgó, Bella se quedó pensativa un momento, sin duda este nuevo comienzo la llenaba de nervios e inquietudes.


 


*

 

Al día siguiente se encontraba abstraída dando un paseo en el patio, cuando un sobresalto la invadió al escuchar repentinamente el ringtone del móvil, llevándose instintivamente las manos a los bolsillos de sus shorts, hasta encontrarlo.


 

— ¿Sí? Diga — contestó con prisas.


 

— ¿Señorita Bella? Habla Lorena del curso de cocina. Recuerde que hoy a las cinco de la tarde comienza la primera clase del curso.


 

— ¡Muchas gracias Lorena! — se llevó la mano a la cabeza, pues casi lo iba olvidando, suspiró agradecida de que Lorena le recordara.


 

— Bueno señorita Bella entonces...


 

— ¿Lorena? — la interrumpió — Me puedes llamar Bella simplemente, sin etiquetas.


 

— Está bien, Bella — dijo con voz risueña la chica a través de la línea — Entonces que tengas un buen día, nos vemos a la tarde.


 

— Igualmente Lorena, nos vemos a la tarde.


 

Acababa de cortar la llamada en lo que se materializó la silueta de Cecilia por entre el sendero rodeado de plantas, arbustos y flores.


 

— Hija si mal no recuerdo hoy comienza tu curso — la observaba con las cejas enarcadas.


 

— Gracias mamá y sí — la chica sacudió la mano que aferraba el móvil— La secretaria me acaba de llamar también para recordar.


 

Tras intercambiar algunas palabras más, Cecilia se retiró a continuar de organizar el listado de compras para Laura y Bella por su parte se recostó nuevamente en la reposera, suspirando de agrado al continuar disfrutando inmediatamente la tibieza y calidez del día.


 


*

 

El día transcurrió con normalidad y a las cuatro de la tarde salió de casa, lamentable desde la casa de sus padres, el centro donde se impartiría el curso le quedaba más retirado que desde el departamento que tenía con Magda, de modo que salió con tiempo previendo algún retraso. Ni que fuera adivina, se pilló un tráfico que la retuvo un poco más de lo esperado, pero favorablemente iba con anticipación y no le afectó. Unos diez minutos antes de las cinco, ya estaba estacionada en el estacionamiento del centro y respiró aliviada. Pasó directamente a recepción a anunciarse ante la secretaria.


 

— ¿Bella?— la joven mujer la observaba con atención — ¡Mucho gusto! yo soy Lorena.


 



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En el texto hay: amor juvenil, romance, amor

Editado: 23.01.2020

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